| Entre Ríos EN LOS MEDIOS NACIONALES |
Martes, 16 de diciembre de 2025

Lo peor de Andrés Vázquez. Evasión y servicios de inteligencia en la nueva AFIP

Lo peor de Andrés Vázquez. Evasión y servicios de inteligencia en la nueva AFIP

Lo peor de Andrés Vázquez no es que haya llegado a la máxima conducción de la agencia de recaudación impositiva por ser amigo de sombríos personajes de los servicios de inteligencia, como Leonardo Scatturice y Antonio “Jaime” Stiuso, sino que esté siendo investigado por la Justicia por evasión impositiva, presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero. Entre las autoridades de la ex-AFIP, hoy ARCA, hubo funcionarios honestos y eficientes, como Alberto Abad, y algunos que se dedicaron a la persecución política, como Ricardo Echegaray, pero ninguno tuvo el prontuario judicial de Vázquez.

Los rumores indican que también durante la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía se usó la Aduana, que depende de la ex-AFIP, para negocios poco claros. En su momento lo deslizó la entonces candidata presidencial Patricia Bullrich cuando llamaba “Tongolini” al entonces secretario de Comercio, y responsable de autorizar las importaciones, Matías Tombolini. Aún ahora, se sigue afirmando que la Aduana es conducida en las sombras por su viejo jefe, Guillermo Michel, un hombre de Massa; Michel es actualmente diputado nacional por Entre Ríos.

Según una investigación de Hugo Alconada Mon, el enigmático Vázquez adquirió tres departamentos en condominios en Miami, que estarían a nombre de sus hijas aunque sería él quien paga las expensas. La denuncia pública del caso colocó la investigación en manos del fiscal Carlos Rívolo y del juez Daniel Rafecas, pero otro juez federal, Marcelo Martínez de Giorgi, se quedó con el expediente porque tenía una causa previa relacionada con Vázquez. También cambió el fiscal: ahora es Guillermo Marijuan.

Un tercer juez federal, Ariel Lijo, cerró un expediente que investigaba a Vázquez porque no recibió la información que les pidió a varios paraísos fiscales. Tampoco se sabe si ese magistrado hizo muchos esfuerzos para obtener la información requerida.

El juez Martínez de Giorgi es conocido como un eficaz “anestesiólogo” de causas políticas en los tribunales federales de Comodoro Py. Nunca progresó en su oficina un expediente sobre una carpeta que encontró el exjuez ya fallecido Claudio Bonadio en un allanamiento a una casa de Cristina Kirchner y que contenía información de los servicios de inteligencia sobre políticos y empresarios que la expresidenta no quería. Como la carpeta no tenía ninguna relación con el allanamiento de Bonadio, el entonces juez mandó el caso a sorteo y resultado elegido Martínez de Giorgi. Nunca se supo que este haya hecho nada con esa investigación. Martínez de Giorgi aspira que su esposa acceda a un juzgado federal en la provincia de Buenos Aires, y él mismo no renunció nunca a su ambición de ascender a camarista del fuero federal.

Extrañamente, Vázquez, el nuevo jerarca del organismo encargado de recaudar impuestos entre los argentinos, logró sobrevivir a gobiernos de signos políticos muy distintos. Se acercó al kirchnerismo, cómo no. Fue el jefe del mega operativo contra Clarín en 2009, que incluyó una vasta inspección a las instalaciones del medio periodístico con más de 180 agentes de la agencia de recaudación impositiva. Fue consecuencia de una decisión política del gobierno de Cristina Kirchner en su enfrentamiento con ese medio. Con el gobierno de Mauricio Macri, Vázquez eligió esconderse en una oscura oficina tributaria de La Plata, pero regresó al primer plano con la administración de Javier Milei. Primero como director de la Dirección General Impositiva, que también depende de la ARCA. Tanto Vázquez como el entonces jefe de la ARCA, Juan Pazo, respondían a la influyente familia Caputo. Pazo era hombre de confianza del ministro de Economía, Luis Caputo, mientras Vázquez tenía como jefe político al principal asesor presidencial, Santiago Caputo.

Pazo renunció el lunes a la dirección de la ARCA −quién sabe por qué− y Vázquez ascendió el mismo día al más alto cargo en la estructura de la recaudación tributaria argentina. La novedad más significativa sigue siendo que por primera vez, que se recuerde al menos, está en la cabeza del ente recaudador una persona con causas abiertas por evasión impositiva y lavado de dinero. Hay tareas del Estado que requieren de autoridad moral, además de conocimiento y experiencia. El primer requisito está ausente con la designación en la ARCA.

Sin embargo, semejante absurdo tiene el agravante de que Vázquez cuenta con el padrinazgo de dos personajes muy cuestionados del submundo del espionaje local, Stiuso y Scatturice, ambos también con acceso privilegiado al asesor Caputo. Scatturice, quien estaría vinculado con exagentes norteamericanos de la CIA, es el padrino político de Vázquez. Scatturice, que vive en los Estados Unidos, viene bregando para lograr la ciudadanía norteamericana, pero el gobierno de Washington se la negó hasta ahora.

La extravagante designación de Vázquez pasó casi inadvertida porque sucedió en las mismas horas en que el Banco Central anunció que cambiaría a partir de enero la manera de modificar las bandas cambiarias. Hasta ahora, aumentaban al ritmo de un 1 por ciento mensual, mientras la inflación de los últimos meses parece haber encontrado un piso del 2 por ciento. De ahora en más, las bandas cambiarias se ampliarán de acuerdo con la inflación del último mes. Sucede que la inflación de noviembre fue más alta aún: 2,5 por ciento.

Así las cosas, el atraso cambiario, si se continuaba con el anterior esquema, podría haber acumulado más del 12 por ciento anual, aunque varios economistas señalan que tal atraso no existe hasta el momento. Según ellos, el valor actual del dólar es el valor histórico.

Lo cierto es que lo economistas ortodoxos se dividieron entre los que no le asignan influencia a esa decisión en el precio de la moneda norteamericana y los que, por el contrario, temen que el anuncio de la autoridad monetaria provoque inestabilidad en el mercado cambiario. “No tiene por qué significar una devaluación del peso”, aseguran los optimistas. Otros prefieren, al revés, una devaluación controlada a un mayor margen de libertad en el precio del dólar. Temen, sobre todo, un aumento del valor del dólar por el anticipo del Banco Central, que coincide con una mayor demanda estacional de dólares por el comienzo del período anual de vacaciones.

Entre los que no están de acuerdo con la decisión de las autoridades económica se encuentra el prestigioso economista Ricardo Arriazu, quien dijo este martes: “Hay gente que cree que la incertidumbre es buena. Yo no”. Arriazu favorece, en cambio, un tipo de cambio fijo o una devaluación controlada, porque “nuestra unidad de cambio es el dólar: cuanto más estable sea, mejor”. Arriazu, que suele tener una mirada comprensiva de la gestión de Milei, advirtió que jugar con el mercado cambiario podría terminar con “un choque de la calesita”.

La pregunta que debe hacerse es si se trató de una decisión autónoma del gobierno de Milei o si influyó una insistente opinión del Fondo Monetario Internacional y del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent. La pregunta es pertinente porque el Banco Central anunció al mismo tiempo que se comenzaría con un proceso de acumulación de reservas de dólares, decisión que el Fondo y Bessent le venía reclamando sin suerte al gobierno argentino. Puede ser que tanto el organismo multilateral como uno de los más influyentes funcionarios económicos del mundo le hayan dicho a la administración de Milei que estaba en condiciones de hacer lo que quisiera con el precio del dólar, siempre que no lo hiciera con los dólares del Fondo ni de los Estados Unidos.

“Es probable que el Fondo y Bessent hayan intervenido más de lo que aquí se dice”, señaló otro reconocido economista, Enrique Szewach. Bessent lo rescató a Milei del peligro extremo que vivió entre el 7 de septiembre, cuando el peronismo ganó ampliamente la provincia de Buenos Aires, y el 26 de octubre, cuando el mileísmo se impuso en todo el país, incluido el distrito bonaerense. En medio de esos casi dos meses, Bessent anunció un swap de 20.000 millones de dólares con el gobierno argentino, aunque hasta ahora no usó más que 3000 millones, y un crédito de bancos por otros 20.000 millones de dólares. Esto último no sucedió nunca. Antes de poner un solo dólar en la Argentina, el propio Donald Trump anticipó que el apoyo al país se cancelaría si el 26 de octubre ganaba la oposición peronista a Milei. Algunos analistas de opinión pública estiman que esta última advertencia fue decisiva para el triunfo de Milei en las elecciones del último domingo de octubre.

De todos modos, tanto Milei, que venía asegurando que no se tocaría el esquema preexistente de bandas cambiarias, como el ministro Caputo mostraron una dosis no menor de pragmatismo y ductilidad para modificar sus anteriores posiciones. El precio del dólar es un factor importante en una economía bimonetaria, como lo es la argentina, porque podría cambiar el ritmo de la inflación. Una inflación con tendencia a la baja, aunque todavía teóricamente alta, es el mayor capital político del Presidente. Chocar la calesita podría tener varias consecuencias, no solo las económicas.

Déjanos tu comentario: