
El gobierno de Javier Milei y la Casa Rosada estaban alerta ante la marcha organizada por el arco peronista para respaldar a Cristina Kirchner.
A pesar de que el Presidente busca mantener su agenda prioritaria enfocada en seguridad y economía, el Gobierno siguió de cerca la manifestación en apoyo a Cristina.
Si bien en la Casa Rosada se adoptó un tono poco confrontativo, algunas fuentes internas sugieren que el caso de Cristina es un “caso policial” y que el oficialismo no tiene vínculo alguno.
En este marco, otros sectores de la Casa Rosada consideran a Cristina como “una adversaria” y valoran que no haya optado por un tono de confrontación; sin embargo, destacan que se trata de un sector “minoritario”, cada vez “más reducido” dentro del panorama político.
Aun así, la Plaza de Mayo amaneció cercada, con un despliegue intensivo de seguridad que incluía vallas y carros hidrantes. El operativo fue coordinado por Patricia Bullrich, quien movilizó efectivos de la Policía Federal y la Gendarmería.
El Presidente observó los acontecimientos desde la residencia de Olivos, atento a los eventos que podrían definir el futuro del peronismo.
TV / Gi