
La disputa por la presidencia de la UCR impacta de lleno en el Congreso. El Comité Nacional definirá quién reemplaza a Martín Lousteau el 12 de diciembre y frente a la caída drástica de representantes en el Congreso, el radicalismo pelea por bloques unidos en ambas Cámaras. El rol de los gobernadores será clave.
Como contó Clarín, la falta de una estrategia partidaria nacional sumada a que arriesgaban el 70% de sus bancas hizo que el partido centenario viva una de sus peores elecciones.
En Diputados, la figura de Javier Milei ya había hecho estragos en la bancada radical presidida por Rodrigo de Loredo, que en los últimos dos años se partió en cuatro. De los 33 iniciales terminaron siendo 14. Este año se les vencía el mandato a 11 de ellos y sólo pudieron retener 3 lugares.
Por eso, hasta ahora, la bancada colorada oficial tiene 6 legisladores asegurados en Diputados: los mendocinos que responden a Alfredo Cornejo (Pamela Verasay y Lisandro Nieri), quien aunque compitió con la boleta de La Libertad Avanza, aseguran que sus legisladores se quedarán en el bloque radical. En cambio, su cabeza de lista, el ex radical Luis Petri integrará el bloque de LLA.
A ellos se les sumarían Darío Schneider de Entre Ríos y Guillermo Aguero y Gerardo Cipolini de Chaco. Los tres que también a responden a gobernadores (Rogelio Frigerio y Leandro Zdero, respectivamente) que jugaron junto a Javier Milei en la elección nacional. A ellos se suma la bonaerense Karina Banfi, quien tiene mandato hasta 2027.
Los tres “radicales peluca” ya confirmaron esta semana que no vuelven al redil. Por lo contrario se terminaron de saltar al oficialismo e integrarán la bancada de La Libertad Avanza.
Los “radicales pelucas” junto a Martín Menem.Aliados u opositores a Milei; el dilema de fondo en la UCR
En este contexto lo que pase con la conducción del Comité Nacional impactará de lleno en el futuro del Partido y de los bloques. El 12 de diciembre el Partido elegirá al reemplazante de Lousteau, quien ya confirmó que no buscará la reelección.
Lousteau, de hecho, será diputado a partir del 10 de diciembre (entró con lo justo) pero no integrará el bloque de la UCR sino el de Provincias Unidas; el sello que idearon un grupo de gobernadores para competirle al Gobierno y al kirchnerismo (y no le fue muy bien). Con él se ubicará otra radical: Mariela Coletta, quien actualmente integra la bancada de radicales opositores a Milei, Democracia para Siempre, que también quedó licuada.
Pero también fueron parte del armado de Provincias Unidas tres gobernadores radicales: el correntino Gustavo Valdés, el jujeño Carlos Sadir y el santafesino Maximiliano Pullaro.
Valdés fue el único radical que consiguió imponerse, con superioridad, sin haber hecho alianza con el Gobierno. Eso lo dejó posicionado como candidato a la presidencia de la UCR. De hecho, el operativo clamor ya empezó en redes.
Gobernadores radicales en Provincias Unidas. Fotos Emmanuel Fernández.Lo cierto es que Valdés intentó un acuerdo electoral con LLA pero Karina Milei se lo negó porque prefirió ir con candidatos propios en su provincia. Desde ese momento, el mandatario endureció muchísimo la posición con el Gobierno.
Tiene el aval de Sadir, Pullaro y el sector de Lousteau y el armador porteño Emiliano Yacobitti frente al Comité, pero incomoda a Cornejo y Zdero que preferirían otra opción, aunque aseguran que ellos no quieren asumir.
Otros señalaron como posible competidor al senador bonaerense Maximiliano Abad, pero desde su entorno también niegan que quiera participar de la contienda. “No está en sus planes”, sentenciaron.
“Se apuran por decidir nombres y no por la línea que debe seguir el Partido”, analizó una fuente radical. En ese sentido, varios mandatarios también analizan su postura porque aseguran que “la luna de miel va a durar poco” si, como dijo el salteño Gustavo Sáenz, “el poncho no aparece”.
En otras palabras, advierten que si otra vez el Ejecutivo hace promesas (de fondos y obras) que no cumple la tensión con los mandatarios va a volver a escalar.
El impacto en los bloques
Lo que pase impacta de lleno en los bloques del Congreso. Si llega a ser Valdés el presidente del partido, el correntino Eduardo Vischi tendría que dejar la presidencia del bloque de la UCR en el Senado, donde sostener la unidad del radicalismo parece más factible. “El comité y el bloque no los conducen las mismas provincias”, explica un radical.
En Diputados el panorama es más complicado. La bancada de Provincias Unidas está contando como propios no solo a Lousteau y a Coletta, sino también a Pablo Juliano -radical díscolo aliado a Facundo Manes que quedó en soledad en la Cámara- y a los diputados de Valdés y Sadir: Diógenes Gonzalez, y María Inés Zigarán, y Mario Pizarro
Pero si Valdés quedara al frente de la UCR sería ilógico que, al menos su diputado, no integre la bancada radical oficial. ¿Qué harían en ese caso los otros mandatarios radicales? Un foco de tensión se abre con Provincias Unidas.
En el Parlamento, bregan por la unificación. “La idea es que tengamos un método de toma de decisiones y no tanto fijación de nombres propios. Tenemos que reconstruir una identidad radical con una agenda que incluya a las 5 provincias que gobernamos y que los que no gobiernan tengan también un espacio de apoyo y contención para posicionarse. Un bloque con identidad propia”, resumió una legisladora que participa de las conversaciones.





