
Viajar en tren puede transformar la experiencia de recorrer el mundo, sobre todo cuando la ruta atraviesa los paisajes más fríos y remotos del planeta. El verdadero “Expreso Polar”, conocido como “tren de cristal”, propone un itinerario de más de diez días que descubre el corazón helado de Alaska, mezclando naturaleza salvaje, lujo y aventura en una travesía singular.
El “Expreso Polar” es el nombre con el que se conoce la Gran aventura en Alaska con Alaska Railroad, una propuesta de la empresa Railbookers. Según Travel Leisure, este trayecto, que dura once días, parte desde Fairbanks, una ciudad estratégica por su cercanía al Círculo Polar Ártico y su tradición vinculada a la fiebre del oro. El precio inicial para vivir esta experiencia es de USD 3.689 por persona e incluye el transporte ferroviario, alojamientos seleccionados y excursiones guiadas.
En los primeros días, los pasajeros exploran la zona de Fairbanks, donde la historia y la geografía se funden en un territorio de extremos climáticos. Desde allí, el tren se dirige al Parque Nacional y Reserva Denali, uno de los espacios naturales más emblemáticos de Estados Unidos. Dormir dentro del parque permite adentrarse en la naturaleza y participar en excursiones con paradas en miradores como Polychrome Overlook.
En Denali, las posibilidades de avistar osos pardos, alces, caribúes y lobos son muy altas, lo que convierte cada jornada en una auténtica expedición por la fauna ártica. Además, los pasajeros disfrutan de vistas privilegiadas del monte Denali, la cumbre más alta de América del Norte, que se eleva a 6.190 metros y domina el horizonte con su perfil imponente.
Entre los mayores atractivos del recorrido está la experiencia a bordo del Alaska Railroad, especialmente en los vagones denominados GoldStar Service. Estas secciones cuentan con cúpulas de cristal que ofrecen una visión de 360 grados del paisaje, permitiendo contemplar sin obstáculos ríos congelados, montañas nevadas y glaciares que relucen bajo el sol polar.
Lonely Planet detalla que el servicio GoldStar incluye comidas elaboradas con ingredientes locales y dos bebidas alcohólicas por trayecto, lo que transforma el viaje en una experiencia sensorial completa. A medida que el tren avanza, los viajeros disfrutan de una gastronomía que combina productos frescos de la región con recetas tradicionales, todo en un ambiente de confort y exclusividad.
La ruta también contempla paradas en Talkeetna, un pueblo de espíritu bohemio y punto de partida para expediciones de trekking, y en Anchorage, la ciudad más grande de Alaska. En Anchorage, los visitantes pueden sumarse a recorridos guiados que entrelazan historia, cultura y naturaleza local.
La etapa final conduce a Seward, ciudad costera considerada la puerta de acceso al Parque Nacional de los Fiordos de Kenai, un área protegida famosa por sus glaciares, bosques húmedos y biodiversidad marina: ballenas, focas y aves marinas forman parte del espectáculo natural.
El itinerario de más de diez días por Alaska no solo destaca por la belleza de sus panoramas, sino también por la posibilidad de vivir una aventura exclusiva. El “Expreso Polar” permite a los viajeros sumergirse en un entorno donde las temperaturas extremas y la vastedad del territorio invitan a reflexionar sobre la capacidad humana de explorar y adaptarse.
El programa incluye noches dentro de parques nacionales, excursiones diseñadas para la observación de la fauna local y paradas en puntos de interés histórico, como antiguos asentamientos mineros y pueblos de montaña. Todo está organizado para ofrecer una inmersión completa en el Ártico americano, combinando comodidad, seguridad y la emoción de lo desconocido.
Para quienes buscan una experiencia diferente, el “Expreso Polar” representa una opción ideal: se puede optar por la versión sur, que va de Fairbanks a Anchorage, o por la versión inversa, conocida como Grand Adventure with Alaska Railroad Northbound. Ambas alternativas garantizan la oportunidad de recorrer algunos de los paisajes más impresionantes del mundo en más de diez días de travesía bajo el frío polar.




