
La inflación no es únicamente un fenómeno monetario, aunque la emisión destinada a financiar recurrentes déficits fiscales es sin duda la principal causa de la inflación en Argentina a lo largo de su historia”, afirmó Javier Timerman, economista, managing partner de Adcap Banco de Inversión y socio de Adcap Grupo Financiero.
En una conversación con Infobae desde Nueva York, el referente del sector financiero analizó el clima de volatilidad cambiaria y el aumento de las tasas de interés, los riesgos de contracción económica y los retos que enfrenta el país en un año electoral.
— ¿Comparte la visión del Fondo Monetario Internacional y de parte de los analistas de mercado en cuanto a que la política monetaria y cambiaria actual carece de claridad?
— La gestión del control de agregados monetarios, que lleva a cabo el equipo económico, tiende a generar más volatilidad a corto plazo, a diferencia de los regímenes de target de inflación que son estándar en otras partes del mundo; un ejemplo de ello es Uruguay, que implementó un esquema similar entre 2013 y 2019, donde la volatilidad de la tasa de interés fue notable.
Además, la salida de las LEFI se produjo de manera algo desorganizada, ya que el Gobierno tuvo que realizar varias iteraciones y medidas de encajes y licitaciones para ajustar la cantidad de pesos en circulación. Esta transición sigue en curso y se puede observar en la volatilidad de las tasas de interés en pesos a 1 día, por ejemplo.
Sin embargo, el ministro Luis Caputo subrayó que este esquema monetario y cambiario tiene como objetivo principal no perjudicar el desempeño electoral del Gobierno. Por lo tanto, deberíamos anticipar que en algún momento el mercado de pesos se estabilice y que el Gobierno continúe intentando reducir la volatilidad del tipo de cambio para prevenir una disparada del dólar y de la inflación antes de las elecciones.
— Desde su perspectiva, ¿la inflación es exclusivamente un fenómeno monetario, como sostiene el presidente Javier Milei y su equipo económico?
— Considero que el proceso inflacionario “a corto plazo” es complejo y no se puede simplificar a esa única noción. Las elevadas tasas de inflación en los países desarrollados en los últimos años son una prueba de ello. En este sentido, creo que el Presidente exagera su opinión para que la población comprenda las consecuencias de la emisión descontrolada y sin respaldo.
“Deberíamos esperar que en algún momento el mercado de pesos se acomode y que el Gobierno persista en su intención de sacarle volatilidad al tipo de cambio”
La inflación no es un fenómeno exclusivamente monetario, aunque ciertamente la emisión para cubrir déficits fiscales recurrentes es la principal explicación de la inflación en Argentina a lo largo de su historia. Thomas Sargent, premio Nobel de Economía, afirmó en alguna ocasión que “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno fiscal, en el que el Banco Central es su cómplice monetario”. Argentina es un claro ejemplo de esto.
— ¿Considera que la baja en la inflación representa el único logro del Gobierno hasta ahora?
— Creo que la reducción del déficit fiscal y la disminución de los subsidios son logros significativos. Durante el gobierno de Alberto Fernández, los distintos equipos económicos trabajaron en diversas variantes para reducir los subsidios sin éxito. No se puede hablar del plan económico del Gobierno sin reconocer el éxito que han tenido en realizar un necesario ajuste fiscal.
Lo que anteriormente parecía imposible y que tantos economistas argentinos habían solicitado, este Gobierno ha logrado sin incurrir en altos costos políticos hasta el momento, evitando una crisis al inicio de su administración.
Por otra parte, la apertura al mundo y el impulso a los proyectos de inversión en Vaca Muerta y la minería también son logros importantes.
— ¿Por qué cree que, cuando aumenta la liquidez por la inyección de pesos a través de la compra de dólares por parte del Tesoro, el mercado prefiere destinarse a activos dolarizados en lugar de fomentar el crédito a tasas más bajas?
— Es importante diferenciar estas dos cuestiones. La alta dolarización ocurre en un contexto donde:
- después de muchos años, los individuos ya no enfrentan el CEPO y
- el tipo de cambio oficial se sitúa hoy en niveles similares a los que cotizaba el paralelo hace un año.
Esto se añade a la consideración electoral, que en Argentina genera consistentemente una mayor demanda de dólares a corto plazo. Asimismo, la demanda de pesos ha estado bastante débil en los últimos meses. Especialmente en un contexto donde la actividad se ha estancado, la caída en la demanda de crédito implica que la liquidez excedente no sea absorbida por los bancos.
— Aunque la actividad económica muestra una recuperación anual cercana al 7% en los últimos meses y en el acumulado del semestre, muchos economistas advierten sobre signos de enfriamiento. ¿Qué opina al respecto?
— Al observar los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) y otros datos preliminares que permiten vislumbrar el nivel de actividad en junio y julio, la economía parece estar estancada en los niveles de inicios de año.
El EMAE desestacionalizado en junio se mantuvo al mismo nivel que en noviembre de 2024, y la perspectiva no es mucho más alentadora. Además, hay que considerar el impacto que podría tener la significativa subida de la tasa de interés sobre la actividad.
“Puede ser que mejore la actividad después de las elecciones, si es que el Gobierno permite una corrección cambiaria y relaja su política monetaria”
Es posible que observemos una mejora en términos de actividad recién después de las elecciones, con menor incertidumbre en el horizonte, siempre que el Gobierno permita una corrección cambiaria y relaje su política monetaria. Es fundamental que la inversión impulse ese crecimiento.
— El crédito bancario representa menos de la quinta parte del promedio regional, situándose en torno al 8% del Producto Bruto Interno. Sin embargo, existen preocupaciones sobre el impacto que el incremento de tasas de interés podría tener sobre la actividad económica. ¿Cuál es su análisis?
— Podemos plantear la cuestión de otra manera. En la primera mitad del año, gran parte del crecimiento económico se explicó por el aumento del crédito. ¿Cómo se manifiesta esto? Los ingresos disponibles de la población estuvieron estancados en términos reales, por lo que el consumo no se vio impulsado por ese factor. A pesar de que el stock de crédito es bajo, la magnitud de las variaciones genera un impacto significativo. Lo mismo ocurre con los niveles de volatilidad.
— ¿Considera que la volatilidad de las tasas y del dólar es consecuencia del clima preelectoral o refleja una falta de confianza en el plan de estabilización promovido por el Ministerio de Economía?
— No diría que hay una falta de confianza. Más bien, opino que, al eliminar las LEFI, el Gobierno introdujo volatilidad y cierto desconcierto en el mercado, algo natural ante un cambio de esquema monetario de tal magnitud. Aún estamos observando cómo el mercado se adapta a la nueva política monetaria implementada.
Al optar por que esta transición se realice en paralelo al escenario electoral, el Gobierno introdujo una volatilidad adicional a una etapa siempre difícil, como es la previa a una elección.
— Una vez superadas las elecciones, ¿cree que será necesario recalibrar el plan económico para lograr un tipo de cambio más equilibrado, un financiamiento sostenible y una mayor entrada de dólares genuinos, tanto financieros como comerciales?
— Sí, y considero que el equipo económico es consciente de ello. Después de las elecciones, el principal desafío del Gobierno será reducir el índice de riesgo país para poder acceder a los mercados internacionales de deuda y refinanciar los vencimientos del próximo año. Para ello, probablemente deberá concentrarse en una mayor acumulación de reservas, lo que podría llevar a un nivel de tipo de cambio más razonable.
Esto podría venir acompañado de alguna recalibración del programa económico o la eliminación de las restricciones cambiarias restantes en algún momento.
“Creo que recién después de una reelección de Milei en 2027 podremos esperar un ingreso considerable de inversiones al país”
En cuanto a la captación de inversiones extranjeras, pienso que se necesita más tiempo, considerando los antecedentes de Argentina. Creo que recién después de una reelección de Milei en 2027 podremos esperar un ingreso significativo de inversiones al país.
— ¿De qué manera afecta el frente externo, especialmente la política comercial de Estados Unidos y las presiones provenientes de la política de tasas de la Reserva Federal?
— Para los países emergentes, la política de tasas de la FED y los flujos monetarios internacionales son siempre preocupaciones primordiales, como hemos observado en el pasado. Sin embargo, la política comercial de Trump no afecta demasiado a Argentina, ya que Argentina ni exporta mucho a Estados Unidos, ni ha recibido grandes aranceles debido a las excepciones aplicadas a países como Brasil o China.
Por otro lado, Trump presiona fuertemente al presidente de la FED, Jerome Powell, para que reduzca la tasa. Esto podría beneficiarnos al incentivar un mayor flujo hacia mercados emergentes y abaratar la tasa que Argentina debería pagar si busca financiamiento en los mercados internacionales.
— Teniendo en cuenta el actual escenario de incertidumbre, ¿cuáles son las herramientas de política económica que podrían potenciar el crecimiento sostenible y la confianza de los inversores, en su opinión?
— Creo que tanto el crecimiento sostenible como la confianza de los inversores se logran a través de un arduo trabajo y mostrando constancia a lo largo del tiempo; no suceden de la noche a la mañana. Para ello, probablemente sean necesarias reformas importantes para el desarrollo argentino.
“Como país debemos discutir nuestro esquema tributario, previsional y laboral y acordar programas que sean solventes fiscalmente, que incentiven la creación de empresas y puestos de trabajo”
Como país, debemos discutir nuestro esquema tributario, previsional y laboral, y acordar programas que sean fiscalmente sostenibles, que incentiven la creación de empresas y puestos de trabajo, y que promuevan la formalidad. La acumulación de reservas también será crucial para generar confianza.
— Para concluir, ¿qué reflexión general le gustaría compartir sobre la coyuntura actual y los desafíos económicos de Argentina?
— Nos queda mucho por hacer. Lo logrado hasta ahora es muy valioso y era impensable antes de la llegada de este Gobierno. Sin embargo, como mencioné anteriormente, recuperar la confianza de los inversores extranjeros es complicado debido a los defaults y crisis que hemos enfrentado en el pasado.
Muchos inversores se sintieron decepcionados con el gobierno de Macri y ahora son más reticentes a invertir en Argentina. Para ello, debemos demostrar al mundo que somos un país viable en términos económicos y políticos.
Es fundamental convencer a los argentinos de que seguir este camino nos llevará a la prosperidad. De lo contrario, el riesgo de que sea elegido un candidato con ideas que ya nos han llevado al fracaso permanecerá presente.