
Enestas elecciones, la paridad está garantizada para todos los cargos electivosnacionales por una ley de 2017, pero no para los cargos provinciales ymunicipales, en donde debe existir una regulación local. La “ola de paridad” delos últimos años hizo que en los comicios provinciales este año hubiera 14territorios con representantes bajo este régimen de igualdad, mientras otrosdiez aún no poseen normas en este sentido.
Una de las primerasprovincias en sancionar un régimen de paridad fue Córdoba. En el año 2000aprobó la ley en la que se estableció que las listas de cargos previstos en laConstitución provincial estén integradas en un 50% por mujeres y en un 50% porvarones, con una postulación en forma alternada y secuencial, o seaintercalando un candidato de cada género por cada tramo de dos candidaturas.
Más tarde se sumaron Río Negro (en 2003) y Santiago del Estero, en 2008. Desdeentonces, hubo una larga pausa hasta 2016, momento en que se inició la “ola deparidad”. Santa Cruz, Salta, Neuquén y Buenos Aires aprobaron las leyes esteaño, mientras que en Chubut se sancionó un año después. En 2018, la Ciudad deBuenos Aires, Catamarca, Chaco, Mendoza, Misiones. En tanto, Formosa fue laprovincia que se sumó recientemente ya que en abril de este año aprobó porunanimidad el proyecto enviado por el Ejecutivo provincial.
La Argentina fue pionera en Latinoamérica al impulsar una ley nacional de cupofemenino, en 1991, que se replicó luego en las Legislaturas provinciales convariantes propias. Estas primeras normas sufrieron luego varias modificaciones,que se desprendieron de los trucos con los que se conseguía evadir sufinalidad: ubicar a las mujeres en posiciones no elegibles o entre lossuplentes.
Los territorios que aún no tienen normas en este sentido son:Tucumán, Tierra del Fuego, Santa Fe, San Luis, San Juan, La Rioja, La Pampa,Jujuy, Entre Ríos y Corrientes. Entre estas provincias en las que el “50% y50%” no existe, hay algunas viejas normas de cupos, como en Entre Ríos, dondese asigna solo un 25% a la participación femenina.
“Desde la leyde cupo femenino y los resultados positivos alcanzados en los primeros años desu implementación, las mujeres siguen subrepresentadas”, apunta CarolinaTchintian, del programa de Instituciones Políticas de Cippec. “En la Cámara deDiputados las mujeres ocupan el 39% de las bancas y en el Senado, el 42% -agregan-,y la subrepresentación se acentúa en las provincias, donde las legisladorasocupan en promedio un 33% de los cargos en las cámaras de diputados y un 24% enlos senados”.
La politóloga Luciana Berman advierte que “para ver elimpacto real de la paridad tiene que haber varias aplicaciones”. Berman, queinvestiga la participación de las mujeres en los procesos electorales dentrodel Instituto Gino Germani (IIGG), explica que los regímenes de paridad nogarantizan que en una sola elección se altere radicalmente la composición de uncuerpo de legisladores porque hay otros factores que pueden atenuar su impacto(que se renueve solo una fracción de los cuerpos; que sean varones los queencabecen sistemáticamente las listas por las que ingresa un solo representantey hasta resoluciones de la Justicia Electoral que permitan no cumplir con lasnormas), aunque destaca que sí traerán aparejados algunos avances.
Uno de losmás significativos se dará en Catamarca; hay PASO el 11 de agosto y eleccionesprovinciales el 27 de octubre. Allí se aplicará por primera vez la leysancionada en julio de 2018, la Cámara alta provincial está compuestaíntegramente por varones.



