
“Nos dicen que el agro se guarda todos los dólares y que por eso al país le va mal”, le confesó un adolescente del Barrio 31 de Retiro a Ignacio Lartirigoyen en una de las tantas charlas con jóvenes. Esa frase, directa y cargada de prejuicios, fue el disparador de una iniciativa que hoy recorre escuelas de todo el país con un objetivo claro: mostrar que el agro es mucho más que soja, maíz o agroquímicos.
De esa inquietud surgió Larti Innova, un programa impulsado por la empresa Lartirigoyen, con sede en Pehuajó, que busca acercar el mundo agropecuario a estudiantes de cuarto y quinto año de secundaria. Primero se organizaban encuentros presenciales en La Pampa, donde startups del sector exhibían su tecnología ante cientos de chicos. Luego dieron un paso más: transformar esa experiencia en un camión interactivo que funciona como aula itinerante.
En 20 minutos de recorrido, los estudiantes atraviesan un viaje que enlaza campo, tecnología y futuroLartirigoyen
“Vimos que muchos jóvenes no tienen idea de lo que es el sector, ni siquiera en pueblos rurales. No asocian que desde que se levantan y comen, o cuando se visten, están en contacto con productos del agro”, relató Lartirigoyen en diálogo con LA NACION. “Queremos entusiasmar a los jóvenes y que descubran que el agro tiene mucha más innovación de la que imaginan, que no se trata solo de soja o de subirse a un tractor”, agregó.
El recorrido se realiza en un acoplado acondicionado como espacio interactivo, con pantallas, recursos audiovisuales y estaciones de juego que buscan generar una experiencia dinámica. Los estudiantes ingresan en grupos reducidos y, durante unos 20 minutos, participan de una propuesta que los acerca a distintos aspectos de la producción agropecuaria.
El guion está narrado a través de tres personajes —un ingeniero agrónomo, un veterinario y un contratista—. A través de ellos se muestra la diversidad de roles que conviven en el campo y cómo la tecnología atraviesa cada tarea.
“Queremos que los jóvenes que aman la tecnología entiendan que también pueden desarrollarse en el agro, porque tiene mucha tecnología”, explicó Lartirigoyen.
Camión Larti Innova
La propuesta no concluye al bajar del camión. Cada escuela recibe una guía pedagógica para trabajar luego en clase. “De esta manera, además de la visita, las escuelas se quedan con un recurso para usar en el aula y seguir trabajando. No es una visita exprés”, destacó Sofia Wullich, responsable de Sustentabilidad.
Desde su puesta en marcha en marzo de 2023, el camión ya recorrió 17 provincias y recibió a más de 23.000 jóvenes. La logística se planifica para optimizar cada kilómetro, reducir emisiones y aprovechar al máximo los viajes dentro de una misma región. “Tratamos de que el camión no haga kilómetros en falso, porque forma parte de nuestra estrategia de huella de carbono”, señaló Wullich.
Las repercusiones en el interior son inmediatas. “En Jujuy los chicos nos decían: ‘Nunca nadie viene con ninguna propuesta’. Poder llevarles esto genera un impacto enorme”, contó Lartirigoyen.
En cada parada, los Ministerios de Educación provinciales colaboran en la convocatoria y ya diez jurisdicciones emitieron declaraciones de interés educativo. La experiencia, destacan, también abrió puertas inesperadas. Este año, por ejemplo, el programa fue invitado al congreso de escuelas rurales del NEA, donde compartió actividades con instituciones que, aunque no son específicamente agrotécnicas, también se beneficiaron con la propuesta.
Desde marzo de 2023, el camión visitó 17 provincias y recibió a más de 23.000 estudiantesLartirigoyen
El camión forma parte de una estrategia de sustentabilidad integral que Lartirigoyen desarrolla desde hace varios años. La empresa mide su huella de carbono y trabaja en planes de reducción, gestiona residuos y envases vacíos en coordinación con Campo Limpio y recupera silobolsas junto a Ciclo Rural para transformarlos en nuevos productos.
Además, inauguró un centro logístico en Pehuajó con certificación LEED, donde el 70% de la energía proviene de paneles solares y que cuenta con más de 3000 posiciones de pallets robotizadas. A ello se suman programas de inclusión laboral para personas con discapacidad, planes de “segundas oportunidades” para jóvenes que atravesaron contextos de encierro y acciones de apoyo a la nutrición infantil.
Sin embargo, Lartirigoyen insiste en que el camión no es un recurso publicitario. “En ningún momento se habla de la empresa; se habla del agro y del sector. Es un compromiso genuino, porque tenemos la necesidad de comunicar el agro desde otro lado. No desde creer que somos los mejores del mundo, sino mostrando la utilidad del agro en la vida cotidiana para desmitificar que es una actividad aparte del país”, subrayó Lartirigoyen.
El camión está equipado con pantallas, sonido envolvente y juegos interactivos que convierten la visita en una experiencia inmersivaLartirigoyen
La propuesta busca cambiar esa percepción: que los jóvenes asocien el agro con los alimentos que consumen, la ropa que visten o la tecnología que usan a diario. “Nos interesa que entiendan que el campo está presente en casi todo lo que hacen, aunque no lo vean. Y que si les gusta la innovación, la ciencia o la tecnología, también pueden encontrar un futuro en esta industria”, explicó Wullich.
El proyecto demanda una inversión importante, pero para Lartirigoyen es parte de un valor intangible que fortalece el vínculo con la comunidad. “Esto requiere inversión, claro, pero lo vemos como parte de los intangibles que hacen a la identidad de la empresa. Queremos que esto se desparrame, que otras empresas hagan cosas parecidas. La Argentina necesita que más gente entienda qué es y cómo funciona el agro”, resumió Lartirigoyen.
El objetivo, destacó el empresario, es derribar prejuicios y acercar el campo a la vida cotidiana. Que los jóvenes descubran que está en lo que comen, en la ropa que visten y en la tecnología que usan a diario. Y que sepan, además, que si sienten pasión por la ciencia o la innovación también pueden encontrar en esta industria un camino de desarrollo personal y profesional.
Por eso, al terminar cada recorrido, los estudiantes reciben un mensaje que sintetiza la filosofía detrás del proyecto: “No importa de dónde vengas: si querés estar en el sector agropecuario, siempre vas a tener un lugar”.