
Con el fin de restablecer los medios de vida y asegurar el abastecimiento alimentario en las regiones periurbanas de Bahía Blanca, seriamente perjudicadas por inundaciones, así como en la provincia del Chaco, donde se ha sufrido una prolongada sequía, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destinará US$500.000 a la recuperación productiva de ambas áreas. El plan también incluye asistencia logística y técnica, entrega de insumos, capacitaciones y fomento de la reducción de riesgos de desastres para los pequeños productores y cooperativas locales.
Así, la FAO, en conjunto con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, ha impulsado un proyecto para reconstruir la estructura productiva agropecuaria en las zonas afectadas por los fenómenos climáticos extremos que se registraron durante los primeros meses de 2025.
Bahía Blanca registró 290 mm en marzo pasadoMauro Rizzi
Según las declaraciones, tras una tormenta histórica en Bahía Blanca el 7 de marzo pasado, que descargó más de 290 mm de agua en 12 horas, se produjeron 18 muertes, más de 1500 evacuados y severos daños en la infraestructura urbana y agropecuaria, donde productores de dos localidades perdieron casi la totalidad de sus cultivos y animales. En este contexto, la FAO implementará fondos en el municipio para apoyar su recuperación.
Por lo tanto, la Agencia de Naciones Unidas ha diseñado un proyecto de emergencia en colaboración con el gobierno nacional para ayudar a recuperar parte del tejido productivo de ese partido bonaerense, “comprometida con la promoción de una agricultura resiliente, sostenible e inclusiva, priorizando a los productores más afectados por este fenómeno meteorológico extremo y garantizando la seguridad alimentaria y los medios de vida en contextos climáticamente adversos”.
La sequía en el Chaco obligó a las autoridades nacionales a declarar la emergencia agropecuariaRed social @aryabud60
Por otro lado, se proporcionará asistencia a la provincia de Chaco, donde la sequía persistente desde el año 2020 se intensificó este verano debido a un déficit hídrico y altas temperaturas, afectando a más del 75% de la superficie agropecuaria en diversas áreas. Esto llevó al gobierno nacional a declarar emergencia y/o desastre agropecuario mediante la resolución 506/2025, así como al gobierno provincial a través del decreto 410/2025.
Han señalado que el plan de trabajo será ejecutado por un equipo multidisciplinario con el apoyo de la representación de la FAO en Argentina, la oficina regional de la organización para América Latina y el Caribe, y técnicos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Además, se trabajará en conjunto con gobiernos provinciales, municipios, cooperativas y organismos técnicos especializados como el INTA, buscando priorizar la participación de grupos en situación de vulnerabilidad y promoviendo el desarrollo territorial y rural en las zonas afectadas.
Con esta cooperación, han afirmado, la FAO tiene como objetivo “responder a la emergencia, pero también sentar las bases para un desarrollo más resiliente frente a eventos climáticos extremos en el futuro, a través de la articulación institucional y la realización de diversas capacitaciones para abordar estos desafíos”.