
Las medidas anunciadas por Mauricio Macri para intentarpaliar los efectos de la crisis económica pusieron en pie de guerra a los gobernadores.No solo porque la Casa Rosada avanzó sin consultarlos, sino también porque lasprovincias absorberán más de la mitad del costo fiscal de los anuncios, segúnlos cálculos que hacen los jefes provinciales.
Por los anuncios, las provincias dejarán de recibir 29.654millones de pesos hasta fin de año. Así surge de un informe de la ComisiónFederal de Impuestos (CFI), que integran los ministros de Economía y Haciendade todas las provincias y la Nación, y al que accedió LA NACION. El montoequivale al 57 por ciento del costo fiscal total de las medidas, que los jefesde Hacienda calcularon en 51.800 millones de pesos.
Siempre según el documento del CFI, la Nación perderá el35,03 por ciento de ese total, $18.146 millones, y el resto se reparte entre laseguridad social, el fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la AFIP. Unaaclaración importante: el cálculo de las provincias no incluye el impacto de laeliminación del IVA para 14 alimentos que Macri anunció anteayer. Esa medidaadicional también impactará en las arcas provinciales porque el IVA secoparticipa.
Como contracara, el informe aclara que “con las medidasanunciadas […] se verá incrementado el ingreso de bolsillo, lo cual podríagenerar un incremento del consumo y, consecuentemente, un incremento de larecaudación del IVA que se coparticipa en un 89%”.
Por ejemplo, el costo total desubir un 20 por ciento el piso de Ganancias es de $40.000 millones. De esetotal, las provincias “aportarán”, dejarán de percibir, en realidad,$22.800 millones. El impuesto a las ganancias se coparticpa en su totalidad. Delo recaudado por el monotributo, en tanto, las provincias reciben el 30 porciento.
El desagregado del impacto por provincia muestra que las másafectadas son Buenos Aires, que dejará de percibir $6045 millones; Santa Fe,$2535 millones; Córdoba, $2518 millones, y la ciudad de Buenos Aires, con $1655millones.
Más allá de los números, los anuncios oficiales volvieron agenerar malestar entre los gobernadores porque, afirman, nadie del Gobiernoconsultó las medidas con ellos. Tampoco les anticiparon los anuncios ni suimpacto fiscal una vez que estuvieron definidos, según dijeron a LA NACIONallegados a cuatro mandatarios. “No sabíamos absolutamente nada. Nosenteramos por los diarios. Una vez más”, se quejó uno de ellos. Fuentesoficiales, en tanto, se limitaron a decir que las medidas “las decidió elgabinete económico”.
“Desde las finanzas públicas es un golpe realmente duroel que han generado este proceso de devaluación y después las medidasinconsultas. Nosotros estamos de acuerdo en que hay que darle un alivio a lapoblación, pero no sobre la base del desfinanciamiento de los Estadosprovinciales”, dijo Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos.
Más allá de las decisiones del Gobierno que golpeandirectamente las finanzas de las provincias, hay otra medida que obligó avarios gobernadores a mover fichas: el pago de un bono de $5000 a los empleadosde la administración pública nacional, las Fuerzas Armadas y de seguridadfederales por única vez y como suma no remunerativa, es decir, por fuera delsalario en blanco. Según calculó la Casa Rosada, ese beneficio alcanza a unas400.000 personas.
Lógicamente, el reclamo para recibir el mismo beneficio notardó en hacerse oír en las provincias. La mayoría de los gobernadores yaavisaron que no habrá sumas extras y que, en cambio, se seguirá el modelo decláusula gatillo con el que la mayoría cerró las paritarias con los estatalesprovinciales este año.
“Todos los empleados tienen la certeza de que sucapacidad de compra está intacta. Si la inflación sube, se les paga”,aseguró en esa línea el ministro del Economía de Mendoza, Lisandro Nieri.
La situación es similar en San Juan. El gobernador SergioUñac lo dejó claro después de los anuncios de Macri. “Todo no podemos:será cláusula gatillo o bono. Si no, deberíamos poner un tope a la cláusulagatillo, que este año no va a ser inferior al 45 o 50 por ciento”,advirtió el gobernador a los gremios.
La lógica se replica en otras provincias,como Entre Ríos y Córdoba. La situación es mucho más compleja en Chubut, dondeel gobernador Mariano Arcioni adeuda sueldos y la provincia está paralizada porlas medidas de fuerza de los trabajadores.





