
El Presupuesto 2019 de la administración pública nacional vino con malas noticias paralos militares, que el año próximo perderán hasta $ 3700 millones que disponían paraacceder a créditos personales o hipotecarios, debido a un recálculo en la fórmula para elpago de las jubilaciones y pensiones en el ámbito castrense.
El artículo 35 del proyecto que llevó al Congreso el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne,dispone que el Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y PensionesMilitares (IAF) eleve su participación, al menos, al 56% en lo que hace al pago retiros,indemnizatorios y pensiones de sus beneficiarios, en tanto la Anses pagará el 44%restante, o menos. Hoy día, el IAF paga el 46%, y la Anses el 54% restante.Este salto del 10%, estimado entre los $ 3200 y los $ 3700 millones de costo adicional, serestará del fondo de capitalización con el que cuenta el IAF, hoy valuado en más de $28.200 millones.
En la práctica, el IAF, un organismo descentralizado en el ámbito del Ministerio de Defensay a cargo del radical entrerriano Fabián Rogel, deberá destinar cerca del 13% de sucartera de inversión al pago de gastos corrientes, lo que en la práctica conllevaráademás una lenta descapitalización y menos fondos para responder a los requerimientosde militares activos y retirados.
La novedad, que se venía rumoreando desde hace semanas en el Edificio Libertador, sedede Defensa, y en varias dependencias, provocó un hondo malestar entre los militaresactivos y pasados a retiro, que ven al IAF (una suerte de “AFJP” en el ámbito público)como “la caja propia”. Es que el dinero de la capitalización proviene de la retención del11% sobre los sueldos brutos de los activos, más otro 11% a los jubilados.Una “contribución” sin consensoLos cambios sobre el cálculo de los retiros y pensiones militares fue algo de lo cual en elIAF dijeron haberse enterado por el Presupuesto, dando a entender que se procedió sinacuerdo al respecto. Incluso Rogel se entrevistó en junio de 2017 con Dujovne parasolicitarle una reducción del porcentual que pone el organismo para el pago de losretiros, algo que, salta a la vista, no surtió los efectos previstos.Abonando esa explicación, los militares señalan al ministro de Defensa, Oscar Aguad, ya su entorno de asesores cordobeses por “ofrecer” la “caja” de retiros y pensiones a laJefatura de Gabinete y al Palacio de Hacienda como una “contribución”, un “esfuerzo”de la jurisdicción, para llegar al equilibrio fiscal primario en las cuentas públicas.
El presupuesto de Defensa, de acuerdo a la previsión del Ejecutivo, será en 2019 de $100.301 millones, un 16% menos en términos reales, dado el incremento nominal de 26puntos, tras cerrar un año con la inflación, al menos, del 42%. Más del 83% de susesenciales, como el racionamiento de alimentos y combustibles, pero se les amenaza conacabar con una fuente financiera y de previsibilidad que les otorga créditos hipotecariosy personales, a las tasas más bajas del mercado.En diversos ámbitos interpretaron que la decisión, habilitada por Aguad, es una formade satisfacer al Gobierno ante la drástica reducción del presupuesto de Defensa, sinafectar el nivel de funcionamiento de las tres fuerzas. A cambio de este “esfuerzo”,entienden, y del “ahorro” final sobre las cuentas de la Anses, el Gobierno dispondrá lassumas necesarias para el gasto operacional. En concreto, que haya combustible y comidaen los cuarteles.