Sábado, 1 de noviembre de 2025   |   Campo

Las urnas hablaron: el campo tiene mucho para aportar

Las urnas hablaron: el campo tiene mucho para aportar

El triunfo popular del Gobierno en las elecciones legislativas nacionales del domingo pasado despejó una de las principales incógnitas sobre el escenario de corto plazo. No habrá vuelta al pasado: el foco estará en lo que hay que hacer para que la economía vuelva a crecer.

Para la agroindustria la nueva etapa plantea varios desafíos. Lo más importante, quizás, será no quedar afuera de la agenda de reformas que el Gobierno pretende impulsar. En primer lugar está la reforma impositiva: según lo adelantado por el ministro de Economía, Luis Caputo, se trata de replantear la estructura tributaria para aliviar la carga sobre la producción. En el sector agropecuario la lista es amplia: además de los Derechos de Exportación (DEX), figuran el impuesto al cheque y los Ingresos Brutos (estos últimos a cargo de las provincias). El propio Caputo reconoció que los DEX, mal llamados retenciones, deberían desaparecer; sin embargo, no precisó cuándo.

La campaña de granos gruesos 2025/26 arrancó con un cuadro de alícuotas definido a fines de julio, cuando el presidente Javier Milei confirmó que la rebaja dispuesta en enero tendría carácter permanente. Pero tanto esa medida temporal como la reducción ordenada en septiembre —que duró apenas tres días— tuvieron por objetivo incentivar las ventas de granos para que los exportadores liquiden divisas y el dólar se mantenga dentro de la banda fijada por las autoridades económicas. La respuesta fue contundente: cuando el Gobierno necesitó al campo, el campo respondió.

El desafío ahora es que el Gobierno entienda que el agro puede aportar mucho más que soluciones de emergencia. Existe una agenda de temas estructurales propios que podría contribuir a un salto productivo.

desborde del río Salado. Altura ruta 5, acceso a Alberti. Afectados por las constantes inundaciones. CAMPO: una recorrida de dos días por zonas anegadas de 9 de Julio y Carlos Casares. Ricardo Pristupluk

Entre las reacciones al resultado electoral se destacó la de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que reclamó mejorar la infraestructura, en especial porque una extensa porción del territorio productivo sufre inundaciones. No es solo responsabilidad del gobierno nacional: la provincia de Buenos Aires y los municipios también tienen mucho por hacer.

Otros temas pendientes son los proyectos de ley ya presentados en el Congreso, que hasta ahora tuvieron escaso acompañamiento del oficialismo. Con el crecimiento del bloque libertario y de los aliados se espera que esas iniciativas tomen una orientación más favorable para la producción.

La Fundación Barbechando, especializada en los temas legislativos del agro, destacó que tras el resultado de los comicios las reformas laboral e impositiva y el presupuesto “marcarán la hoja de ruta del oficialismo”. Además, identificó una “ventana de oportunidad” para que la agenda agroindustrial —biocombustibles, fitosanitarios, infraestructura— gane espacio entre las prioridades del nuevo Parlamento. La entidad impulsa un “Espacio Legislativo del Agro” para “generar puentes entre el Congreso y la agrobioindustria, sin que las banderas partidarias sean un límite”. En un informe detectó al menos diez nuevas figuras, entre senadores y diputados, que podrían respaldar la agenda del agro.

¿Lo harán por generación espontánea o tras un trabajo persistente de la cadena agroindustrial? Si se opta por la primera alternativa, ya se conocen los resultados. En cambio, si prevalece la segunda, el agro debería tener presente la experiencia política durante el gobierno de Mauricio Macri cuando, pese a contar con un Poder Ejecutivo favorable a la producción, no se lograron los consensos necesarios para aprobar leyes que modificaran el rumbo; la ley de semillas fue una de las iniciativas que naufragó.

Cuanto más acuerden entre sí las entidades de la producción, el comercio y la industria del agro para impulsar políticas, más sencillo será convertirlas en realidad. No alcanza con la presión sobre el Gobierno y los legisladores: los gobernadores vuelven a tener un rol clave en las alianzas que el oficialismo necesita para sus reformas. Si mandatarios como los de Santa Fe y Córdoba han expresado durante la campaña la necesidad de terminar con impuestos distorsivos como los DEX, allí existe un bloque político que el agro debería tener en cuenta.

También en la sanción de una nueva ley de biocombustibles, que permita un mayor uso de biodiésel y bioetanol, el sector tiene un campo de acción concreto. Los desafíos globales obligan a actuar con rapidez para no quedarse rezagados.

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