
A solo 20 días de que concluya la baja temporal de los Derechos de Exportación (DEX) establecida por el Gobierno para el maíz y la soja, entre otros cultivos, el sector agroexportador ha mostrado un ritmo inusualmente alto en las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) durante el mes. En la primera semana de junio, se registraron cerca de cuatro millones de toneladas de granos, generando un ingreso de divisas de US$1300 millones. Si esta tendencia continúa, el volumen total podría alcanzar entre 10 y 12 millones de toneladas, lo que significaría un récord para este mes del año. Algunos expertos han señalado en consulta con LA NACION que la entrada de dólares podría ascender a US$5000 millones.
Este fenómeno, según los analistas, se debe a una doble presión: la urgencia de los exportadores por aprovechar el esquema vigente antes del 30 de junio y la decisión de los productores de adelantarse a una posible caída de precios que podría derivarse de un aumento en los DEX.
El consultor agroindustrial Guillermo García destacó que, con 19 días hábiles en junio y una media diaria de 210 millones de dólares, se podrían generar ingresos por US$4000 millones. Para alcanzar los US$5000 millones, la media diaria debería ser de 260 millones de dólares. “Esto se debe a la confluencia del anticipo de exportadores ante la fecha límite del 30 de junio y las ventas de los productores para evitar una caída en el precio por el regreso de los DEX a sus niveles anteriores”, precisó.
Lorena D’Angelo, consultora de AZ-Group, subrayó que mayo, por ejemplo, siempre ha sido el mes más alto en la liquidación de divisas por campaña, excluyendo el dólar soja de septiembre de 2022.
Analizando la dinámica comercial, Javier Preciado Patiño explicó que la primera semana de junio mostró niveles diarios de ventas primarias de soja en torno a las 515.000 toneladas, abarcando contratos con precio acordado y fijaciones de mercadería ya entregada: “Esto es lo que efectivamente posee el exportador”.
Preciado Patiño señaló que este comportamiento responde al incentivo generado por la diferencia de retenciones: “Si no vendés ahora y el precio se mantiene en 320.000 pesos, en julio, con la nueva retención del 33%, eso caerá a 280.000. El productor, ante la duda, opta por vender ahora”, agregó.
Sin embargo, esta aceleración en las ventas no se refleja en el ingreso de camiones a puerto, que ha permanecido estable durante las últimas tres semanas. “Aproximadamente un tercio de lo pactado será para entrega posterior, en julio. Algunos operadores incluso ofrecen un plus por diferir la entrega debido a la capacidad ajustada de recepción en el Up-river”, detalló Preciado Patiño. En este contexto, se han registrado jornadas con volúmenes inusualmente altos de exportaciones. “Tuvimos un día con más de un millón de toneladas de maíz, otro con casi un millón de harina de soja, y cerramos la semana con un fuerte registro de aceite de soja”, agregó el consultor.
En total, sumando maíz, harina y aceite de soja, girasol y otros subproductos, la primera semana de junio acumuló casi cuatro millones de toneladas en DJVE. “Si este ritmo se repite, el mes podría cerrar con cifras cercanas a las 12 millones de toneladas, algo sin precedentes para un junio”, remarcó.
García recordó que, después del 30 de junio, se incrementarán las retenciones para el maíz y el complejo soja; además, los exportadores estarán obligados a ingresar el 95% del valor en un plazo de 15 días posteriores a la DJVE.
Por su parte, el Gobierno no habría quedado satisfecho con la liquidación del sector agroexportador en mayo, que superó los US$3200 millones. Según rumores en el mercado, el Ministerio de Economía habría ejercido presión para acelerar las registraciones de granos para ventas al exterior.
En este contexto, García recordó que, tras el 30 de junio, se aumentarán las retenciones para el maíz y el complejo soja; y los exportadores estarán obligados a ingresar el 95% del valor en un plazo de 15 días después de la DJVE. “Esto implica una pérdida de US$5 por tonelada para el maíz y una caída de US$27 por tonelada en la capacidad de pago para la soja industrial”, aclaró.
Preciado Patiño evaluó que “posiblemente esos US$3500 millones puedan ser factibles gracias a la aceleración en las registraciones, no por los embarques”.
Con cautela, D’Angelo estimó que junio alcanzará prácticamente su nivel máximo en un corto periodo y que el ingreso de divisas “podría estar cerca de los US$3800 millones”.
“Los exportadores están declarando ventas al exterior, al igual que los productores, y durante lo que queda de junio, que realmente recién comienza, continuarán vendiendo y aprovechando, especialmente en el caso de la soja, antes de que las retenciones vuelvan a subir. Considerando los precios FOB, solo en estos cinco días se ha generado un ingreso de divisas de US$1300 millones. No más que eso, ya que los precios no son elevados y Argentina, con estos valores, no es tan competitiva, particularmente al ingresar ya la cosecha brasileña anticipada de maíz de safrinha”, expresó.
En este sentido, Eugenio Irazuegui, de la firma Zeni, destacó que la finalización de la reducción temporal en los DEX es clave: “Esta aceleración (en las DJVE) se produce porque, para tributar las alícuotas reducidas, los exportadores deben anticipar el 95% de los dólares obtenidos de la venta al exterior en un plazo de hasta 15 días hábiles después del registro de la declaración jurada”.
“Este escenario brinda un aliciente para la liquidación de divisas a lo largo de junio, permitiendo aprovechar los DEX vigentes, y compensando los precios internacionales más bajos en comparación con años anteriores”, sostuvo.
Para concluir, los expertos resaltan que este nivel de actividad contrasta con la incertidumbre política y económica que atraviesa el sector agrícola, donde las decisiones del Gobierno sobre el régimen de retenciones posteriores al 30 de junio serán cruciales para determinar el comportamiento del mercado en el segundo semestre del año.