Al cumplirse un año del asesinato del maestro neuquino Carlos Fuentealba, la asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) se movilizó ayer a Casa de Gobierno, junto a la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) y la Unión Docentes Argentinos (UDA). La actividad en las escuelas tuvo restricciones entre las 10 y las 14 y se realizaron jornadas de reflexión en torno al tema.El secretario de Organización de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos, César Baudino fue uno de los oradores. Frente a la Casa de Gobierno pronunció: “Se pueden apoyar las retenciones o impugnarlas, su forma de aplicación indiscriminada es la falta de coparticipación en las provincias y los pueblos que producen las riquezas”, señaló.“No abrir la discusión, no aceptar el debate eso es hacerle el juego a la derecha; no ir al fondo contra los grupos concentrados de la economía, no hacer una profunda reforma tributaria, no recuperar el control de la energía, del transporte ferroviario y del comercio exterior, eso sí que es hacer el juego a la derecha”, señaló el dirigente docente.En otro momento hizo referencia al salario docente: “Nuestro compañero peleaba por salarios, salió a la ruta a pelear contra el piso-techo de los 1.040 pesos. Hoy seguro que saldría a la calle por el piso-techo de los 1.290 pesos, porque son una porquería. Tenemos que seguir luchando por la canasta familiar total; con la inflación que se creó este último tiempo, los 1.290 no alcanzan para vivir dignamente”.En diálogo con UNO, Susana Acevedo, secretaria general de Agmer seccional Paraná, indicó que “así como los compañeros de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina) terminaron de construir la casa que Fuentealba había dejado trunca, nosotros tenemos la amplísima responsabilidad de seguir con la lucha, con las banderas que él levantó y que lo llevaron a la ruta, y que concluyeron con el asesinato de Carlos Fuentealba”, aseguró.“Hasta que no alcancemos una justa distribución de las riquezas que genera este país, no habrá trabajadores que puedan tener un salario con dignidad, por eso es nuestro empeño en la pelea por la distribución de la riqueza. No puede haber un gobierno central que tenga 70.000 millones de dólares en el Banco Central y que haya tanta pobreza diseminada por la Argentina”, apuntó Acevedo y agregó: “Lo único que hacen es repartir migajas como una forma solamente de garantizar que no haya estallidos sociales, pero que de ninguna manera solucionan el problema de fondo”.