
La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución que exige el regreso inmediato e incondicional de los niños ucranianos trasladados por la fuerza al territorio ruso desde el inicio de la invasión, en febrero de 2022. La votación fue de 91 países a favor, 12 en contra y 57 abstenciones.
Aunque la resolución no es vinculante, la ONU demanda a la Federación de Rusia la suspensión total de traslados forzados, deportaciones, separaciones familiares y cualquier cambio de identidad, como la concesión de la ciudadanía rusa o la integración de menores en familias de acogida.
Según el registro nacional “Niños de la Guerra”, citado por The Kyiv Independent, al menos 19.546 menores han sido identificados como trasladados por la fuerza a Rusia o a territorios bajo su control, y únicamente 1.859 han regresado a sus familias ucranianas.
Las autoridades de Kiev, incluida la primera dama Olena Zelenska, sostienen que el proceso de retorno requiere un enfoque integral: no solo el traslado físico, sino también el restablecimiento social y psicológico de los menores en sus comunidades.
Durante el debate en la sede de la ONU, la viceministra ucraniana Mariana Betsa denunció que Rusia ejecuta “la mayor operación de secuestro estatal de la historia” y remarcó que un acuerdo de paz depende explícitamente del retorno total e incondicional de los niños.
Esta exigencia, compartida por los gobiernos europeos y la Unión Europea (UE), subraya que el destino de los menores no debe estar sujeto a negociaciones políticas ni a la duración del conflicto.
La posición del Kremlin fue defendida por la representante adjunta ante la ONU, Maria Zabolotskaya, quien rechazó la resolución, consideró infundadas las acusaciones y alegó que la evacuación se realizó para proteger a los menores.
El tema ha generado gran presión diplomática y mediática contra Moscú. Desde 2023, la ONU incorporó al ejército ruso en su lista de violadores de los derechos de la infancia en conflictos armados, y, según AFP, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió una orden de arresto contra el presidente Vladímir Putin por su presunta implicación en la deportación ilegal de menores.
La campaña Bring Kids Back UA, liderada por Zelensky y Zelenska, cuenta con el respaldo de una coalición internacional que incluye a gobiernos, organismos multilaterales, empresarios y entidades sociales.
En una cumbre celebrada en París, representantes de 42 países, la UE, el Consejo de Europa y la OSCE debatieron los mecanismos para el rastreo, la identificación y la repatriación de menores desplazados, junto con la implementación de programas de salud mental e integración social.
En ese contexto, la cooperación internacional se considera clave para salvar a los 1,6 millones de niños ucranianos que podrían permanecer en áreas bajo control ruso y para garantizar el cumplimiento de los derechos de la infancia.
La aprobación de la resolución por la ONU refuerza el llamado global a proteger a los menores afectados por la guerra y a encontrar soluciones inmediatas para reunificar a las familias separadas.
(Con información de AFP)




