Autoridades del Centro Integrador Comunitario (CIC), ubicado en La Floresta de Paraná, dieron curso legal a las acusaciones formuladas por al menos ocho niños indigentes que aseguraron ser presa de abusos deshonestos de parte del responsable de un taller artístico. De esta manera avanzaron con la presentación judicial en el juzgado de Ricardo Bonazolla y la fiscal Cecilia Bértora.En la denuncia se hace saber, de parte de la directora del CIC -que se encuentra ubicado en calle Burmesteir de La Floresta- Olga Castañeda, que un grupo de chicos de entre 6 a 12 años le confesó que estaban viviendo situaciones penosas e irregulares de parte del responsable de un taller que se dictaba allí, conocido puntero político de la zona de San Agustín que fue contratado en la anterior gestión de gobierno municipal para organizar una comparsa y dictar distintos cursos. Un allegado al CIC contó que el hombre de 36 años, soltero, estaba a cargo de un taller de reciclado de botellas plásticas, donde asisten los chicos y chicas que estaban en situación de vulnerabilidad social.La fuente informó que en el verano el hombre denunciado armó una comparsa con trajes elaborados en el CIC, pero el problema surgió cuando debían colocarse la indumentaria ya que los obligaba a desnudarse.“Allí avanzaba con todas las asquerosidades este tipejo que les daba caramelos y algo de dinero para que le manosearan sus partes íntimas, incluso para que le practicasen sexo oral”, agregó una mujer que vive a pocos metros del CIC.La mayoría de los niños que asiste al lugar son de barrios marginales como El Volcadero, San Agustín, Paraná XVI, San Martín, Mosconi y Humito, entre tros.La directora del CIC, Olga Casteñeda, confirmó la denuncia formulada en sede judicial. La funcionaria se mostró preocupada por todo lo que le contaron las víctimas.“Lo que me dijeron a mí son cosas que venían ocurriendo desde hacía un tiempo en uno de los talleres, donde habrían sido manoseados y hasta desnudados para ponerles los trajes de la comparsa”, explicó Castañeda.Ante esto, la funcionaria no dudó en denunciar la situación luego de que “los niños afectados estuvieron conmigo para contarme lo que les sucedió, pero además otros familiares me pidieron que esa persona no estuviera más en el CIC por lo que avanzamos en varias medidas para que este tema se aclare hasta las últimas consecuencias”.“Fui a la Justicia, conté lo que me dijeron los chicos y luego me tomé el trabajo para hablar con cada uno de los padres e imponerlos de las novedades”, reseñó Castañeda.Confió que la persona denunciada cuenta con un contrato de obra en la Municipalidad, pero al producirse la denuncia, “fue apartado de sus funciones inmediatamente”.La titular del CIC, vive en la zona y por ello alertó: “Tengo un compromiso con el barrio y no me iba a quedar quieta al conocer lo que habría ocurrido. No lo oculté, por el contrario lo denuncié, ya que como hace años trabajo en este sector de la ciudad como agente sanitario y la gente, los vecinos confían en nuestro proceder, es por ello que los niños se sintieron contenidos al contarnos lo que le estaba ocurriendo”.La causa judicial avanzará, no sólo con la declaración de la denunciante, sino también con el trabajo de profesionales de la Justicia que entrevistará a los niños afectados para que le confirmen las aberraciones sexuales sufridas.Por contrapartida, el juez y la fiscal tomarán declaración a los padres de los niños y al supuesto autor de los abusos deshonestos para tratar de aclarar el suceso que está conmocionando a la zona oeste de Paraná. (Fuente: UNO)