También ratificó: "yo voté en favor de la reforma, a inicios de 2004, o sea que lo que ha insinuado la Fiscal de Estado en el sentido de que debería haber acusado al Senado es una riciculez tan ridícula que se ridiculiza por sí misma; ratifico además que me asombra tanta premura en iniciar acciones judiciales incomprensibles contra mí, y no contra la ministra Degani, que admitió públicamente actos indebidos de una gobernante, ni contra el diputado Allende, lo que demuestra que no es una acción por la pureza administrativa y la moralidad pública, como quieren hacerla aparecer, sino una acción contra el único tipo que es ingobernable".
Finalmente, "ratifico que soy parte del Partido Intransigente, con todo lo que eso significa de ser políticamente incorrecto, poco moderado, espontáneo, independiente. Alguien habló de que no se puede ser tan brutalmente honesto. Yo creo que uno es honesto, o no es. No hay honestidades más o menos, moderadas, correctas, espontéas o inducidas. Se es honesto o no se es. Y siento que debo exigirme más a mí que a otros, lo que hago o al menos intento hacer. Y que debo exigirle más a la gente que quiere ser parte de una manera distinta de hacer política. Yo no digo que hay que hacer otra política: yo hago otra política. Por supuesto que a muchos no les gusta. Tendrán que soportarme hasta que termine mi mandato, o mejor dicho hasta que me muera, porque como me dijo un ex-frepasista, soy incorregible. Creo en la necesidad de que los políticos digamos la verdad, y no ocultemos cosas que un compañero o amigo ha hecho mal. Al revés: más hay que denunciarlas".
En cuanto a "esta supuesta acción judicial, no he sido notificado o sea que no tengo idea de qué es, y la verdad ni siquiera puedo imaginar jurídicamente de qué puede hablar la Fiscal o la cómicamente llamada Oficina Anticorrupción. Y en cuanto a que van a echarme de la Cámara, cuando quieran pueden hacerlo. Tienen 14 integrantes de su bloque contra mí. Que lo hagan", finaliza Majul.