
La central sindical Confederación General del Trabajo (CGT), junto a los movimientos sociales de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), encabezaron una movilización en el marco de la tradicional peregrinación de San Cayetano, durante la cual se leyó un documento que contiene fuertes críticas al gobierno de Javier Milei. Acompañados por jubilados, estudiantes y organizaciones de derechos humanos, la marcha reivindicó la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo“.
“A un año y medio de la implementación de un plan económico que prometió un futuro mejor pero solo trajo descarte y empobrecimiento, en este agosto volvemos a las calles”, señala el documento titulado “La inclusión y el bien común contra la cultura del descarte”. Inspirado por el legado del Papa Francisco, el texto afirma: “Con la misma fe y convicción de siempre, peregrinaremos desde Liniers hasta Plaza de Mayo para ser la voz de los que quieren silenciar”.
Asimismo, se enfatizó: “Movilizamos por el derecho básico de cada familia a tener un plato de comida en la mesa y de cada trabajadora sociocomunitaria a recibir un salario justo por su labor esencial”.
“Luchamos contra una reforma laboral que pulveriza derechos, contra el ahogo deliberado a nuestras cooperativas y unidades productivas, y por el reconocimiento de la Economía Popular, que hoy más que nunca sostiene la vida en los territorios ante un Estado ausente”, expresa el comunicado. Se atribuye esta reactivación a un reclamo unificado frente a lo que se describe como “una política de hambre, ajuste y represión”.
Aun así, en su declaración, la CGT dejó algunos guiños al diálogo con el Gobierno y la búsqueda de acuerdos. Así, manifestaron: “Exigimos el fin de los protocolos represivos que buscan acallar la protesta legítima. Denunciamos la criminalización de la pobreza y la persecución judicial a nuestras referentes y a todo aquel que levanta la voz. El ajuste solo se sostiene con represión, pero la paz social se construye con derechos, no con palos”.
En la movilización también participaron la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), el Polo Obrero, Libres del Sur, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), los Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de Argentina, Madres de Plaza de Mayo, La Cámpora y numerosos sindicatos de base. Entre los dirigentes presentes se encontraban Hugo Yasky (CTA-T), Hugo “Cachorro” Godoy (CTA-A), Rodolfo Aguiar (ATE), Pablo Moyano (Camioneros), Juan Carlos Schmid (CATT), Abel Furlán (UOM), Omar Pérez (Camioneros) y Pablo Biró (APLA).
Jorge García Cuerva también lanzó críticas al Gobierno de Milei
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, se pronunció con firmeza contra el presidente Javier Milei en la misa por San Cayetano, haciendo especial hincapié en la difícil situación que atraviesan los jubilados y las personas con discapacidad. “Somos custodios y guardianes de la vida de los demás, los más pobres y débiles”, afirmó el arzobispo, subrayando la responsabilidad moral de proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Asimismo, añadió: “Somos custodios de los ancianos que esperan una jubilación digna, custodios de los discapacitados y de todos los enfermos que requieren apoyo”.

La reciente decisión del presidente de vetar el aumento jubilatorio y la ley de emergencia en discapacidad fue cuestionada por García Cuerva durante su discurso en el santuario de Liniers, ya que, según el religioso, afecta de manera grave a quienes más necesitan el respaldo estatal. Al mismo tiempo, criticó con fuerza al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, por la medida que imponía multas de hasta $900 mil a quienes buscan comida en la basura.
A lo largo de la misa, junto a la lectura del Evangelio “Ahora mismo volveré a la casa de mi padre (Lc 15,18)”, el arzobispo hizo un llamado a la reflexión y a la reconciliación: “Le rogamos a nuestro Santo patrono que podamos recapacitar, salir del chiquero de las descalificaciones y del odio, ponernos de pie y animarnos a dar el paso hacia la reconciliación entre los argentinos. Sólo desde allí podremos construir una sociedad más humana y solidaria”.
Durante la ceremonia religiosa, que se desarrolló simultáneamente con la marcha de San Cayetano hacia Plaza de Mayo, participaron la CGT, las dos CTA y diversas agrupaciones políticas, estudiantiles, religiosas, de derechos humanos y movimientos sociales. Al finalizar la misa, García Cuerva dialogó brevemente con la prensa, expresando su preocupación por la situación social actual: “No es una grieta, es una herida que está sangrando mucho. Pero esa herida también me da esperanza, porque sé que puede cicatrizar si nos tratamos un poco mejor entre todos”.
Finalmente, el arzobispo concluyó con un llamado urgente a no ignorar la realidad que vive mucha gente: “Hay hambre, y más allá de lo que algunos quieran opinar, la realidad nos habla claramente. Hay muchos hermanos que la están pasando mal; gente que revuelve la basura no porque lo deseen, sino porque buscan algo para vender o para comer”.
mv