Tras una serie de idas y vueltas originadas en la interna del PJ —que, según la oposición, dio lugar a una compleja dinámica legislativa—, el bloque parlamentario del gobernador Martín Llaryora propone avanzar con una serie de modificaciones a la ley de Tránsito y una reforma del Código de Convivencia provincial.
Se trata de dos despachos que unifican varias iniciativas —la mayoría presentadas por la oposición y cajoneadas por más de un año— que el oficialismo presenta ahora como parte de una actualización normativa vinculada a la seguridad vial y el orden público.
Aunque existen puntos de acuerdo, la oposición cambiemista cuestiona las formas. Rechaza que se los lleve “a los empujones”. El PJ, de hecho, quedó enredado por su interna, lo que provocó que aún no haya dictamen del nuevo Código de Convivencia, proyecto que concentrará la discusión con el foco puesto en la prohibición de los “naranjitas truchos” y los limpiavidrios.
“Lo que vamos a vivir el lunes no es urgencia. Son 26 años de un gobierno peronista que se ha quedado sin rumbo y sin ideas”, apuntó el jefe de la bancada UCR, Matías Gvozdenovich. Los radicales reaccionaron así ante la decisión del oficialismo de tratar “a las apuradas” esta reforma en la última sesión del año, que será maratónica y se extenderá hasta bien entrada la madrugada del martes.
“Este gobierno, a los apurones e improvisando, pretenden traer una modificación profunda al Código de Convivencia, sin consultar a especialistas en la materia y habiendo rechazado en agosto 2024, el mismo proyecto que hoy pretenden discutir”, sumó Alejandra Ferrero. La oposición boina blanca atribuye las idas y vueltas a “la interna PJ”, con la mira puesta en la capital y en una lectura electoral.
Mano dura
El PJ convocó para la mañana del lunes a comisión con el objetivo de tratar un texto oficialista que buscará dictaminar para que llegue por la tarde al recinto. Según el peronismo, la intención es adaptarlo a los cambios tecnológicos y sociales que alteraron las formas de convivencia en la última década y media.
Con esta reforma, el gobierno de LLaryora dio la señal de que aplicará “mano de dura” para ordenar la calle, en respuesta a los tiempos de mayor reclamo por seguridad y a las percepciones que reflejan los sondeos sobre el clima social.
El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, insiste en que “el orden público y la paz social no se negocian”. Frente a los cambios anunciados, reforzó el mensaje: “No criminalizamos la pobreza”.
Uno de los ejes centrales de la reforma es la incorporación del Ministerio de Seguridad como autoridad de aplicación, con un papel más activo en el diseño y la planificación de la política contravencional.
Entre las principales modificaciones se destacan:
- Cambios en el régimen de cuidacoches, que sólo quedarán habilitados cuando cuenten con autorización municipal o comunal. La finalidad es erradicar a los “naranjitas truchos”.
- La prohibición expresa de la actividad de limpiavidrios, que se incorporará como contravención por carecer de regulación y por constituir un riesgo para la seguridad vial.
- La incorporación como contravención de las fiestas clandestinas.
- La sanción por incumplimiento del calendario obligatorio de vacunación de menores de edad.
- Ajustes en penas y sanciones para diversas conductas que afectan la convivencia urbana.
En el caso de los cuidacoches, la legisladora Nadia Fernández aclaró que el estacionamiento medido es competencia de los municipios y que toda actividad no autorizada quedará prohibida. En cuanto a los limpiavidrios, la prohibición será total.
El opositor Gregorio Hernández Maqueda, uno de los impulsores más firmes de la restricción a los cuidacoches, cuestionó la propuesta del peronismo. “Ni naranjitas ‘legales’ ni ‘ilegales’. No vamos a avalar una actividad extorsiva disfrazada de convivencia y seguridad”, afirmó. En ese marco, el liberal mileista insistirá en la prohibición total de naranjitas y limpiavidrios en Córdoba. “No aceptamos ‘legales’”, recalcó.
Las posibles sanciones para los padres de niños y niñas que no estén vacunados —que podrían incluir trabajo comunitario, multas o arresto— se definirán en el texto final y en la reglamentación posterior. Fernández subrayó que la medida vendrá acompañada por campañas de concientización sanitaria impulsadas por el Ministerio de Salud.
A pesar de la sensibilidad del tema, desde el oficialismo sostienen que existe un consenso amplio entre los bloques para avanzar con la actualización del Código de Convivencia, que se pondrá en debate en la sesión del lunes. No obstante, persiste tensión en la Unicameral porque la UCR rechaza que se los lleve “a los empujones”.
Ley de Tránsito
Una de las modificaciones más relevantes en materia de tránsito será la incorporación formal de los sistemas de encendido automático de luces -conocidos como DRL- como válidos para circular durante el día. Es una adecuación largamente reclamada por conductores en Córdoba, ya que muchos vehículos nuevos incorporan estos dispositivos de fábrica.
Con la reforma, quienes circulen por rutas provinciales o nacionales con luces DRL encendidas no podrán ser sancionados por la Policía Caminera. La norma aclara que la validez opera exclusivamente durante el día y que, para los vehículos que no cuentan con esa tecnología, se mantiene la obligación de llevar las luces bajas encendidas.
Desde el oficialismo explicaron por qué Córdoba era una de las pocas provincias que aún no había incorporado este criterio y defendieron el proceso de análisis realizado por los equipos de seguridad vial. “La provincia siempre ha sido muy exigente en seguridad vial y eso se refleja en la reducción de accidentes en las últimas décadas”, justificó Fernández.
Además, la reforma de la ley de Tránsito contempla el endurecimiento de sanciones para conductas temerarias, especialmente en autopistas y autovías. Se prevé un aumento de multas y una agravación de las penas por infracciones relacionadas con excesos de velocidad y maniobras de alto riesgo.
