
La unidad de los gobernadores para empujar los proyectos de coparticipación del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y de reforma en la distribución del Impuesto a los Combustibles Líquidos quedó al menos resentida tras los desacuerdos que quedaron al descubierto en la sesión de este miércoles en Diputados y que le permitió al Gobierno respirar con alivio.
Está claro que la Casa Rosada jugó a fondo hasta último momento para tratar de reducir los daños que podría dejar el debate en la Cámara Baja que incluía no sólo los vetos a la emergencia en discapacidad (rechazado) y el aumento de las jubilaciones (ratificado) sino también los dos proyectos que le otorgan más fondos para las provincias.
El Gobierno apeló a una operación quirúrgica cuando los proyectos de ATN y el Impuesto a los Combustibles Líquidos fueron tratados en comisión por Diputados. En ese escenario, el oficialismo llevó su propuesta para que los ATN sigan utilizándose de forma discrecional para emergencias mientras que el remanente sería repartido según la ley de coparticipación.
La maniobra resquebrajó el frente de 23 gobernadores que habían impulsado las propuestas en el Senado, donde la iniciativa fue aprobada con una amplia mayoría, sólo un voto en contra. La mirada, luego de que Diputados dictaminara, fue puesta sobre los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza) y Marcelo Orrego (San Juan) porque sus legisladores firmaron el despacho de La Libertad Avanza, que también tuvo el apoyo de los representantes del PRO.
Lo que no esperaba la oposición ampliada que había motorizado la sesión era que otras provincias se pudieran alinear con el Gobierno. Pero lo concreto es que la propuesta de la Casa Rosada también sumó el apoyo de Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y de Leandro Zdero (Chaco), quienes sellaron un acuerdo electoral con Karina Milei.
Con el hecho consumado, los operadores de los gobernadores del extinguido frente Juntos por el Cambios confirmaron que Ignacio “Nacho” Torres (Chubut) y Rolando Figueroa (Neuquén) también retrocedieron con la propuesta original que salió del Senado y acompañaron la idea de la Casa Rosada.
Nacho Torres mandó a Jorge Ávila a votar el dictamen de mayoría, pero le dijo a Ana Clara Romero que se abstenga. En tanto Figueroa le ordenó a Osvaldo Llancafilo que se ausente a la votación y lo mismo le pidió a Tanya Bertoldi, la diputada de Unión por la Patria que se convirtió en aliada del gobernador.
Bertoldi, quien cumple funciones en la Secretaría de Obras Públicas de su provincia y dirige un organismo que atiende los proyectos con financiamiento externo, se justificó y declaró que se ausentó a las votaciones de ATN y jubilaciones porque se “descompensó”.
Igualmente, la bronca de la oposición tuvo como principal destinatario a Frigerio, quien aportó tres diputados para que el kirchnerismo junto a los radicales de Democracia para Siempre, Innovación Federal y Encuentro Federal no alcancen los dos tercios de los presentes en la aprobación del proyecto de ATN.
La propuesta que busca recortar el poder del Gobierno en la distribución de los ATN fue aprobada con 160 votos a favor, 83 en contra y 6 abstenciones de María Eugenia Vidal (PRO), los cuatro misioneros que responden a Carlos Rovira y la radical de Democracia para Siempre Marcela Antola, que desde el entorno de Frigerio aclararon que no responde al gobernador sino a Martín Lousteau.
Distintas fuentes trataron de quitarle dramatismo a la situación y aseguraron que “no hay ruido en la relación entre los gobernadores”. En este sentido explicaron que estaba hablado de antes de que aquellos que tengan acuerdos electorales con el Gobierno era posible que hagan otro juego. Y definitivamente lo hicieron.
Y los operadores de los gobernadores del ex Juntos por el Cambio destacaron que ellos terminaron votando por el dictamen de minoría que también otorga fondos para las provincias. Está claro que buscaban instalar el dictamen del Gobierno, pero como la votación se produjo después de que fracasara el rechazo al veto del aumento las jubilaciones, el peronismo pateó el tablero y mantuvo la propuesta original.
Dentro del peronismo hicieron su propia lectura y varios quedaron con bronca porque Cornejo y el resto de su grupo “jugaron mal, tiraron todo para atrás”.
El interrogante que se abre ahora es qué harán esos mandatarios provinciales si Javier Milei cumple con su promesa de veto. Por el momento, porque ya nada es seguro, la mayoría de los gobernadores no peronista va a respetar la iniciativa y va a votar en contra del veto.
Incluso, no descartaron la posibilidad de que el Presidente desista del veto y sí lo mantenga para el proyecto que hace coparticipable el Impuesto a los Combustibles que representa una pérdida de recursos del Estado Nacional de $1,5 billones en un año.
Lo cierto es que en la madrugada del jueves, el bloque de Unión por la Patria dejó la sesión sin quórum y postergó el rechazo al veto de la emergencia de Bahía Blanca y la propuesta del Impuesto a los Combustibles.
La idea del peronismo es construir una próxima sesión con el proyecto de los gobernadores junto al rechazo del veto a la moratoria previsional como también los que firmará Milei contra la ley Garrahan y el presupuesto universitario que se especula que el Senado convertirá en ley este jueves.