
Después de su peculiar espectáculo musical en el Movistar Arena, Javier Milei acelerará su gira en las provincias y sumará nuevas estaciones a su bitácora de vuelo, en medio de una creciente conflictividad social. Este martes, el Presidente encabezó el primer acto en territorio bonaerense tras la eyección de José Luis Espert de la boleta violeta y presenta a Diego Santilli como potencial reemplazante del “profe”. Mendoza, Santa Cruz, Corrientes y Chaco serán otros de los destinos que Milei visitará.
En medio de la crisis política que atraviesa el Gobierno y con una economía que baila al ritmo de Washington, el mandatario intenta insuflarle mística a una campaña desdibujada, que tuvo al caso Espert en el ojo de la tormenta durante las últimas semanas. La Casa Rosada busca montar un cortafuegos y evitar que la onda expansiva llegue a otras provincias, donde La Libertad Avanza (LLA) espera sumar legisladores para robustecer su estructura en el Congreso
Así las cosas, Milei va por un revival del 2023, exhibiendo potencial militante y contacto cara a cara con el electorado. El escenario está atado a un malestar in crescendo, que ya puso en jaque las actividades proselitistas presidenciales en Ushuaia y Santa Fe, primeros destinos del tour. En Paraná, en cambio, no hubo inconvenientes mayores y el Presidente pudo desarrollar su agenda sin sobresaltos de la mano de su aliado Rogelio Frigerio, del PRO.
Javier Milei profundiza su gira de campaña
Este jueves, el “León” desembarcará en Mendoza, distrito donde trabó un acuerdo electoral con el gobernador radical Alfredo Cornejo. La novedad del caso será que el mandamás pisará San Rafael, histórico bastión peronista del sur provincial. Lo hará en compañía del ministro de Defensa, Luis Petri, quien encabeza la boleta de LLA + Cambia Mendoza en la categoría diputados. Como contraparte, un grupo de vecinos autoconvocados motorizan una movilización contra la presencia del primer magistrado
En tierras mendocinas, la flamante confluencia marcha con las de ganar, ante el desafío de un justicialismo que logró la unidad pero que corre de atrás. No obstante, en sus filas afirman que cambiaron los aires tras la elección bonaerense y que el escenario de polarización los beneficia para tener una cosecha aun mayor a la esperada. Cornejo, en tanto, se entusiasma con blindar el pago chico y no perder influencia. En 2027 no tendrá reelección y no quiere ver su poder licuado. Petri se posiciona como una de las figuras a reemplazarlo.
Ese mismo día, se espera que Javier Milei visite Santa Cruz, donde manda el provincialista Claudio Vidal, integrante del flamante frente Provincias Unidas (PU). Precisamente, también el jueves 9, los integrantes de PU se reunirán en San Salvador de Jujuy, con Carlos Sadir como anfitrión. Estarán Martín Llaryora (Córdoba), Ignacio Torres (Chubut), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gustavo Valdés (Corrientes), además de Juan Schiaretti. Será una nueva muestra de fuerza en busca de romper la polarización entre los libertarios y el peronismo.
En tierras santacruceñas daban cuenta de que, por obras en el aeropuerto de Río Gallegos, el mismo permanece cerrado, por lo que los vuelos arriban a El Calafate, localidad íntimamente vinculada al kirchnerismo. De hecho su intendente, Javier Belloni, pertenece al justicialismo. De concretarse, la visita del Presidente tendrá como objetivo apuntalar la candidatura del presidente del partido local, Jairo Guzmán.
A priori, el tramo patagónico del tour no estará exento de conflictividad. En las últimas horas, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) llamó a “bloquear” la eventual llegada de Milei a la Patagonia. “El Presidente no es bienvenido en nuestra provincia. Con sus políticas ha provocado un daño social irreparable en el sur de nuestro país. Si insiste en poner un pie en la Patagonia, tiene que saber que lo vamos a estar esperando”, señaló el gremio que conduce Rodolfo Aguiar.
Apuntó, además, que las seccionales sureñas de ATE coordinan actividades para manifestarse en contra del mandatario. “Todavía no conocemos el itinerario, pero tienen que saber que estamos preparados y no descartamos bloquear todas las rutas de ingreso”, amenazaron. A los destinos ya conocidos, podrían sumársele a la brevedad Río Negro y Neuquén, dos provincias que elegirán senadores.
El sábado, en tanto, será el turno de Chaco y Corrientes, dos provincias gobernadas por mandatarios radicales, con diferencias sustanciales en cada caso. En el primero, manda Leandro Zdero, con quien el Presidente tejió una alianza que les dio la victoria en los comicios locales de mayo. En el segundo, hubo un intento por repetir el acuerdo, pero el castillo se desplomó: Gustavo Valdés no aceptó las condiciones y decidió jugar solo. Mal no le fue: en las elecciones a gobernador del 31 de agosto, su hermano Juan Pablo logró la victoria en la primera vuelta y relegó al libertario Lisandro Almirón al cuarto puesto, con apenas el 10%.
Hasta aquí, las pulseadas en los distritos demostraron que el traslado de los votos no es lineal. De hecho, el mileísmo solo se alzó con victorias en CABA -donde compitió en soledad- y en territorio chaqueño, atado a la performance de Zdero. En aquella ocasión, el peronismo no logró la unidad y fue en dos listas separadas, siendo la mayoritaria la que encabezó Jorge Capitanich, quien lidera la boleta de senadores del PJ de cara a octubre.
Ahora, los celestes cerraron filas y encuadraron a todas sus tribus, plantándose como un desafío concreto a los oficialismos provincial y nacional. Los apóstoles de Capitanich se entusiasman con usufructuar la crisis del Gobierno, dar el golpe y retener las dos bancas en la Cámara alta. Por el contrario, Nación profundiza los gestos a la administración radical. Esta semana, el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunió con el mandatario de Chaco y anunció asistencia por $40 mil millones para cubrir su déficit previsional.