
El cierre de los comicios de este domingo confirmó el peor temor del Gobierno y acentuó la tendencia observada en las provinciales: la gente le dio la espalda a las urnas. A las 18 horas, la Cámara Nacional Electoral estimó una participación del 66%, una cifra que marca el mayor ausentismo en una elección general desde el retorno de la democracia. El dato resulta demoledor y pulveriza el piso histórico anterior (el 71,7% de las legislativas de 2021, en plena pandemia), y pone de manifiesto que un tercio del padrón optó por no votar, pese a la obligatoriedad.
Con las urnas cerradas, la atención se concentra ahora en el escrutinio provisorio; la advertencia que recorre todos los búnkers es que habrá que armarse de paciencia. Fuentes oficiales advirtieron que se esperan fuertes demoras en la difusión de los resultados. El problema no es solo el debut de la Boleta Única de Papel en distritos clave como la Ciudad de Buenos Aires, sino también las elecciones concurrentes en cuatro provincias (como Santiago del Estero y Mendoza) y la complejidad del conteo de las ocho categorías a senador, lo que anticipa una noche electoral mucho más larga y lenta de lo habitual.
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