Las santafesinas anotaron los cinco tiros, contra uno que había marrado el CAE, lo que hizo que el último no se efectuara, desatándose la euforia de unos y el desconsuelo de otros. Los penales son así, y en algunos casos, se aciertan con un poco de concentración, efectividad y suerte, para tratar de sorprender y contrarrestar la habilidad de la arquera. El CAE, un plantel que había demostrado cierta superioridad en este certamen, con verdaderos talentos, como Aranguren, Giraudón, Rodríguez, Caviglia y Re, no merecía este final.
No hay culpables, más allá del festejo de quiénes acertaron contra la bronca de la que no pudo, y que esa tarde una vez más, cumplió un gran papel en la cancha. Ya habrá revancha, algo similar les sucedió a Las Leonas en el último Champions Trophy frente a Holanda, donde no alcanzaron la medalla de bronce por los penales, y ahora piensan en el Mundial. (El Diario).




