
La industria metalúrgica atraviesa uno de sus peores momentos: la producción cayó 2,3% mensual en agosto y un 6,1% interanual. Como consecuencia, la utilización de la capacidad instalada se desplomó al 44,8%, niveles similares a los registrados durante los meses más duros de la pandemia de 2020.
El informe del Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) reveló un panorama dificil: la actividad se encuentra 17% por debajo de sus máximos históricos y muestra apenas 1,6% de crecimiento acumulado en lo que va del año.
El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, alertó que “la industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, que ni siquiera alcanzan a revertir la profunda caída de 2024, lo que refleja un estancamiento generalizado de la actividad”.
La utilización de la capacidad instalada (UCI) registró una caída de 3,2 puntos porcentuales respecto a agosto de 2024, continuando una tendencia decreciente que no logra revertirse. Con el 44,8% actual, el sector metalúrgico opera en niveles históricamente bajos, comparable únicamente con el período marzo-junio de 2020.
Perspectivas sombrías y riesgo de ajustes laborales
Por ese motivo, Del Re subrayó la urgencia de implementar medidas de estímulo: “Necesitamos políticas activas que reconstituyan el tejido productivo, porque de lo contrario los niveles actuales pondrán en riesgo el empleo“.
Las expectativas empresariales para los próximos meses reflejan el pesimismo del sector: el 74,4% de las compañías prevé que su nivel de producción se mantendrá sin cambios o disminuirá, evidenciando un aumento en la percepción de estancamiento.
Más preocupante aún resulta el panorama laboral: el 90,5% de las firmas no esperan modificaciones en su plantilla o anticipan reducirla, lo que augura posibles ajustes en el empleo sectorial. Ya en agosto, el nivel de empleo registró una caída interanual del 2,9% y una disminución mensual del 0,5%.
Los motores de crecimiento pierden empuje
Dividido por sectores, se evidencia un cambio de tendencia preocupante. Maquinaria Agrícola, que había sido uno de los pocos segmentos en alza durante el primer semestre, registró su primera contracción del año con una caída del 1,9%, interrumpiendo abruptamente su proceso de recuperación.
Carrocerías y Remolques, el otro sector que había mostrado dinamismo con un crecimiento del 6,8%, mantuvo su expansión pero a un ritmo significativamente más moderado que en meses anteriores, señalando una desaceleración en su impulso.
Los sectores tradicionalmente más castigados profundizaron sus retrocesos: Autopartes se desplomó 12,6%, Fundición cayó 14,4% y Bienes de Capital retrocedió 8,1%, consolidando un escenario complejo sin señales claras de recuperación.
Otros segmentos que habían mostrado signos de estabilización también cedieron terreno: Otros Productos de Metal (-7,1%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4%) y Equipamiento Médico (-1,6%) interrumpieron la leve tendencia positiva de meses previos.
El mapa provincial de la crisis
A nivel territorial, la crisis se extiende de manera desigual. Santa Fe logró mantenerse en terreno positivo con un magro 0,2%, aunque muy lejos del liderazgo que había mostrado en el primer semestre.
Buenos Aires se consolidó como la provincia de peor desempeño, con una caída del 8,7% que profundiza la tendencia negativa sin lograr estabilización. Córdoba (-4,5%), Mendoza (-4,4%) y Entre Ríos (-2,7%) también retrocedieron con fuerza, revirtiendo las mejoras parciales del primer semestre.
Importaciones en alza, déficit comercial creciente
El panorama se completa con datos del comercio exterior que reflejan la pérdida de competitividad del sector. En julio, las importaciones de productos metalúrgicos totalizaron u$s2.281 millones, un incremento interanual del 23%, mientras que las exportaciones alcanzaron apenas u$s527 millones, pese a crecer 25,9%.
La dinámica importadora continúa expandiéndose a una tasa promedio del 3,5% mensual desde junio de 2024, cuando tocó su nivel más bajo, evidenciando la creciente penetración de productos extranjeros en el mercado interno.