En el convulso siglo XXI —marcado por guerras, la crisis climática, el avance de la extrema derecha en Occidente y la desconfianza entre potencias— la mirada geopolítica se volvió imprescindible en cualquier conversación que pretenda explicar la dinámica local.
El foro empresarial ABECEB, un think tank creado por el exministro Dante Sica y auspiciado por Mauricio Macri, no fue la excepción. En medio de la puja con Javier Milei por el liderazgo del espacio “anti peronista”, el expresidente insinuó una propuesta “centrista”, reivindicó valores como la empatía, subrayó la importancia de las instituciones democráticas e incluso mencionó el “problema del cambio climático”, marcando así una distancia con quienes (propios y ajenos) compiten por el mismo capital político a base de motosierra e ideas antiprogresistas o woke, la traducción en inglés popularizada por Elon Musk.
“El mundo ha vuelto a estar gobernado por personalidades narcisistas que no les importa lo que digan los demás”, sostuvo Macri este martes 4 de noviembre desde el Faena Art Center de Puerto Madero.
El co-fundador del PRO encabezó la grilla del evento empresarial reunido bajo el lema “El rol estratégico de América Latina en un mundo bajo reconfiguración geopolítica”. Escoltado por dos referentes de la derecha regional —los expresidentes de México, Felipe Calderón, y de Chile, Eduardo Frei Ruíz—, Macri se plantó frente al establishment y tomó posición ante una coyuntura internacional convulsa, condicionada por la competencia estratégica sino-estadounidense y la dependencia pendular de Argentina.
Lo llamativo fue la comparación de época: antes de mencionar la “revolución de las expectativas” como motor de adaptación, comenzó evocando la “violencia política” de los líderes “criminales y disociados” que quedaron inmortalizados en las páginas del siglo XX. “No es el tipo de liderazgo que se necesita para construir un mundo donde se necesita mas empatía. Donde se le da una segunda oportunidad al perdedor“, añadió, en una frase que no pasó desapercibida ante las 1.200 personas que asistieron al foro empresarial.
“Una de las cuestiones que ocurren en el mundo es que el orden basado en normas ha desaparecido. El modelo europeo se ha terminado. Porque Europa que hace 10 años representaba e 25% del PBI del mundo hoy representa el 15%. La democracia liberal es el mejor sistema posible”, agregó poco después José María Aznar. El expresidente del gobierno de España, invitado especial del foro, forma parte del histórico referente de la derecha española, el Partido Popular, que perdió terreno a manos de versiones más extremistas como Vox, que además simpatizan con las ideas del disruptivo presidente argentino libertario y anarcocapitalista.
Macri versus Milei: un tema recurrente en los pasillos de ABECEB
Pero, detrás de escena, la lectura global —cada vez más valorada por el mundo de los negocios— tuvo un fuerte matiz local: el escenario que dejó el triunfo de Javier Milei en las elecciones del 26 de octubre no solo consolidó su caudal político sino que, al teñir el Congreso de violeta, le permitió liberarse del exsocio que al inicio de su mandato le había confiado la llave de la gobernabilidad.
“Los iluminados nunca han resuelto nada. La resolución está en lo institucional, en el trabajo en equipo”, sostuvo Macri durante su exposición. “El PRO ha apoyado como nunca a este gobierno no solo para ganar la elección sino para gobernar en minoría. Pero creemos que en esta era de la política fragmentada ejercer liderazgos sin equipos se hace muy difícil”, aseguró.
Como telón de fondo quedó el fallido encuentro post-electoral en Olivos y el tuit en el que deslizó su fastidio por la elección de Manuel Adorni como jefe del nuevo gabinete libertario, una decisión que consideró “poco seria” por parte de Casa Rosada y que terminó con la cooptación de referentes del partido amarillo (como Diego Santilli) y el desplazamiento del expresidente del centro de la escena.
“La soberbia y la ira son pésimos consejeros. (Macri) Tiene que ponerse a disposición y punto“, reconoció en off un reconocido empresario de la industria automotriz, consciente de la puja entre Milei y Macri por el liderazgo del espacio no peronista. Desde el entorno diplomático del PRO, por otro lado, también resaltaron el liderazgo del jefe de Estado: “El gabinete lo elige el presidente”, sostuvo un alto funcionario que se pasó a las filas libertarias.
Esta lectura, a su vez, fue el tema central en los pasillos, donde la charla parecía encaminada hacia lo internacional, en el marco de la “tregua comercial” entre los presidentes del “G2” (según la definición del propio mandatario estadounidense), Donald Trump y Xi Jinping, así como por la expectativa sobre un posible acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos.
Trump, el mundo del G-0 y la agenda de Quirno: claves del foro Abeceb
El ritmo del debate geopolítico lo marcó el politólogo Andrés Malamud, uno de los primeros oradores. En su intervención explicó que vivimos una época en la que la principal potencia global está dirigida por una administración de “agentes inmobiliarios” que “no viven de la guerra”, a diferencia del aparato industrial que movilizó la economía estadounidense en el siglo pasado.
“Trump no inicia guerras por un tema de principios, no por un interés material. La relación con China, ya sea socio o enemigo, dependerá de la negociación entre ‘grandes hombres'”, explicó en relación con la segunda década del siglo XXI, sacudida por la retracción estadounidense como potencia hegemónica bajo la impronta trumpista, cuyo eje en un segundo mandato sería “recuperar los puestos de trabajo”, analizó la especialista de McLarty Associates, Kate Kalutkiewicz, desde Washington.
El panorama, coinciden, se asemeja más a un multipolarismo del tipo “G-0”, un concepto que el analista estadounidense Ian Bremmer viene sosteniendo desde hace años. En su último newsletter, el fundador de Eurasia Group describió rasgos del liderazgo del presidente estadounidense: “ignora los consejos” y “actúa de manera impulsiva”. Dos aspectos que todo quien quiera relacionarse con Washington debe tener en cuenta.
“Lo que estamos viendo es a EE.UU. constantemente usando todas las herramientas para obtener beneficios comerciales, de seguridad y de distinto tipo; sin una noción mas extensa de geopolítica”, reflexionó Daniel Kerner, representante de Eurasia Group para Latinoamérica, en otro de los paneles de Abeceb.
Y la Argentina de Milei no es ajena a este proceso que obliga a “llevarse bien” con el vecino del norte. Una misión que ahora recaerá, en parte, en Pablo Quirno, único representante del gobierno presente en el foro empresarial. El flamante canciller tendrá a su cargo la negociación fina del borrador final del acuerdo comercial, un asunto que estará presente en los próximos dos viajes de la delegación argentina a Washington para sellar la alianza financiera y geopolítica el próximo miércoles y a mediados de mes.
