
En los últimos días, tras las recientes elecciones legislativas, la cadena cárnica registró un fenómeno que desconcertó a varios operadores del sector. En particular, el martes pasado en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas se vendió un alto porcentaje de la hacienda liviana que ingresó, aunque no fue destinada de inmediato a la faena. En cambio, una porción significativa volvió a ser enviada a los feedlots [establecimientos de engorde a corral] para sumarle alrededor de 120 kilos por animal y regresar más adelante a la misma plaza concentradora, ya apta para consumo o exportación. Paralelamente, la fuerte competencia entre operadores, incluso vinculados a la venta al exterior, elevó notablemente el valor de la hacienda en pie. Fuentes del sector anticipan que ese aumento se trasladará al precio de la carne vacuna en el mostrador, con incrementos estimados entre el 7% y el 8% hasta fin de mes. Aunque hay dispersión, el kilo de nalga oscila entre $12.000 y $16.000 según el lugar.
Leonardo Rafael, presidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), se mostró especialmente sorprendido por la magnitud del movimiento registrado el martes pasado. Aunque desde hace años está permitido vender en ese mercado hacienda con destino a corrales de engorde, consideró que el porcentaje observado fue realmente llamativo.
Según resaltó, este fenómeno no solo obedece a la fuerte demanda exportadora, sino también a la irrupción de los invernadores [actores que terminan la hacienda a pasto] como grandes compradores en el mercado. “El salto de la hacienda se está dando por la exportación, que está pujando mucho, sumado a la falta de oferta, eso todo lo sabemos. Pero lo más problemático es que hoy se metieron muy fuerte en la compra de la hacienda los invernadores. Eso hizo que los precios de abajo [de categorías inferiores], donde antes [los consumeros, que operan en el mercado local] podíamos tener un escape con hacienda racionada o de campo, desaparezcan. Esa hacienda está yendo a los feedlots al mismo precio que el animal gordo especial para faena”, explicó a LA NACION.
Para Rafael, este fenómeno no solo responde a la fuerte demanda exportadora, sino también a la irrupción de los invernadores como grandes compradores en el mercadoColombo y Magliano
De acuerdo con sus cálculos, el martes pasado ingresaron unas 12.000 cabezas, de las cuales “casi 3000 fueron compradas para volver al corral”. Es decir, el volumen real destinado al consumo fue sensiblemente menor.
“Con este escenario, es muy difícil anticipar qué va a pasar para las Fiestas de Fin de Año. La hacienda va en suba y no creo que tenga retroceso. Están dadas las condiciones para que siga subiendo. Ya se están ajustando los precios en el mostrador, y después será la demanda la que defina hasta dónde se convalida”, afirmó Rafael.
En la última quincena, señaló, el aumento de la carne vacuna en el mostrador se ubicó entre el 20% y el 25%, según el tipo de mercadería: “El consumo liviano subió cerca de un 17%, el novillo alrededor de un 25% y la vaca también; la vaquillona pesada un 15%”, indicó el dirigente.
Según Tonelli, la suba acumulada ronda entre el 12% y el 13% en lo que va del mes: “Ya se marcó en octubre —incluso el Indec lo reflejó con un alza de 4 puntos— y todavía falta trasladar otros 7% u 8% más para noviembre a la góndola. No hay forma de que el carnicero pueda sostener estos valores sin trasladarlos al consumidor”[e]MARTIN ZABALA – XinHua
Desde otra óptica, el consultor ganadero Víctor Tonelli coincidió en que el salto de precios se dio “fundamentalmente después de las elecciones”, impulsado por “una exportación que tracciona todo con una fuerza extraordinaria y que hasta se da el lujo de comprar en el MAG animales livianitos y terminados para llevarlos de nuevo al corral y meterle más kilos”.
Según Tonelli, la suba acumulada ronda entre el 12% y el 13% en lo que va del mes. “Ya se marcó en octubre, incluso el Indec lo reflejó con un alza de 4 puntos, y todavía falta trasladar otros 7% u 8% más para noviembre a la góndola. No hay forma de que el carnicero pueda sostener estos valores sin trasladarlos al consumidor”, sostuvo.
El analista consideró que el mercado “ya está tocando techo”, pero advirtió que “los precios firmes llegaron para quedarse y que claramente estos números que se están viendo en el ganado se van a trasladar sí o sí al consumidor”.
“No hay ninguna duda de eso. Cuánto, cómo y con qué velocidad se irá viendo. La exportación va a seguir traccionando y la oferta el año que viene va a caer. Solo podemos esperar precios altos y estables porque la exportación va a seguir con un poder adquisitivo extraordinario”, anticipó.
Eiras explicó que el aumento era esperable por una cuestión de oferta y demanda: “Hace más de un mes hablábamos de $4000 como un precio aspiracional, y finalmente se alcanzó. El aumento real está entre 8% y 10% al cierre de esta semana, una recomposición pura”
Juan Eiras, director de la Cámara Argentina de Feedlot (CAF), hizo un análisis pormenorizado de lo que sucede en la cadena. Explicó que el aumento era esperable por una cuestión de oferta y demanda. “Hace más de un mes hablábamos de $4000 como un precio aspiracional, y finalmente se alcanzó. El aumento real está entre 8% y 10% al cierre de esta semana, una recomposición pura”, señaló.
Eiras aclaró que el movimiento del MAG, con hacienda reenviada a los corrales, responde a una lógica de negocio. “Hoy es más rentable comprar un novillito de 320 o 330 kilos a $3800 o $3900 en el MAG y engordarlo 100 kilos más, que ir a la feria y pagar $4300 o $4400 por un animal similar. Es una cuestión de precios relativos”, explicó.
“El negocio muestra que la hacienda que antes se vendía más barata, hoy se paga bien porque hay puja entre productores, operadores y frigoríficos que engordan. Es positivo para el productor, porque su hacienda no se deprecia”, añadió.
Respecto del traslado al mostrador, el dirigente de la CAF apuntó que los aumentos ya se están validando. “Los primeros $2000 de ajuste se absorbieron sin caída en las ventas. En términos relativos, la carne vacuna no estaba cara frente a otros productos de la economía”, sostuvo.
Eiras también remarcó la fuerte dispersión de precios en la venta minorista. “En una misma calle podés encontrar un kilo de nalga a $12.000 y, unas cuadras más allá, el mismo corte a $16.000”, dijo.
En cuanto a lo que viene, los especialistas coincidieron en que el mercado seguirá ajustando la ecuación entre oferta y demanda. “Puede haber algún retoque más en los valores o cierta estabilización hacia la segunda quincena de noviembre y el arranque de diciembre”, anticipó Eiras.




