Miércoles, 15 de octubre de 2025   |   Justicia

Laurta había sido denunciado por otra mujer en un juzgado de Familia en Uruguay

Laurta había sido denunciado por otra mujer en un juzgado de Familia en Uruguay

Pablo Rodríguez Laurta había sido denunciado ante un Juzgado de Familia Especializada de Uruguay. La denuncia, presentada por una mujer en 2024, motivó que la Justicia le impusiera una orden de restricción de 400 metros respecto a ella, según consta en la documentación judicial.

Esos juzgados intervienen en asuntos que requieren respuesta inmediata en materia de niños, adolescentes, violencia doméstica y violencia basada en género. Una fuente cercana a Rodríguez Laurta aseguró que la denuncia fue por acoso y que él no consideraba que lo ocurrido constituyera tal conducta.

El diario El País publicó este miércoles un informe que retomó a El Entre Ríos, de Colón, y aludió a dos decretos del juzgado de Familia Especializada que actuó en el caso. El primero está fechado el 19 de noviembre de 2024. Invocando normativa nacional e internacional sobre violencia de género, la jueza Lilián Elhorriburu resolvió prohibirle a Laurta acercarse a la denunciante en un radio de 400 metros hasta el día 15 de mayo. También ordenó la realización de un informe de valoración de riesgo para la víctima, tal como establece la legislación.

El segundo decreto es del 13 de mayo de este año. Tres meses antes, en febrero, Rodríguez Laurta había estado 28 días detenido en Córdoba por denuncias de su expareja, Luna Giardina, a quien —según la investigación— asesinó el fin de semana pasado.

El decreto del 13 de mayo se firmó tras una audiencia realizada ese mismo día. La jueza determinó que la orden de restricción siguiera vigente los dos días que restaban de su plazo y luego quedara sin efecto. Este tipo de decisiones suelen adoptarse cuando los técnicos y la víctima, de común acuerdo, consideran que ya no existe riesgo.

Ninguno de los dos decretos exhibe el contenido específico de la denuncia.

Rodríguez Laurta está acusado de haber asesinado a su expareja, Luna Giardina, y a la madre de ella, Mariel Zamudio, el sábado pasado. Según la investigación, les disparó en la casa donde se encontraba el hijo de ambos, a quien luego secuestró y trasladó desde Córdoba hasta Concordia. El niño está bajo custodia de las autoridades de Entre Ríos.

De acuerdo con la pesquisa policial, días antes el hombre alquiló una cabaña en Salto y practicó cruzar el río en kayak para llegar a Argentina. El 7 de octubre emprendió viaje con un chofer —con el que ya había realizado otros viajes— hacia Córdoba.

Ese chofer desapareció y su auto fue hallado incendiado en Córdoba. Este martes se confirmó que el cuerpo encontrado el lunes corresponde “en un 99%” a Martín Palacio, el remisero que transportó a Rodríguez Laurta. “Faltan su cabeza y sus brazos”, dijo a El País el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia. La billetera de Palacio fue hallada en el hotel donde se escondía el agresor.

En Córdoba, Rodríguez Laurta habría cometido los crímenes y secuestrado a su hijo de cinco años. Primero tomó un taxi con el niño hasta la Terminal de Córdoba y desde allí abordó otro vehículo con rumbo a Entre Ríos. El conductor del segundo tramo —un viaje que supera las ocho horas— relató cómo transcurrió el trayecto.

El chofer, que habló con el medio argentino Cadena 3 y prefirió mantener su identidad en reserva, contó que se encontró con Laurta a las 11 de la mañana del sábado. Aunque al inicio Laurta pidió ir a Concordia, cambió de opinión a mitad del viaje y solicitó finalizar en Gualeguaychú. “Me llamó la atención que al niño no le ofrecía comida, le daba golosinas y lo mantenía con eso”, relató.

Además dijo que el niño vomitó durante todo el trayecto y que hicieron varias paradas en la ruta. “El niño estaba amarillo y estaba vomitando, tenía fiebre, se le notaba en la frente, transpiraba mucho. Le ofrecí llevarlos a un centro médico para que lo controlaran y él me dijo que no, que no quería llegar tarde”, contó. Durante el viaje, Laurta fue consultando la disponibilidad de camas en dos hoteles: el Praga, en Concordia, y el Berlín, en Gualeguaychú —donde finalmente fue detenido—.

“Él me contaba que tenía un problema con su expareja, noté que tenía mucha bronca. Hoy en día uno puede discutir con su pareja y tener algún comentario fuerte, no me extrañaba. Pero cuando se exaltaba yo le decía que pensara en que se iba a ir de vacaciones con su hijo”, dijo el conductor.

Según el taxista, Laurta se refirió a Giardina como una “hija de puta” que “le había cagado la vida”. “Al niño le decía: por un largo tiempo no vas a ver más a tu mamá, nos va a dejar en paz, nos va a dejar tranquilos”, relató.

Este martes también habló una de las hermanas de la víctima por parte de padre. En declaraciones a El Doce TV afirmó que hacía tres años que lo venían denunciando y agregó: “Ella quería proteger a su hijo ante todo. Su miedo más grande era que le hiciera daño a él”.

“Ahora ya pensar en lo que se podría haber hecho no tiene sentido porque no las va a revivir, pero sí a que él pague y que Pedrito pueda vivir tranquilo y en paz donde sea que vaya a residir”, dijo, en referencia al hijo de su hermana, e insistió en que no quiere que quede al cuidado de ningún miembro de la familia paterna.

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