Domingo, 3 de agosto de 2025   |   Nacionales

La economía enfrenta dificultades para despegar y sigue estancada según Perfil

Y el Gobierno busca culpables. Subió el dólar, se enfrió el consumo y el salario no reacciona. Crece la tensión electoral.
La economía enfrenta dificultades para despegar y sigue estancada según Perfil

La economía sigue sin despegar. La reciente alza en la cotización del dólar, observada en la semana pasada, es un reflejo de esta realidad.

Existen expresiones que cualquier ministro de Economía en Argentina debería evitar. “Comprá, no te la pierdas campeón”, afirmó el ministro Luis Caputo a principios de mes en respuesta a las críticas sobre el atraso cambiario. Es evidente que el mercado siempre realiza sus propias correcciones. La realidad muestra que el tipo de cambio se disparó un 14,1% solo en julio, alcanzando los $ 1.380; un valor que se aproxima a la banda superior de flotación, lo que obligaría al Banco Central a intervenir por primera vez. La calma llegó el viernes, luego de que el Fondo Monetario Internacional concretara el desembolso de US$ 2 mil millones. El aumento del valor del dólar impactó de inmediato en el sector automotriz, que depende de importaciones. Algunas terminales ya anunciaron incrementos lineales del 3,5% en toda su gama de productos, el doble de lo que venían aplicando anteriormente. La mayor preocupación radica en las nuevas listas de precios que comenzaron a recibir los supermercados el viernes. Un aumento en los productos de primera necesidad no solo complicaría las metas inflacionarias plasmadas en el Excel, sino que haría aún más difícil la economía real para las familias de clase media y baja. La débil o nula recuperación de los salarios no está en condiciones de absorber aumentos inesperados en el costo de vida. A la gente ya no se le puede exigir más.

Por su parte, el presidente de la Unión Industrial Argentina, Martín Rapallini, declaró en una entrevista con Ignacio Ortelli en Radio Rivadavia que desde marzo se han perdido entre mil y mil 500 puestos de trabajo mensuales. Los indicadores de consumo también mostraron una notable baja durante las recientes vacaciones de invierno.

Hay una máxima en la economía argentina que se cumple con rigurosidad: cuando el ministro de Economía y sus funcionarios deben salir a justificar el aumento del dólar estadounidense, es señal de que existe un problema que no se resuelve únicamente con declaraciones. El relato libertario sostiene que no hay razón para preocuparnos por el aumento de la divisa norteamericana, ya que el superávit fiscal detiene la emisión monetaria, la base de la inflación. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, el sector automotriz no parece alinearse con esta teoría.

Claramente, en el Gobierno se han percatado de la falta de credibilidad de estas afirmaciones, puesto que el jueves por la noche tanto el Presidente como el ministro apuntaron a los “kukas”, a la vicepresidenta Victoria Villarruel y a tres bancos como responsables de lo que ya han denominado corrida cambiaria. Estos bancos son el Macro, el Provincia y el Banco de Galicia, dos de los cuales tienen estrechos lazos políticos con la oposición. La figura de Sergio Massa es casi siempre señalada por el oficialismo. Más allá de las especulaciones, lo que nos quieren hacer creer es que los verdaderos culpables de esta turbulencia son otros. A propósito: si el kirchnerismo tiene alguna oportunidad de regresar, gran parte se debe a los errores del Gobierno en su continua confrontación con sus aliados naturales, lo que complica su victoria en las elecciones del 7 de septiembre. Esto es algo que el Gobierno, comenzando por el propio Presidente, debería comprender. Mauricio Macri ha tenido que tragarse varios sapos para lograr un acuerdo duradero con los libertarios en la provincia de Buenos Aires. Para despejar dudas, basta recordar el caso de las elecciones en la Capital Federal: si Manuel Adorni se hubiera unido a Silvia Lospennato, habrían ganado en todas las comunas dejando muy atrás a Leandro Santoro. El expresidente no quiere repetir ese error y ya ha dado la instrucción de sacrificar a su primo en su distrito para teñirlo de violeta. Se trata de un acto de pura sobrevivencia ante las ambiciones de poder de la hermana del Presidente, quien busca todo y ha advertido que posee poder de veto sobre las listas para eliminar a disidentes como María Eugenia Vidal. Si el acuerdo no prospera, el alcalde porteño mantiene firme su idea de reconstruir una especie de “Juntos por el Cambio” para explorar un nuevo camino frentista.

La reunión que mantuvieron esta semana Karina Milei y Santiago Caputo es un indicio de que alguien ha notado que, más allá de las encuestas que predicen una victoria contundente de LLA en PBA, nadie puede asegurarlo. Se le solicitó al joven estratega que también se involucre en la campaña bonaerense y, más allá de los aspectos electorales, todas las miradas se centran en el complejo entramado de provincias necesario para evitar más sobresaltos en el plano legislativo.

Esa falta de acuerdos con la oposición cercana pone en peligro la sostenibilidad del veto total que Milei impondrá contra las leyes de emergencia en discapacidad, la moratoria previsional y el aumento de las jubilaciones. El Gobierno aún no cuenta con los “87 héroes” que le aseguren mantenerlo en el Congreso. Una parte del PRO se resiste. Las negociaciones son intensas. Los mercados, a los que el Gobierno presta tanta atención, están muy alertas e inquietos por lo que pueda ocurrir en la próxima semana. La confianza es la base necesaria para la tranquilidad.

El peronismo también atraviesa momentos turbulentos. Los aliados del gobernador Axel Kicillof se han visto obligados a explicar, de manera incómoda, la presencia de candidatos testimoniales en sus listas. Esto confirma la picardía criolla llevada al extremo. Se trata de una trampa y falta de ética en la competencia, aunque la jugada no esté expresamente prohibida por la ley.

Del otro lado, una dirigente condenada por corrupción intenta mantener lo que le queda de poder mientras busca apoyo ante la falta de sucesores naturales en su espacio. Argentina carece de verdaderos estadistas y la degradación moral de una parte significativa de sus representantes parece ser un problema sin solución a corto plazo. El voto es la única herramienta que le queda al ciudadano para revertir esta situación.

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