Miércoles, 23 de julio de 2025   |   Campo

La informalidad afecta la competitividad en la lechería, asegura el CEO de Nestlé

La informalidad afecta la competitividad en la lechería, asegura el CEO de Nestlé

Si bien en los últimos meses la lechería ha mostrado signos de recuperación en cuanto a consumo y mejoras en los precios que reciben los tamberos, la industria aún enfrenta numerosos desafíos.

“La informalidad es un factor que impacta en la competitividad”, afirmó Gian Carlo Aubry, CEO de Nestlé para Argentina, Uruguay y Paraguay, en una entrevista con LA NACION durante la Exposición Rural de Palermo, donde la empresa cuenta con un stand interactivo.

“Esta informalidad perjudica tanto a las empresas privadas como al Gobierno y al consumidor, y especialmente afecta el desarrollo de la materia prima”, añadió.

Aubry comenta que la lechería “se está consolidando cada vez más, con menos productores pero de mayor tamaño, aunque todavía existe un mercado que carece de total transparencia”.

La planta en Villa Nueva, en la provincia de CórdobaGza. Nestlé

Esto repercute negativamente en empresas como Nestlé, que buscan incrementar el valor agregado en sus productos, como la leche en polvo orgánica. “Demandamos estándares más altos en la calidad de la leche, lo que implica pagar un precio superior al productor”, explica Aubry. Sin embargo, menciona que están trabajando en mejorar la eficiencia a través de la automatización de procesos industriales.

De acuerdo con el CEO de Nestlé, la lechería argentina tiene una relevancia considerable en el ámbito global, pero necesita reducir los costos de producción y aumentar su presencia en mercados internacionales. “El país debe ser capaz de producir más leche y a un costo menor para poder exportarla”, sostiene y agrega: “en la actualidad, la mayoría de nuestras exportaciones lácteas se dirigen a Brasil y Argelia. ¿Y con el resto del mundo, qué hacemos? ¿Por qué no mostramos interés?”.

Aubry subraya que Argentina exporta muy poco a dos de los mercados de consumo más relevantes globalmente: China y Estados Unidos. “No parece haber voluntad de desarrollar un negocio de exportaciones, quizás no exista un consenso suficiente entre los gobiernos provinciales, locales y nacional, junto con el sector privado, para lograr un equilibrio fiscal que beneficie tanto al ámbito público como al privado, necesario para sostener una producción masiva de leche que pueda transformarse y exportarse en productos como quesos o leche en polvo”, advierte.

El directivo de Nestlé insiste en que se requiere un desarrollo sostenido a largo plazo que mantenga un equilibrio entre lo público y lo privado. “Es fundamental generar confianza para que la inversión y la exportación sean viables y eficientes”, declara.

Aparte de los aspectos comerciales, Aubry pone de relieve el enfoque en la sostenibilidad que promueve Nestlé, especialmente en la relación con los productores.

“Continuamos colaborando con nuestros productores para desarrollar leche orgánica; también seguimos con nuestros programas de agricultura regenerativa”, detalla.

Recientemente, Nestlé Purina, la división especializada en alimentos para mascotas, firmó un acuerdo con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) para implementar las denominadas “prácticas regenerativas” en la agricultura.

Este acuerdo, con una duración de tres años, contempla la colaboración con productores que adopten un conjunto de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Estas incluyen el uso de cultivos de cobertura, rotación diversificada, labranza mínima y manejo integrado de plagas. La no deforestación será una condición esencial para este programa.

“Además de reducir la huella de carbono, estas prácticas promueven suelos más saludables, mayor biodiversidad y ecosistemas agrícolas más resilientes. También fortalecen el papel del productor como agente clave en la conservación de los recursos naturales, generando un círculo virtuoso que beneficia al medio ambiente, a las comunidades rurales y a los consumidores”, explicaron los responsables del convenio.

Más allá del acuerdo, Aubry considera que en Argentina aún no existe “un consumidor local realmente consciente de estos problemas [sostenibilidad] o dispuesto a invertir en un producto más caro, pero nosotros apostamos por esto porque sentimos la obligación de mejorar el planeta, o al menos de no empeorarlo”.

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