El magistrado y la funcionaria consultaron las estadísticas del juzgado y los libros de préstamo de expedientes y de depósitos judiciales, al par que seleccionaron luego actuaciones cuyo diligenciamiento puntualmente controlaron.
Constataron que en ese organismo “el volumen de expedientes excede la cantidad de empleados”, al punto que a mediados de septiembre del año pasado ya había audiencias fijadas hasta fines de marzo de 2006, y que ello, sumado a sucesivos cambios operados en la planta de personal, que ocasionaron cierto atraso en el despacho, determinaron que el organismo se haya visto obligado a incorporar practicantes para poder realizar las tareas, con la consiguiente necesidad emergente, de capacitar a esos agentes, en materias propias de la función judicial del fuero.
Las autoridades tribunalicias también tomaron razón de las necesidades que dicho organismo tiene en cuanto a muebles y útiles y solicitaron a los responsables del Juzgado Civil y Comercial Nº 7 de Paraná que aumenten los esfuerzos para optimizar la labor.