Martes, 9 de septiembre de 2025   |   Economía

Los mercados reaccionan negativamente ante la derrota del Gobierno, pero surgen oportunidades de compra y recompra en Pampa

Las acciones de empresas energéticas cayeron menos y Pampa anunció la recompra de acciones, algo que debería ayudar para ponerle un piso a las cotizaciones. El dólar tuvo una jornada menos dramática que lo esperado y eso también generó algo de alivio sobre el cierre de la rueda
Los mercados reaccionan negativamente ante la derrota del Gobierno, pero surgen oportunidades de compra y recompra en Pampa

La contundente derrota que sufrió el Gobierno en las elecciones bonaerenses tuvo el impacto previsto en los mercados. Todos los activos argentinos cayeron de manera abrupta, evocando el histórico colapso posterior a las PASO, cuando Alberto Fernández se impuso por más de 14 puntos, posicionándose de manera óptima para convertirse en el nuevo presidente.

No obstante, a pesar de la negativa carga de la jornada, surgieron algunos datos que proporcionaron un leve alivio al cierre. El dólar se ajustó por sí solo, sin requerir intervención del Tesoro ni del Banco Central. Desde el equipo económico se confirmó que se mantiene el esquema de bandas cambiarias, el cual aún no ha sido puesto a prueba, ya que el dólar mayorista no alcanzó el límite de $ 1.470.

La cotización alcanzó un pico de $ 1.455 para el público, pero luego comenzó a descender, cerrando en $ 1.425 al final de la jornada, lo que representó un incremento del 3,3% en comparación con el cierre del viernes. El mayorista terminó ligeramente por debajo de $ 1.410, es decir, más de 50 pesos por debajo del techo de la banda cambiaria.

Este comportamiento del dólar alivió a los operadores, aunque es fundamental monitorear su evolución en los próximos días. Por el momento, confían en el Banco Central respecto a la defensa del techo de la banda, lo que impulsa la búsqueda de otras opciones para invertir los pesos, especialmente aprovechando las altas tasas de interés que ofrece el mercado.

El mercado cambiario se comportó mejor que otros activos financieros, en particular bonos y acciones. A pesar del desplome al inicio de la jornada, se notaron algunas órdenes de compra más pronunciadas en ciertos papeles, aprovechando precios que se consideran más atractivos tras caídas tan significativas.

Se evidenció una clara preferencia por algunas empresas del sector energético. El caso más destacado fue el de Vista Energy, que comenzó más de 15% a la baja y llegó a caer por debajo de los USD 32. Sin embargo, al cierre, el valor se recuperó hasta USD 35, lo que resultó en una caída final del 8%. En el caso de YPF, la caída fue más pronunciada, finalizando en un 15% abajo.

Los más perjudicados, sin embargo, fueron los bancos. Los ADR de las entidades que cotizan en Wall Street mostraron precios en caída libre, reminiscentes de las peores épocas. El mercado interpreta con razón que el sector financiero es el que queda más afectado en un contexto crítico, dado el aumento de encajes, el incremento de tasas y la desaceleración del crédito, que se prevé se extenderá por un período prolongado. Supervielle cerró en el mínimo del día, casi un 24% abajo, mientras que Macro finalizó un 23,5% negativo, lo mismo ocurrió con Grupo Financiero Galicia.

Tras el cierre de la rueda, el directorio de Pampa Energía anunció que destinará hasta USD 100 millones para la recompra de papeles a un precio máximo de USD 60, después de que el ADR cayera hasta los USD 56. Este anuncio ayudó a que el precio rebotara tras el cierre.

Un fenómeno similar ocurrió con los bonos, que iniciaron la jornada con una caída del 10% y luego anularon parcialmente estas pérdidas, cerrando con caídas significativas de entre 6% y 9%.

Luego del pánico inicial, aparecieron ciertos factores atenuantes que contribuyeron a frenar, al menos parcialmente, el derrumbe. En primer lugar, el compromiso del Gobierno de sostener las bandas cambiarias, evitando saltos disruptivos en el dólar, así como el enfoque general del rumbo económico, que incluye el superávit fiscal.

Por otro lado, aún queda tiempo hasta las elecciones presidenciales. Esto sugiere que el temor del mercado a un regreso del kirchnerismo no es inminente, como ocurrió en 2019.

Ahora, todas las miradas están puestas en la capacidad de reacción política que pueda mostrar el Gobierno. Primero, para asegurar una elección razonable en octubre (al menos evitar otra derrota tan severa) y, posteriormente, la capacidad de llegar a acuerdos con otros bloques no kirchneristas que garanticen la gobernabilidad durante los próximos dos años.

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