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Jueves, 25 de diciembre de 2025

La guerra de guerrillas de Grabois y cómo fue la cocina de la Auditoría entre libertarios y el peronismo

Mención a:Guillermo Michel
La guerra de guerrillas de Grabois y cómo fue la cocina de la Auditoría entre libertarios y el peronismo

Era la madrugada del jueves pasado, el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación fue escenario de una jugada atrevida. El bloque del PRO se alteró por completo cuando vio que se colaba en medio del debate del Presupuesto y la ley de Inocencia Fiscal, la designación de las tres vacantes de la Cámara baja para la Auditoría General de la Nación, el organismo de control que depende del Congreso Nacional. La propuesta de tres auditores (Mónica Almada, Juan Ignacio Forlón y Pamela Calletti) mostró un acuerdo entre el Gobierno nacional, el peronismo y los gobernadores aliados del Norte que dejó furiosos a los integrantes del partido fundado por Mauricio Macri.

Pero todo había comenzado unos días antes, precisamente en la jura de los legisladores porteños. En otra sede legislativa, la de la Ciudad de Buenos Aires, se habían dado cita importantes dirigentes: por el lado de los libertarios, estaban Karina Elizabeth Milei, Martín Menem y Manuel Adorni, este último legislador electo que fue elegido por Javier Milei como jefe de Gabinete nacional. Del otro lado de la primera fila, estaban apostados los dirigentes peronistas, como el titular de la AGN, Juan Manuel Olmos, y el senador nacional Mariano Recalde, entre otros.

Según reconstruyó este cronista de otros dirigentes allí apostados, el hábil abogado Olmos se saludó con el titular de la Cámara de Diputados nacional: “Che Martín, ¿por qué no apuramos lo de la AGN?”. El riojano le estrechó la mano, pensó unos segundos y respondió: “Dejame chequearlo con Karina”. Tanto en el oficialismo como en la oposición que trata con el Gobierno, coinciden en una frase: “Lo que se acuerda con Karina, siempre es así. No te da vueltas y si te lo dice, lo cumple”. Palabra de la hermanísima…

Así fue que, entonces, avanzó un acuerdo para encaramar a Forlón -íntimo amigo de Máximo Kirchner-, la ex macrista Almada -apodada “Almohada” desde los tiempos de Fernando De la Rúa y cuando sacó fondos justo antes de instaurarse el corralito- y la elegante salteña Calletti, sostenida por el cristinismo, el massismo y los gobernadores, gracias a haber sido fiel integrante del bloque de diputados peronistas y su paso por el Gabinete de Juan Manuel Urtubey, antes de alinearse con el ahora empoderado Gustavo Sáenz.

Otro dato de Karina Milei: la ahora auditora Mónica Almada había sido despedida del Ministerio de Economía -¿tal vez por reunirse habitualmente con Lule Menem?- y fue acogida por Karina quien la ubicó en la AGN de inmediato. Fidelidad extrema.

Ahora, en el PRO -y por una iniciativa del indignado Cristian Ritondo- hay una presentación judicial por el nombramiento de los auditores en medio de las sesiones extraordinarias, y una presentación ante la propia Auditoría, diciendo que “no se trata de una discusión política sino de legalidad, debido proceso y respeto por la Constitución” y que “de ningún modo se puede avalar la incorporación de miembros de forma inconstitucional, de madrugada y a las apuradas”, según redactaron abogados que se ofrecieron para esto ante el jefe del bloque PRO.

Pero desde la Auditoría hablan de que el artículo 85 de la Constitución Nacional señala que la AGN “brinda asistencia técnica al Congreso de la Nación” y “con arreglo a la composición de las Cámaras”. Algunos dicen que es una discusión abierta y otros, que los auditores ya juraron en Diputados y también en la propia Auditoría, en el Congreso de madrugada y en el organismo de control, en un horario más cordial como son las 11 de la mañana.

Ejemplo de los apurones de todo esto fue la jura de Pamela Calletti. La semana pasada, llamaron a los designados y tanto Forlón como Almada estaban bien vestidos y prestos para el trámite pero la abogada salteña no aparecía. “Dicen” que el diputado entrerriano Guillermo Michel -peronista que también participó de la negociación por la AGN-, la llamó insistentemente hasta que la despertó. Así, Calletti llegó al trote pero sin perder estilo, juró y logró una poltrona para conducir la futura Auditoría. Libertarios y peronistas, todos contentos…

Pasado ya lo de la Auditoría, en el peronismo ahora se conversa sobre los últimos movimientos de Juan Grabois, el ahora diputado nacional que alteró los ánimos tanto de la gobernación bonaerense como de La Cámpora. Cristina quedó fuera de los detalles, desde su internación en el sanatorio privado Otamendi por una apendicitis.

El dirigente de cartoneros y piqueteros provocó desmanes tanto en el municipio de Quilmes como en el de Lanús, donde los intendentes son los camporistas Mayra Mendoza y Julián Álvarez, respectivamente. La agrupación de Máximo Kirchner fue a fondo contra Grabois: no solo con la divulgación de dos audios de voz donde la intendenta Mayra lo sermoneó al titular de la UTEP sino a través de frases de sus voceros: “Todo el mundo vio cómo prendieron fuego un árbol de Navidad. Son delincuentes”, graficó un dirigente de absoluta confianza de CFK.

Pero La Cámpora también señaló en Lanús al Movimiento Evita, que actualmente está dividido en dos partes; una que responde a Emilio Pérsico y otra, que se alineó con Axel Kicillof. Los evitistas también participaron de las grescas pero solo en Lanús, donde algunos de los cooperativistas militantes de esa facción reclamaban sueldos adeudados por el alcalde camporista.

El camporismo también presiona a Axel Kicillof por las autoridades del Senado bonaerense, donde manda Verónica Magario. Allí no se definieron aún las restantes autoridades: Magario es la titular del cuerpo por ser la vicegobernadora pero faltan definir las vicepresidencias. Para esas sillas pugnan Sergio Berni y Mario Ishii. Tanto el ex ministro de Seguridad -hoy sin ninguna influencia en el ministerio donde manda el kicillofista Javier Alonso– como el ex intendente vitalicio de José C. Paz, son sostenidos por Cristina Kirchner y los suyos. La renovación, bien gracias…

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