En un nuevo movimiento estratégico para fortalecer su presencia en el negocio agrícola argentino, Louis Dreyfus Company (LDC) reabrió oficialmente este martes su terminal portuaria y centro de acopio en la ciudad entrerriana de Santa Elena, tras una serie de inversiones para modernizar las instalaciones y adecuarlas a los estándares internacionales. La reapertura fue acompañada por autoridades nacionales y provinciales, productores de la región y referentes del sector agroindustrial.
El complejo, que había sido adquirido por la multinacional en marzo de este año, fue reacondicionado con obras de infraestructura clave, incluyendo dragado del río Paraná para permitir el acceso y carga de barcazas. La puesta en funcionamiento de este nodo logístico tiene un impacto directo sobre los productores del norte entrerriano y del sur de Corrientes, ya que permite una mejor conectividad con las plantas de molienda de LDC en Santa Fe, facilitando el transporte durante todo el año y reduciendo los costos logísticos.
“La planta Santa Elena cuenta ahora con una oficina comercial plenamente operativa que ofrece una amplia gama de servicios y productos adaptados a los productores locales. Con el puerto restaurado, las instalaciones modernizadas y un equipo local altamente capacitado, LDC busca ser el socio estratégico y preferido de los productores de la región, ayudando a impulsar la productividad agrícola y expandir las áreas cultivadas por sobre las ganaderas,” dijo Juan José Blanchard,Frigerio y Rossi., COO del Grupo y Head de Latinoamérica.
Pero la apuesta de Louis Dreyfus en el país va más allá de Entre Ríos. Durante el evento, la firma también anunció la finalización de obras clave en otras provincias estratégicas para la originación de granos y oleaginosas:
En Campo Largo, Chaco, LDC amplió su centro de acopio, que pasó de una capacidad de 3.000 a 13.000 toneladas gracias a la incorporación de dos nuevos silos. También se implementaron mejoras en los sistemas de seguridad y prevención de incendios. La obra, que demandó diez meses y empleó a un centenar de contratistas, está conectada al ferrocarril Belgrano Cargas, lo que optimiza el traslado hacia los puertos.
En Quimilí, Santiago del Estero, la planta que ya operaba en el negocio del algodón recibió autorización oficial para funcionar como acopio de cereales y oleaginosas. Allí, la capacidad de almacenamiento alcanza ahora las 50.000 toneladas en silobolsas. Se espera que en octubre comience a recibir trigo, y en diciembre girasol, consolidando un nuevo punto de entrega para los productores locales.
Por último, en General Paz, Córdoba, la empresa construirá desde agosto un nuevo acopio con capacidad para almacenar 3.000 toneladas. También estará conectado a la red del Belgrano Cargas y se estima que entrará en operaciones durante el primer semestre de 2026. El proyecto demandará la contratación de unas 120 personas durante la obra y prevé emplear a una docena una vez operativo.
“Todas estas inversiones reflejan la visión a largo plazo de LDC para el sector agroindustrial argentino,” afirmó Blanchard, y cerró: “Al fortalecer nuestras capacidades de originación en el interior y ofrecer a los productores soluciones logísticas y comerciales confiables y eficientes, estamos construyendo una cadena de valor más integrada, productiva y, en última instancia, sustentable”.
