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Domingo, 3 de marzo de 2019

Los secretos del ADN, la técnica de investigación criminal que impulsa el Gobierno (se usa en Entre Ríos)

Los secretos del ADN, la técnica de investigación criminal que impulsa el Gobierno (se usa en Entre Ríos)

Ocurrió en las afueras del condado inglés de Leicester, enlos ’80. Dos adolescentes fueron asesinadas con tres años de diferencia y loscasos pudieron ser esclarecidos por ADN: no sólo permitió exonerar al principalsospechoso sino atrapar al asesino. Fue luego de que las autoridades decidieranhacer una toma compulsiva de material genético a unos 5 mil hombres de la zona.El test dio negativo pero más tarde se descubrió que el homicida le habíapagado a otra persona para que le donara su muestra. A Colin Pitchfork (57) le dieronperpetua en 1988 y fue el primer condenado con la huella genética como prueba.

En 1995, Inglaterra creó su banco de datos genéticos quehasta 2016 contabilizaba casi seis millones de muestras, una de las más grandesdel mundo y también de las más controvertidas: se le toma el ADN hasta de losdetenidos por mendigar, como para dar un ejemplo de sus laxos límites.

En la Argentina, en cambio, el tema del banco genético paratodos los delincuentes intenta nacer en este 2019. La ministra de Seguridad,Patricia Bullrich, quiere que el “ADN sea lo que hoy es la huella digital”.Para eso, el Gobierno busca ampliar el Registro Nacional de Violadores paratodos los imputados y condenados por delitos dolosos. 

El proyecto está en la Secretaría de Legal y Técnica de lapresidencia de la Nación y espera la firma de Mauricio Macri. La idea es queingrese al Congreso lo antes posible. “Es una herramienta que sirve tanto paraincriminar como para desvincular a un sospechoso”, explicó Gabriel Huespe,director nacional de Elaboración Legislativa del Ministerio de Seguridad de laNación.

¿Cómo funciona? Se toma el material genético del imputado ocondenado y se almacena bajo un código en un banco de datos. Esa muestra secontrastará con la levantada en una escena del crimen. “El cruce determinará siexiste un match. De ser así, se repetirá la toma de ADN y la comparación. Encaso de que sea positivo nuevamente, ahí se le informará a la Justicia”,detalló Fernando Soto, nexo del Ministerio de Seguridad con el FBIestadounidense para la implementación del sistema.

La base para poder armar el Registro Nacional de DatosGenéticos se sentó en 2016: el Gobierno firmó un convenio para utilizar elCodis, el software del FBI que sistematiza y compara el ADN. Hoy es utilizadopor la Policía Federal, Gendarmería, el Registro Nacional de Violadores y lasprovincias de Córdoba y Mendoza. Planean ampliarlo.

“Se trata de un banco de datos mundial y por eso la segundaetapa será la firma de convenios con otros países. Por caso, Francia y Alemaniatienen su propio software pero se pasaron a Codis en el marco de la UniónEuropea para los casos de pedofilia y terrorismo”, señaló Soto, y graficó: “Unconvenio con Uruguay podría ayudar en el caso Lola Chomnalez, si planteamos lahipótesis de que el asesino pudo ser un argentino que hubiera estado allí. Elintercambio con los países limítrofes es muy importante”.

La llegada de Codis fue en el marco de una polémica. Paracuando se selló el pacto con el FBI, en el país cumplía cuatro meses GENis, elsoftware nacional cuya creación fue impulsada por la Fundación Sadosky en 2014,cuando Ciencia y Tecnología aún era un Ministerio. Se usa en Entre Ríos,Santiago del Estero, Salta y Tucumán.

“Son 18 provincias las que firmaron para adoptarlo. Deeste total, 16 lo tienen instalado en sus laboratorios, 11 han capacitado a supersonal técnico y cuatro han puesto en marcha sus bancos de datos genéticos.El resto lo hará cuando concluya su reglamentación operativa”, dijoGustavo Sibilla, coordinador del proyecto GENis en la Fundación Sadosky.

Tanto Sibilla como Soto aclararon que GENis y Codis puedenconvivir. Lo que no pueden es compartir la información de las bases de datos.Un genetista que prefirió no involucrarse en la polémica describió al softwarenacional: “Es como si quisieras hacer un iPhone criollo”. Y consideróque “la comparación de ADN es la herramienta más poderosa de lacriminalística”.

También habló de las dos excepciones a la regla: el caso delos gemelos y de los que recibieron un trasplante de médula ósea. “En elprimer punto, las pruebas estándar de ADN no permiten diferenciarlos, síestudios más específicos. En el segundo, la sangre es una quimera. El mejorlugar para extraer el material genético es la raíz del cabello”.

Ahora, ¿cuán arraigada está la idea de que el ADN esinfalible? La pregunta se la contestó a Clarín Luis Fondebrider, directorejecutivo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en un curso deCiencias Forenses que se dictó en diciembre: “Esa idea está totalmentearraigada. Pero hay muchas cosas que no están relacionadas con la genética ensí como disciplina sino con el error humano: a veces no hay controlessuficientes de cómo se recoge una evidencia, o no se tiene en cuenta que siestoy resfriado no puedo ir a una escena porque la contamino, o que no tengo elmismo nivel de concentración a las 9 que a las 17. Y como la mayoría de losprocesos son mecánicos, es muchas veces corte y pega, se empiezan a cometererrores. Si no tengo un control de calidad, el informe sale y el juez no sabesi estaba cansado o no cuando lo hice”, explicó.

En ese sentido, los protocolos son clave. “En Argentinatenemos muy pocos. El Ministerio de Justicia publicó uno en 2017 y otro más delevantamiento de evidencia que son bastante básicos. Ahora, tengo el mejorprotocolo pero si no sé cómo lo implemento, no me sirve. Pero esa tarea la tieneque hacer una persona de afuera, que esté observando y evaluando qué está bien,qué no, si hace falta rigurosidad o capacitación”, subrayó Fondebrider.

Por eso, para el director ejecutivo del EAAF “el primerpaso es llegar a acuerdos para trabajar en forma única”. Y para ellodestacó que hay un problema extra en Argentina: “Lo que puede ser válido anivel federal, a nivel provincial es otra cosa. Si tenés 24 provincias y no hayacuerdos es muy difícil”.

Fondebrider puso como ejemplo la convivencia del Codis y GENis:”Unas provincias usan el del FBI, otras el criollo; y tampoco es elproblema de fondo cuando se decide crear un banco de datos genético, sino quehay cuestiones éticas y legales sobre el resguardo de información, quién tieneacceso. La posición del Estado me pareció correcta, es un software importanteque se usa en el mundo, del otro lado hablan de soberanía, que nos van a sacardatos los americanos”.

Por último, el director ejecutivo de EAAF abordó el temacrucial de la ética: “La privacidad no es algo menor. Tiene que haberbancos de este tipo, sí, pero con controles importantes de un comitémultidisciplinario. Esa es la discusión más importante”.

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