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Domingo, 27 de enero de 2019

La historia de Don Blas, el último hablante de chaná (caso histórico entrerriano)

La historia de Don Blas, el último hablante de chaná (caso histórico entrerriano)

Según la Unesco, en los últimos diez años han desaparecidomás de cien lenguas; otras cuatrocientas están en situación crítica, y 51 sonhabladas por una sola persona. En Argentina éste es el caso del entrerrianoBlas Wilfredo Omar Jaime, el último hablante chaná. Y si bien esta lengua setransmite de mujer a mujer, él empezó a dar clases para difundirla y que no sepierda.

En apoyo a esta iniciativa, desde los legisladores del bloque deCambiemos de la provincia de Entre Ríos, se busca declarar la emergencia enmateria cultural y lingüística del idioma originario chaná, y del charrúa, através de un proyecto de ley que ya tiene despacho a favor.

Nociones

Elsociólogo Omar Argüello evoca a Theodor W. Adorno para explicar la importanciadel idioma. “Las sociedades humanas no son solo un conjunto de personas quecomparten un espacio común; su característica esencial es que interactúan entreellas. Sin esa interacción no hay sociedad. Y para esa interacción se sirven dediferentes lenguajes”, detalla. “El verbal es el más usado para transmitir laspautas culturales del grupo a los que van naciendo, así como para dejar susenseñanzas para las generaciones futuras. La cultura, en sentido antropológico,es lo que da identidad a una sociedad o pueblo, y ella se crea y se transmitecon gestos, objetos y sobre todo, con palabras”, agrega.

Definiciones

Ladirectora de la Escuela de Lenguas Modernas de la Universidad del Salvador(USAL), Paula Ortiz, explica que se habla de extinción de una lengua cuando sehace referencia a que ha habido un proceso de sustitución o de evoluciónlingüística, en la que sus hablantes han dejado de utilizarla para expresarseen otra lengua, o a que se han extinguido todos sus hablantes. “En nuestra región, las lenguas originarias se vieronafectadas por la conquista española, en la que la fuerte influencia culturalhispánica hizo que el número de sus hablantes (como lengua materna) fueradisminuyendo hasta, en algunos casos, desaparecer. Sin embargo, puede serposible revivir esas lenguas extinguidas, apelando a la existencia dedocumentación adecuada y con la colaboración de la comunidad étnica sobreviviente”,dice.

Ortiz refuerza la idea: “la extinción de una lengua se produce cuando yano se habla en ninguna comunidad ni constituye la lengua materna de ningúnindividuo (no es la primera lengua que los niños aprenden en sus hogares). Sinembargo, algunos idiomas pueden permanecer como segunda lengua aunque ya noexistan hablantes que la adquieran como lengua materna. Pero en estos casos, noevolucionan ni se desarrollan como las lenguas que permanecen vivas”. Asítambién Paula Ortiz aclara que no se le da la misma importancia de la lengua enlos pueblos originarios que en otros idiomas. “En nuestro país, existen lenguasindígenas con muy diferentes grados de vitalidad y, en estos casos, el términolengua materna puede también atribuirse a la lengua que es patrimonio de undeterminado grupo etnolingüístico y no a sus hablantes. La antropologíalingüística y la sociolingüística estudian estas pérdidas irreparables para elpatrimonio lingüístico. Lamentablemente, al igual que otros aspectos de estudiode las culturas de los pueblos originarios, no reciben la misma atención queaquellas en los que se insertan otros idiomas.”.

El Estado

Para Argüello seplanea un problema cuando un pueblo originario es “invadido” por el avance deotra cultura que ofrece mayores adelantos tanto para la producción de bienes yservicios, como para la extensión de la vida misma. Otras culturas que traen supropio lenguaje. “¿Qué hacer entonces con esa lengua tan propia del pueblooriginario? Una pregunta tanto para las autoridades que deben garantizar losderechos humanos básicos de todos sus habitantes; y también para losintegrantes de ese grupo originario. Las autoridades deben dictar todas lasleyes y ordenanzas que sirvan para reconocer el uso legítimo de esa lengua porparte de sus actuales integrantes, como también garantizar la supervivencia deesa cultura y de esa lengua como un aporte al conocimiento de la cultura humanageneral”, sostiene.

En el caso de la provincia de Entre Ríos, Gabriela Lena,diputada provincial de la UCR en Cambiemos, asegura a PERFIL que “hace rato quevenimos trabajando con el rescate de la cultura y de las tradiciones”. A partirde diferentes investigaciones, se detectó que “del idioma chaná quedó una solapersona que ya está mayor y de la lengua charrúa no encontramos a nadie que lahable de manera corrida. Al norte de la provincia se usan algunos términosaislados, pero nadie que sepa y pueda hablarlo”, cuenta. La idea es que sedeclare emergencia lingüística y que la provincia, a través de la imprentaoficial, imprima algunos libros en charrúa y chaná para no perder estaslenguas. También que los docentes hagan cursos con puntaje para que se repitanalgunas palabras y que en las radios públicas haya microespacios donde sedivulgue la lengua.

“Es lo que estamos pidiendo para no perder los idiomasoriginarios, como tantos que ya se perdieron” sintetiza Lena. 

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