
Mauricio Macri mostró los dientes antes de acordar con La Libertad Avanza. Se mostró descontento porque los enviados de Karina Milei quieren "tomar una posición totalmente dominante". Y dejó en el aire la posibilidad de acordar o no, tras una reunión del PRO en la que se discutió de las alianzas y los vetos con los gobernadores y el jefe de Gobierno, Jorge Macri. La realidad es que hasta los sectores más duros del PRO comentan que el acuerdo llegará, aunque con pocos lugares en las listas. En LLA dicen que les darán dos lugares, pero solo uno en la franja de los que entran seguro. Si todo llegara a fracasar, todavía están abiertas las conversaciones para reeditar Juntos por el Cambio con los viejos aliados.
Macri tuvo un breve intercambio con la prensa donde mostró que no está nada contento con las condiciones que le vienen poniendo los negociadores de Karina Milei, todas tendientes a la sumisión total. "No hay definiciones", dijo tajante y mencionó que existe una propuesta de LLA, que iba a ser analizada en la sede del gobierno porteño.
La propuesta, según pudo confirmar este diario de distintas fuentes de ambos lados de la negociación, es darle dos lugares en la lista de Diputados. "Uno entre los entrables y otro en la zona gris", recisaron en las filas de LLA. Es decir que el PRO conservaría una de las dos bancas que ponen en juego, salvo que hagan una buena elección. En el Senado, no tendrían nada. La oferta no incluye ninguna banca en la Cámara alta. Esta oferta podría ser aceptada por Mauricio Macri (que pedía tres lugares, pero ya se está resignando), y no gusta tanto a Jorge Macri (que piensa que están abandonando demasiado fácil la lista de senadores).
Posición de dominado
De todas formas, en el Gobierno porteño reconocen que se está yendo hacia un acuerdo, aunque va a ser muy pobre para el PRO. Mauricio Macri, quien por estas horas es quien más sostiene la posibilidad de acordar, dejó en claro su estado de ánimo al contestar preguntas de la prensa: "No hay temor, hay una confirmación. Está fuera de discusión que ellos (por LLA) quieren tomar una posición totalmente dominante", sostuvo, con cara de pocos amigos.
"La prioridad del PRO desde hace casi dos años ha sido ayudarlos a generar gobernabilidad, lamentablemente no fue el nivel de gobernabilidad que necesitaba el país, por eso tenemos este nivel de riesgo país", les reprochó el ex presidente, quien consideró que "hace falta hacer más cosas para bajar el Riesgo País". Le preguntaron si su primo, vetado por Karina Milei, estará en la mesa de negociaciones y dijo: "Se debate todo".
Más conciliador, el jefe de bloque en Diputados, Cristian Ritondo -que viene de cerrar el acuerdo en provincia de Buenos Aires- dejó en claro: "Quiero que se haga el acuerdo, en Ciudad de Buenos Aires y en los distintos distritos; en cada provincia, se definirá si hay alianza con la Libertad Avanza". Ritondo, de paso, despejó dudas sobre la actitud del PRO en el Congreso: advirtió que lo más probable es que acompañen el veto presidencial a las leyes jubilatorias y de emergencia en discapacidad.
En la reunión de la cúpula del PRO, en la sede del partido en la calle Balcarce, además de los dos Macri y Ritondo, estuvieron por Zoom los gobernadores PRO Nacho Torres (Chubut) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos). El primero se sumó al Grito Federal, una tercera posición para las elecciones, mientras que el segundo va a un acuerdo con LLA. En el cónclave, además de analizar cómo queda el PRO si va a esa alianza con las condiciones de Karina Milei, hablaron del rumbo del Gobierno, de los vetos de Milei (si bien Ritondo ya se mostró proclive a apoyarlos, hay otra reunión el martes para terminar de definir en el bloque) y hubo un racconto provincia por provincia de como vienen las alianzas.
El sabor del encuentro
En Ciudad, quien está a cargo de negociar el acuerdo es Ezequiel Sabor, al que Jorge Macri puso como jefe de asesores porteño. Del otro lado, está la jefa del bloque de LLA en la Legislatura Pilar Ramirez, lugarteniente de Karina Milei en la Ciudad. Las conversaciones entre ambos pasaron por altibajos. Por ejemplo, el domingo se interrumpieron de forma repentina ante una propuesta que Macri, Mauricio, consideró inviable.
Para los libertarios, nada se movió en la negociación, más allá de los pataleos de Macri. Hay una oferta de la que no se están moviendo y queda en manos de los primos Macri si aceptan lo poco que les va a tocar o no acuerdan y se arriesgan a perder de nuevo, como les ocurrió en las elecciones de mayo con Silvia Lospenita. Lo curioso es que en la discusión la dura sigue siendo la hermanísima, mientras que Patricia Bullrich intervino para intentar destrabar las negociaciones. La ministra de Seguridad ya se prueba el traje de candidata a senadora y quiere a todos encolumnados detrás de ella para ir por un 50 por ciento en las elecciones de octubre que la posiciones o bien para la jefatura de Gobierno o bien como compañera de fórmula de Milei para la reelección.
Cerca de Bullrich, creen que el acuerdo va a salir: "Les damos uno y el segundo en la zona gris, no pueden pedir más. Jorge Macri se quiere hacer el duro pero no tiene con que. Mauricio está para acordar sí o sí", describen el escenario.
La que se quedaría afuera de las listas, ya sea por decisión propia o por veto de Karina Milei, es María Eugenia Vidal, titular de la Fundación Pensar, que viene publicando informes críticos al gobierno de Milei. Ella sigue con la idea de que el PRO debería tomar otro camino: revivir Juntos por el Cambio, hacer un frente con los radicales, la Coalición Cívica, el GEN, los socialistas (es decir, la estrategia frentista que tuvo Horacio Rodríguez Larreta) y pelearle el voto a LLA. Incluso, se habla de "repatriarlo" a Larreta. Pero esa opción -para la cual existen conversaciones con varios de esos partidos- solo entrará a jugar si se pincha la negociación con LLA.