
La ganadería argentina vive uno de sus mejores momentos de los últimos años, sostenida por precios firmes, una demanda internacional constante de carne vacuna y una mejora climática que permitió recomponer parte del sistema productivo. Así lo muestran las principales razas bovinas del país, que cerraron el año con récords de ventas y facturación. No obstante, detrás de esa imagen positiva los referentes del sector advierten sobre desafíos estructurales que condicionan el crecimiento a largo plazo.
En la Asociación Argentina de Brangus, su presidente, Mauricio Groppo, resaltó que el balance anual fue ampliamente favorable. “La verdad que estamos cerrando un buen año para la ganadería y como asociación también”, afirmó a LA NACION, tras enumerar el crecimiento en remates auspiciados, en la comercialización de reproductores machos y hembras y en el mercado de embriones.
Según explicó, el aumento de las operaciones es una señal clara de confianza. “Se nota que hay una demanda importante, ya está firme la demanda y cuando eso pasa normalmente es porque se está vislumbrando un futuro prometedor”, señaló Groppo, quien subrayó que participan no solo los actores tradicionales, sino también productores que deciden expandirse y nuevos actores que ingresan a la actividad.
Mauricio Groppo, presidente de Brangus. LA NACION
El dirigente recordó que el buen clima de negocios empezó a notarse desde principios de 2025. “Lo empezamos a ver cuando arrancó el año con un mercado firme en el precio del ternero y después siempre a los reproductores llega un poquito más tarde, pero se fue acomodando”, explicó. El cierre del año confirmó esa tendencia, con valores destacados en los reproductores.
Al analizar los precios en términos relativos, Groppo sostuvo que los números superaron los promedios históricos. “Cuando lo llevamos a valor producto, cuando lo comparamos con kilo de novillo o en dólares, vemos que estamos más arriba de los promedios a los cuales llegamos normalmente”, indicó, aunque advirtió que los costos también aumentaron.
En ese sentido, recordó que el sector venía de años complejos. “Venimos de unos años complicados, porque hubo hasta cuatro años de sequía en algunas zonas e hicieron que toda la cadena de producción esté complicada desde el punto de vista del financiamiento”, señaló. La recuperación climática, con buenas precipitaciones en gran parte del país, fue clave para revertir parte de ese escenario.
Los números de la raza Brangus reflejan ese contexto favorable. “La raza tuvo una facturación anual de más de $50.000 millones”, precisó Groppo, con incrementos del 13% en cantidad de remates, 8,4% en toros vendidos, 17% en hembras y más del 24% en embriones. En remates oficiales se comercializaron más de 3000 reproductores machos, más de 9000 hembras y cerca de 1000 embriones.
El dirigente también destacó operaciones récord. “Tuvimos esos valores en récord tanto en macho como en hembra”, señaló y mencionó la venta de un toro de El Porvenir en $272 millones por el 50% y, días atrás, una ternera de 15 meses cuyo 33% se comercializó en $105 millones.
Para Groppo, este escenario responde a un fenómeno global: “Todo esto es por el momento que está pasando el producto carne no solo en la Argentina sino a nivel mundial”
Para Groppo, este escenario responde a un fenómeno global. “Todo esto es por el momento que está pasando el producto carne no solo en la Argentina sino a nivel mundial”, dijo. En ese marco, resaltó que existen stocks bajos en países clave como Estados Unidos, lo que sostendría la demanda internacional.
Una visión similar —aunque con mayor énfasis en las alertas— aportó Alfonso Bustillo, expresidente de la Asociación Argentina de Angus. “La ganadería está cerrando un año muy pero muy interesante en cuanto a precios”, afirmó. Destacó la demanda internacional proveniente de China, la Unión Europea y Estados Unidos.
Alfonso Bustillo, expresidente de la Asociación Argentina de Angus. LA NACION
Bustillo remarcó que, en el caso de Angus, 2025 fue récord en remates auspiciados. “Tuvimos 221 remates, donde se comercializaron 270.000 cabezas en 90 localidades”, detalló, y subrayó que fue un año muy bueno en ventas de reproductores, con precios firmes en moneda constante.
Al analizar los valores, precisó que el toro puro de pedigree y el puro controlado mostraron leves ajustes, mientras que la vaca PC registró un aumento interanual del 16%. También destacó el comportamiento del mercado de hacienda: “Si miramos el Mercado Agroganadero, el índice novillo MAG tuvo un incremento interanual del 92%”.
“Si miramos el Mercado Agroganadero, el índice novillo MAG tuvo un incremento interanual del 92%”, dijo Bustillo
Desde el punto de vista productivo, el clima acompañó en gran parte del país. “Salvo las zonas afectadas por excesos hídricos, en todas las demás zonas el clima fue favorable, hay mucha disponibilidad de pasto y se está demandando muchísimo todas las categorías”, describió.
Sin embargo, Bustillo encendió luces amarillas al proyectar más allá del corto plazo. “Tenemos el stock más bajo de los últimos 18 años, o sea nuestro stock ganadero no está bien [en los últimos dos años se perdieron 2,6 millones de cabezas]”, advirtió. A ello se suma un bajo peso de faena, que limita la generación de más kilos por animal.
Bustillo encendió luces amarillas al mirar más allá del corto plazo: “Tenemos el stock más bajo de los últimos 18 años” Angus
También señaló restricciones financieras que condicionan la recría. “No hay financiación, no hay posibilidad de que quien inverna un animal pueda meterle más kilos”, explicó. Otro punto crítico es la relación ternero-vaca, ubicada en torno al 65-66%. “Con dos puntos que mejoremos este indicador tendríamos entre 400.000 y 500.000 terneros más por año”, remarcó.
Para Bustillo, la clave pasa por la inversión en genética y en manejo. “Seguimos notando una gran diferencia en aquellos criadores que tienen una cría intensiva, con inversión en genética, en manejo y en nutrición”, sostuvo. En ese sentido, destacó el efecto positivo de los programas de la asociación sobre el valor de la hacienda.
“Un año realmente auspicioso para nuestra asociación y para la ganadería”, concluyó, aunque advirtió con claridad que el sector necesita superar el estancamiento estructural.




