Martes, 15 de julio de 2025   |   Campo

La Mesa de Enlace destaca la URGENCIA de su charla con Javier Milei a través de impactantes cifras

La Mesa de Enlace destaca la URGENCIA de su charla con Javier Milei a través de impactantes cifras

El primer encuentro que mantuvo hoy el presidente Javier Milei con la Mesa de Enlace se produjo en un momento crítico para el agro. Con el trigo ya sembrado y la campaña de soja y maíz en plena planificación, los márgenes están al borde del colapso. Los productores enfrentan precios internacionales deprimidos, insumos más costosos, el regreso de retenciones con alícuotas más altas y una estructura impositiva que, aseguran, vuelve insostenible la actividad en muchas regiones. Tras su encuentro con el mandatario, los dirigentes del campo se retiraron con la promesa de que los derechos de exportación serán el siguiente impuesto a eliminar por parte del Gobierno.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en campos alquilados de la zona agrícola núcleo, la soja de primera siembra [octubre] podría generar para la campaña 2025/2026 una pérdida de hasta US$31 por hectárea. Mientras tanto, aunque con un resultado positivo, el maíz presentaría un estrecho margen neto [ya descontados los impuestos] de US$68. Los precios proyectados a cosecha —US$284,5 por tonelada para la soja y US$173 para el maíz— no logran cubrir los costos, sobre todo tras el aumento de las retenciones el 1° de julio: la soja, luego de una rebaja temporal de las alícuotas, pasó del 26% al 33%, y el maíz del 9,5% al 12%.

Sin embargo, no se trata únicamente de precios o impuestos. En efecto, la BCR advirtió que el problema radica en toda la estructura de costos. Sembrar maíz temprano [siembra de septiembre], por ejemplo, requiere una inversión inicial de US$1190 por hectárea, en comparación con los US$680 que demanda la soja.

En terrenos propios, el maíz de primera dejaría un margen neto [después de impuestos] de US$405 por hectárea, mientras que la soja reportaría US$314 por hectárea.

Margenes de productor en zona núcleo argentinaGrassi S.A

Desde la Bolsa rosarina advirtieron que la decisión sobre qué cultivar no se basa únicamente en el resultado final, sino también en la inversión necesaria y el riesgo que conlleva. “Observamos que los números están muy ajustados en ambos cultivos; si bien el maíz parece más prometedor, también requiere una inversión significativamente mayor”, señalaron. Hay otro factor que condiciona cada vez más esta decisión: la distancia al puerto. En la actualidad, el flete representa el 29% del costo total en maíz y el 20% en soja, lo que deja fuera de competencia a muchas zonas alejadas de las terminales portuarias.

En esta misma línea, Diego Curat, director de Az Group, advirtió: “De cara a la siembra de granos gruesos, el principal socio de los productores —el Estado— una vez más define la suerte de las empresas a partir de decisiones que generan menores inversiones y, sobre todo, un menor impacto económico en las localidades del interior. El Estado, como socio en las ventas, siempre cobra, llueva o no, independientemente del volumen producido”.

Según los cálculos de la consultora, en la zona núcleo, en campos alquilados a 18 quintales por hectárea, se proyecta una pérdida de US$56 por hectárea al sembrar soja con un rinde de 35 quintales por hectárea. Esto, con la referencia del precio disponible para mayo de 2026 de US$282 por tonelada.

Sin embargo, más allá de los derechos de exportación, existen otros factores que complican la situación. El tipo de cambio, a pesar de un leve repunte reciente, se mantiene un 10% por debajo del promedio histórico, según el Banco Central. A esto se suman aumentos en dólares de impuestos provinciales y municipales —como el inmobiliario rural o la tasa vial— que en algunos casos superan el 50%. “Si alguien considera que ha habido mejoras en los servicios prestados, que pregunte a los productores de la cuenca del centro de la provincia de Buenos Aires, quienes han tenido que invertir mucho para poder sacar su producción (granos, carnes y leche) a través de caminos deteriorados, puentes inutilizables, entre otros problemas”, señaló Curat.

Márgenes proyectados a julio para la sojaGrassi S.A

Además, comentó que las empresas del agro deberán pagar anticipos del impuesto a las Ganancias sobre utilidades del ejercicio anterior que difícilmente se replicarán. “Las empresas que generaron buenos rindes en el ejercicio 2024 tendrán que anticipar fondos por utilidades que probablemente no se generen”, indicó.

Los insumos también han sufrido aumentos. Según AZ Group, la guerra en Medio Oriente encareció la urea en US$80 por tonelada y el fosfato en US$20, a lo que se suman incrementos en los combustibles por el alza del petróleo, afectando todos los servicios agrícolas: siembra, pulverización y cosecha. A esto se le añade el aumento de los fletes en un contexto en el que el valor del grano cayó un 30% respecto a años anteriores.

Aunque las tasas de interés han descendido, el financiamiento sigue siendo costoso, según evaluó. “Los préstamos tienen tasas del 40% anual, frente a una inflación esperada del 25%, con un dólar que se actualiza a un ritmo más lento. Por lo tanto, resulta imposible recurrir a los préstamos para los negocios agropecuarios corrientes”, expresó.

Según alertó, en este contexto se está observando una perspectiva empresarial cada vez más de corto plazo. “La imperiosa necesidad de enfocarse continuamente en el muy corto plazo dificulta la creación de empresas que pongan atención en las personas y que sean sostenibles en las dimensiones económica, ambiental y social”, dijo. Resaltó: “Todos estos factores combinados generan mucha incertidumbre en los empresarios y en los negocios agropecuarios. Es urgente despejarla con la presentación de reglas para el mediano plazo que permitan concentrarse en la producción y no en defenderse de contextos adversos o en adivinar cuál será la próxima decisión impositiva temporal del Gobierno”.

Márgenes para el maíz, según Grassi SAGrassi S.A

Juan Manuel Uberti, analista de mercados de Grassi SA, coincidió con esta evaluación. “Con los actuales niveles de precios a cosecha —US$282 para la soja y US$175 para el maíz— y el coste corriente de los insumos, la ecuación de márgenes se vuelve riesgosa”, dijo. Solo en escenarios de rendimientos muy altos en cada zona se presenta algún resultado positivo, pero con exigencias extremas. “No son cifras exorbitantes y requieren la garantía de no fallar con el clima y rendimientos. Con rendimientos normales o bajos, todo se torna crítico”, añadió.

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