César Rodríguez, uno de los empleados que resultó víctima en la última ocasión de robo y que ya es veterano en estas cuestiones, puesto que no se trata de la primera vez se quejó de la falta de seguridad. “Parece una burla, una vez nos asaltaron dos veces en el mismo día. Algunos piensan que tendríamos que reaccionar y defendernos, pero estamos manejando un cuchillo como herramienta de trabajo. Somos gente de trabajo y ellos no tienen que perder, pero nosotros sí. No es fácil reaccionar o decidir cosas cuando a uno le están apuntando y son momentos en los que no se sabe cómo va a terminar todo”.
Finalmente, Ocampo expresó: “No quiero decir que nos pongan una custodia, porque si cada comercio o casa a la que le roban pidiera algo así sería un imposible, pero sí que se investigue, que se trabaje y que se los mantenga a raya. Un hermano decía: `si la sangre tiene olor a sangre es porque estoy herido´ y a nosotros nos vienen dando tajos desde hace rato”.




