
Este martes, Miroslav Jenca, asistente secretario general para Europa, Asia Central y las Américas de las Naciones Unidas (ONU), advirtió ante el Consejo de Seguridad que la expansión de las operaciones militares de Israel en Gaza podría tener “consecuencias catastróficas” para millones de palestinos, así como poner en riesgo la vida de los rehenes que aún se encuentran en la Franja, según las declaraciones recogidas durante la reunión.
Jenca enfatizó que “no hay una solución militar al conflicto en Gaza ni al conflicto israelí-palestino en general” y pidió la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes retenidos en el enclave.
Estas advertencias se producen en un contexto en el que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, evalúa la posibilidad de una ocupación total del territorio palestino mientras continúa su visita a instalaciones militares. “Es necesario completar la derrota del enemigo en Gaza, liberar a todos nuestros rehenes y garantizar que Gaza no vuelva a ser una amenaza para Israel”, declaró Netanyahu durante una visita a una base militar.
A lo largo de los 22 meses de guerra contra el grupo terrorista Hamas, las fuerzas israelíes han devastado amplias áreas de la Franja de Gaza, donde la población se enfrenta a una grave crisis humanitaria, agravada por el bloqueo y los combates. Las advertencias sobre la hambruna han aumentado, intensificando la presión sobre el gobierno de Netanyahu para que detenga la ofensiva armada.
El conflicto se inició el 7 de octubre de 2023, tras el ataque de Hamas que provocó la muerte de 1.219 personas, en su mayoría civiles, según cifras oficiales. Durante esa jornada, los terroristas palestinos capturaron a 251 personas, de las cuales 49 siguen en manos de sus captores, incluidos 27 que las autoridades israelíes presumen fallecidos.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, la ofensiva israelí ha causado al menos 61.020 víctimas mortales. La ONU advierte que la ayuda humanitaria que logra ingresar a Gaza es insuficiente ante la creciente hambruna. “El hambre se refleja en los rostros de los niños y en la desesperación de los padres que arriesgan sus vidas por acceder a lo más básico”, manifestó Jenca ante el Consejo de Seguridad.
El martes, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, se presentó en la sede de la ONU para insistir en la “liberación inmediata e incondicional” de los rehenes, posicionando esta cuestión como “prioritaria” en el escenario internacional. Durante la sesión, Jenca reiteró su llamado a la liberación sin demora de todas las personas retenidas y denunció que “Israel sigue restringiendo severamente la entrada de asistencia humanitaria a Gaza, y la ayuda permitida es gravemente inadecuada”.
Por otro lado, en una conferencia de prensa, Farhan Haq, portavoz de la Secretaría General de la ONU, subrayó que la cantidad de suministros que ingresa a Gaza no satisface las necesidades de la población y que persisten “impedimentos” tanto en la entrada como en la distribución de bienes básicos. Haq solicitó una “escalada urgente” en la llegada de provisiones y la creación de condiciones que permitan a las organizaciones brindar ayuda de manera rápida, segura y eficiente.
Asimismo, el portavoz señaló que, además de la escasez de alimentos, hay falta de medicación, y el deterioro del sistema sanitario se agrava por la ausencia de combustible. Ayer, la ONU entregó tres camiones de combustible en Ciudad de Gaza que se destinarán a mantener el funcionamiento básico de infraestructuras esenciales de agua, higiene y telecomunicaciones.
La ONU reitera la necesidad de utilizar “todos los puertos disponibles” para facilitar el ingreso de más ayuda humanitaria y bienes comerciales al enclave, aunque actualmente solo están operativas dos vías de acceso. Haq indicó que “de momento” el personal en el terreno intenta verificar si realmente Israel permite la entrada de bienes comerciales, como se ha informado.
(Con información de AFP, EFE y EP)