
El descontento persiste en el interior del INTA tras la reforma del organismo tecnológico vinculado al campo por parte del gobierno nacional. Esta modificación implicó una disminución de su autarquía y la designación de un nuevo presidente, Nicolás Bronzovich, quien recibirá amplios poderes para implementar ajustes drásticos. En este contexto, se han dado a conocer detalles del ajuste y directores de Institutos de Investigación y Estaciones Experimentales Agropecuarias han manifestado su desacuerdo con la intervención del organismo en la entidad.
Hoy, durante una reunión virtual entre Bronzovich y los directores de las experimentales, se expusieron diversas acciones que están por venir. Entre ellas, se prevé reducir la cantidad de cargos jerárquicos, que actualmente ascienden a 932, mejorar el control de asistencia, continuar con la investigación, pero en asociación con el sector privado, ofrecer un retiro voluntario a trabajadores y, entre otras medidas, disminuir el número de Centros Regionales [15] y programas. Se mantendrán los becarios.
En este marco, se hizo pública la postura de casi 60 directores de experimentales e institutos de investigación. “Bajo el discurso de modernización, se concentra el poder en una sola figura designada políticamente: el presidente de la institución, desmantelando su estructura participativa y federal. Esto no es modernizar; es centralizar, debilitar y poner en riesgo una institución estratégica para el desarrollo de la Nación,” afirmaron.
Agregaron: “Desde su creación en 1956, el INTA ha enfrentado contextos políticos diversos. Sin embargo, con más o menos herramientas, siempre ha mantenido el compromiso con la misión para la que fue establecido: ‘impulsar la innovación y contribuir al desarrollo sostenible de un sistema agroalimentario competitivo, inclusivo, equitativo y respetuoso del medio ambiente. Esto se logra a través de la investigación, la extensión, el desarrollo de tecnologías, el aporte a la formulación de políticas públicas y la articulación y cooperación nacional e internacional (PEI 2015 – 2030)’.”
Nicolás Bronzovich, presidente del INTAGentileza INTA
Según expresaron, esos objetivos se cumplieron con “investigación y extensión integradas en una misma institución”, “presencia territorial en todo el país, incluso en las áreas más remotas de Argentina”, “gobernanza participativa, federal y público-privada (que confiere una identidad única a cada región sin sacrificar la unidad)”, “concursos públicos para acceder a cargos técnicos y de conducción (que proporcionan transparencia y calidad)”.
En el documento se añadió: “Este decreto, bajo el pretexto de ‘modernización’, busca destruir desde sus cimientos la estructura de esta institución de ciencia y técnica, esencial para la innovación productiva, la soberanía tecnológica y el desarrollo local, al igual que muchos otros organismos del Estado. Propone, en sus artículos, una dirección centralizada y vertical que elimina la autonomía institucional, modificando la composición y representatividad del Consejo Directivo, excluyendo a representantes del sistema científico y organizaciones del sector agropecuario, y concentrando la mayoría de las decisiones en manos del gobierno de turno.”
“Esto elimina la posibilidad de mantener líneas de trabajo y políticas públicas estables, independientes de los vaivenes políticos. Reducir el INTA a una oficina dependiente del Poder Ejecutivo es ignorar su historia, su valor estratégico y el consenso social que lo respalda. Implica romper con la continuidad de políticas públicas esenciales para el desarrollo agropecuario, la innovación tecnológica, las economías regionales, la soberanía alimentaria y la sustentabilidad,” enfatizaron.
Los trabajadores salieron en defensa del INTAGentileza ATE