
La ganadería argentina atraviesa un período de intensa actividad y con precios firmes, aunque podría cerrar el año con una nueva reducción del stock bovino, lo que implicaría el tercer año consecutivo de caída. Según estimaciones privadas y datos oficiales, el rodeo nacional podría finalizar 2025 con entre 700.000 y un millón de cabezas menos, por la conjunción de alta faena, falta de pastos en algunas zonas, excesos hídricos en otras y la ausencia de crédito para retener vientres. Estas causas quedaron reflejadas en un informe de la Secretaría de Agricultura, que advirtió sobre márgenes en retroceso en ciertos eslabones del negocio y mayores costos financieros.
“Durante el invierno (junio a agosto) se ha visto un escenario ganadero complejo, con movimientos dispares en los precios de la hacienda y un contexto económico marcado por la corrección en el tipo de cambio, el aumento del costo financiero y amplias áreas ganaderas con excesos hídricos”, señaló el informe.
De acuerdo con estimaciones privadas y datos oficiales, el rodeo nacional podría terminar 2025 con entre 700.000 y un millón de cabezas menos, afectado por la combinación de alta faena de hembras, falta de pastos en algunos lugares y excesos hídricos en otros y ausencia de crédito para retener vientres
El mismo reporte también indicó que los corrales de los feedlots comenzaron a vaciarse anticipadamente por una pérdida de rentabilidad. “Si bien el margen bruto aún registra un número positivo, el resultado una vez descontados los costos fijos ya da negativo y los corrales entraron (algo anticipadamente) en etapa de vaciado”, describió.
En tanto, agregó: “En la invernada, los márgenes se están reduciendo, reflejando el empeoramiento de la relación compra/venta conforme avanza el año. La situación para los campos arrendados se volvió más crítica en el último trimestre, agravándose sus resultados negativos”.
En diálogo con LA NACION, el consultor ganadero, Víctor Tonelli, explicó: “Claramente el fin de año nos va a encontrar con menos stock, algo menos de un millón o cerca de un millón de cabezas menos de las distintas categorías”.
Para el especialista, la caída responde a varios factores. “Hemos estado faenando por sequía, falta de pastos y excesos de agua en regiones muy importantes, y eso se siente a fin de año. No hemos entrado en un ciclo de retención y recuperación del rodeo. Hasta que eso ocurra, vamos a tener menos stock a fin de año, lo que marcaría tres años consecutivos de pérdida”, dijo. En su análisis, la falta de financiamiento “es hoy el principal obstáculo para retener vientres y recomponer el rodeo”.
Por su parte, Néstor Roulet, productor agropecuario y exsecretario de Agregado de Valor durante el gobierno de Mauricio Macri, estimó una caída en los vientres. Según su cálculo, el stock de vacas se reduciría en 700.988 cabezas en 2025, pasando de 22.080.149 a 21.379.161 animales.
“Este año todo indica que volveremos a cerrar con una caída del stock. Es la consecuencia directa de un ciclo de alta faena sin recomposición, que no se revierte mientras la rentabilidad siga ajustada”, sostuvo Roulet.
“Este año todo indica que volveremos a cerrar con una caída del stock”, dijo Roulet
El diagnóstico de ambos especialistas prolonga una tendencia que ya mostraba señales de retroceso. Según un informe de la Secretaría de Agricultura publicado en abril pasado, la Argentina perdió en 2024 casi 1,2 millones de cabezas, quedando en 51,6 millones, una baja del 2,2 % respecto del año previo y acumuló una merma de 2,6 millones en dos años. Este dato refuerza la advertencia de que 2025 podría cerrar con otro retroceso significativo del rodeo nacional, en torno de un millón de cabezas.
El informe también subrayó que las lluvias excesivas y el aumento del costo financiero profundizaron el deterioro del negocio ganadero. “Importantes zonas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba enfrentaron excesos hídricos que obligaron a declarar emergencia. Estas condiciones adversas han afectado la producción, sumando un factor adicional de incertidumbre para los productores”, detalló. Los márgenes de invernada de alta producción se ubicaron en 382.937 pesos por hectárea, un 24% inferior al año pasado para la época.
El informe oficial, no obstante, identificó algunos factores que moderan el panorama. Señaló que, pese a la presión de costos, el margen bruto del engorde a corral se mantiene en terreno positivo, lo que permite sostener cierta actividad en los feedlots. Además, algunas categorías de hacienda mostraron precios más firmes, en especial los novillos y novillitos de consumo, mientras que las exportaciones de carne conservaron volúmenes estables, ayudando a equilibrar la demanda. Agregó que, si se estabilizan las condiciones financieras y mejora el clima, podría iniciarse una recomposición gradual de los márgenes en los próximos trimestres, favorecida por un mayor acceso al crédito y una eventual recuperación de los pastos.
En tanto, Tonelli proyectó que, si se estabiliza la macroeconomía y se normaliza el financiamiento, podría iniciarse un nuevo ciclo de retención de vientres. “Visualizo una caída fuerte de la oferta para 2026-2027 como resultado de un proceso de retención, pero hasta que eso ocurra definitivamente vamos a tener menos stock a fin de año”, estimó.



