
SAN PABLO, BRASIL – En un mundo caracterizado por tensiones geopolíticas, cambio climático y nuevas demandas comerciales, los representantes de cuatro importantes entidades financieras y empresas del agro coincidieron en un mensaje contundente: el campo sudamericano no puede seguir operando como hasta ahora. Esta región, que ya alimenta a millones de personas y concentra una parte esencial de los recursos naturales del planeta, requiere un cambio estratégico. Durante el debate, se subrayaron varias claves: formación de talento, alianzas público-privadas, mayor eficiencia y reglas claras.
En la segunda jornada del World Agri-Tech South America, en San Pablo, evento en el que LA NACION participó gracias a un viaje organizado por BASF, se desarrolló el panel “Construyendo resiliencia climática a través de la agricultura sostenible”, donde se discutieron algunas pautas para avanzar en este sentido.
Fabiana Alves, CEO de Rabobank Brasil y gerente general para Sudamérica, advirtió que “el próximo año traerá nuevos desafíos complejos, como la sostenibilidad, la transformación digital, la resiliencia climática y la competitividad global en un entorno geopolítico muy volátil”.
Bruno Ferla, vicepresidente de Fusiones y Adquisiciones, Asuntos Legales, Cumplimiento y Gobernanza de BRF
Frente a estos retos, expresó que es imperativo desarrollar nuevas habilidades en los profesionales. “Necesitamos conocimientos en agrotecnología, análisis de datos, comercio global y cumplimiento de regulaciones internacionales, así como estrategias logísticas innovadoras, políticas públicas, ciencia climática, gestión de riesgos y transformación digital. Hay mucho que integrar en los perfiles actuales de talento. Existe una gran brecha, y este contexto exige un cambio estratégico”, sostuvo.
Para la ejecutiva, esta transformación no puede surgir únicamente del sector privado. “Se requieren alianzas entre el ámbito académico, la investigación, las empresas y el sector público, con políticas públicas y asociaciones público-privadas, para desarrollar la nueva fuerza laboral que se necesita”, mencionó.
“Es crucial reunir profesionales para debatir el perfil de negocio que Sudamérica necesita a futuro. Nos enfrentamos a un gran desafío en el desarrollo de talento y fuerza laboral, pero también contamos con las herramientas necesarias para afrontarlo”, afirmó.
Alejandro López, director de Sustentabilidad (CSO) de Adecoagro, coincidió en que formar personas capaces de enfrentar este entorno se torna cada vez más difícil. “Es un desafío inmenso capacitar a personas, y cada vez es más complicado. Incluso cultivar maíz o caña de azúcar representa un desafío. Integrar maquinaria en procesos que eran manuales hace 10 o 15 años también resultó complicado”, manifestó. Según su perspectiva, no solo se requieren conocimientos técnicos, sino asimismo una nueva mentalidad: entender la comunidad, los mercados, la eficiencia y cómo generar ingresos.
“Es fundamental comprender lo esencial: la relación con la realidad y la eficiencia. A pesar de que discutamos sobre escenarios muy sofisticados, no podemos perder de vista las bases del negocio: cómo generamos ingresos y cómo podemos ser más eficientes en todo lo que hacemos. Eso es, al menos, visión y negocio”, comentó.
Alejandro López, de Adecoagro
Ante la pregunta de cómo invertir en tecnología y capacitar a todas estas personas, al mismo tiempo que se obtienen ganancias, Alves explicó que los gastos de capital y operativos deben abordarse de forma diferente. “La capacitación para el futuro es capital y debe considerarse como una inversión a largo plazo, basada en una estrategia”, indicó.
Bruno Ferla, vicepresidente de Fusiones y Adquisiciones, Asuntos Legales, Cumplimiento y Gobernanza de BRF, instó a que los gobiernos también sean parte de esta transformación: “Debemos cooperar con el mercado financiero, con aquellos que desarrollan tecnología, con los proveedores —ya sean de ganado, granos o cualquier otro recurso— y también con el gobierno”, afirmó. Además, solicitó la reducción de barreras para facilitar el financiamiento y la exportación. “Necesitamos que se eliminen los obstáculos. Cuando hay interés en comprarnos pero se imponen barreras, ya sean aranceles, normas o cualquier otra limitación, eso solo incrementa nuestros costos y genera incertidumbre financiera”.
Y dirigió un mensaje a Europa. “Contamos con una plataforma de producción muy sostenible, estamos haciendo las cosas bien, pero necesitamos que eso se reconozca internacionalmente. El gobierno está intentando transmitir ese mensaje, aunque no es fácil. Debemos apoyarlos”, señaló.
Fábio Neufeld, jefe de Soluciones Financieras de Syngenta
Fábio Neufeld, jefe de Soluciones Financieras en Syngenta, coincidió en que la regulación, si bien es necesaria, no debe ralentizar los procesos de tal manera. “Si una norma tarda demasiado en aprobarse, eso encarece todo. Alimenta la inflación y eleva el costo del capital”, alertó. También defendió el papel de la tecnología en pro de la sostenibilidad. “Nosotros producimos medicamentos para las plantas. Es medicina. Si una planta tiene un hongo, necesita tratamiento”, ejemplificó.