
Los 8 hombres que fueron condenados por el asesinato delfotógrafo de la revista Noticias, José Luis Cabezas, gozan hoy de todos losprivilegios de la libertad, como si el 25 de enero de 1997 no hubiera pasadonada. El último que quedaba preso, Aníbal Luna, salió en libertad en noviembrede 2017.
Una foto fue lo que le costó la vida a Cabezas, hace 22 años: su”pecado” fue revelar al mundo el rostro del poderoso empresario Alfredo Yabrán,a quien el entonces ministro Domingo Cavallo había denunciado ante el CongresoNacional como “el jefe de una verdadera mafia enquistada en el poder”. Yabrán,que financiaba a políticos, controlaba los servicios postales privados y demensajería y que hasta entonces era sólo un nombre susurrado en voz baja, sealteró cuando Cavallo puso su nombre y su fotografía en las tapas de todos losdiarios.
Cuando Cabezas logró tomarle en la playa de Pinamar la primerafotografía que se publicó de él, amenazó al fotógrafo y a los editores:”Ustedes no saben lo que hicieron, sacarme una foto a mí es como pegarme untiro en la frente”.
“Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía” dijoalguna vez. Losmiembros de la banda de ladrones reunida por el entonces oficial de la policíabonaerense Gustavo Prellezo “para apretar al fotógrafo” coinciden en que fue élquien ordenó el secuestro de Cabeza, lo llevó en su coche a un descampado a 13kms. de Pinamar y finalmente le hizo arrodillar y le disparó en la cabeza, bajolas órdenes de Yabrán. Prellezo, que trabajaba junto con otros agentes para lasfuerzas de seguridad de Yabrán, un día le confesó a su esposa Silvia Belawsky:”¿Vos querés saber la verdad? Detrás de todo esto está Yabrán, pero no abrasnunca la boca porque te van a matar”.
Por el crimen, los policías SergioCamaratta, Aníbal Luna y Prellezo fueron condenados a prisión perpetua, aligual que los integrantes de la banda de “Los Horneros”, Sergio González,Horacio Braga, José Auge y Héctor Retana. Luna fue liberado en 2016 al cumplirlas dos terceras partes de la sentencia a 24 años; Prellezo obtuvo arrestodomiciliario en 2010, “porque era asmático, le dolía la cintura y había humedaden la celda”, según contó Gladys Cabezas, y en diciembre de 2016 fue liberado.Hoy es abogado. Auge recuperó la libertad en 2004, González en 2006, y Braga el25 de enero de 2007, justamente el día en que se conmemoraba el crimen. Retanay Camaratta murieron, mientras el ex sargento Gregorio Ríos, jefe de custodiade Yabrán, fue condenado como instigador del crimen y se le rechazó laexcarcelación en diciembre de 2006. Su condena a perpetua cambió a 27 años y en2008 fue liberado por el beneficio de la entonces vigente Ley del 2 por 1.
Yabrán, asediado por la policía, la justicia, la prensa y la opinión pública detodo el país, se suicidó el 20 de mayo de 1998, a los 53 años. Su poder lehabía permitido permanecer prófugo en una finca de su propiedad en la zonasituada entre las ciudades entrerrianas de Gualeguachú y Concepción delUruguay. Según los testigos, se disparó un balazo en la boca cuando la policíaentraba a la finca tras haber descubierto su paradero.