
El caso de la megabanda que habría liderado el ex juez CésarMelazo sigue sumando elementos sorprendentes. Ahora sospechan que uno de losmiembros de la organización hacía delivery de drogas por La Plata en camionesde basura. El dato surgió de la investigación contra ladrones, policías y funcionariosjudiciales acusados de integrar una “asociación ilícita” que contaba con zonasliberadas y tenía impunidad garantizada.
Se trata de Adrián Oscar “Kichua” Manes (47), integrante dela banda detenido desde 2013, sospechado de haber matado a su compañero JuanRoberto “Tecla” Farías (32), en diciembre de 2010. El móvil de ese crimen fueun ajuste de cuentas por un robo en lo de un amigo del ex juez Melazo. Unarevisión en la investigación de ese hecho fue lo que reveló la oscura trama porla que también está preso el comisario Gustavo Bursztyn, y derivó en lasuspensión por 90 días del camarista Martín Ordoqui.
Manes es un claro ejemplo de los distintos niveles en losque operaba la megabanda. A pesar de estar imputado por un homicidio, “Kichua”gozaba de la prisión domiciliaria. El mismo beneficio procesal tenía JavierMaximiliano Ronco (42), procesado por un doble crimen. Para los investigadores,Ronco habría pagado 500 mil pesos por la pulsera electrónica que le otorgó unasala de la Cámara de Casación Penal.
Pero Manes no necesitó recurrir a la Cámara para gozar delbeneficio. Directamente se lo otorgó el ex juez de Garantías N° 2 César Melazo,quien estaba de turno la semana en la que asesinaron a Farías en el hall de suedificio ubicado en 44 entre 26 y 27, cuando se resistió a ir a la casa de suspadres a buscar plata que había robado. Es más, “Kichua” gozaba del beneficiode salidas laborales para trabajar para un funcionario platense.
En un allanamiento realizado en octubre del año pasado, laPolicía le encontró 40 dosis de cocaína, cuatro celulares y 13 mil pesos en sucasa, ubicada en calle 6 entre 72 y 73, frente a una escuela primaria. Quedóimputado por infracción a la ley 23.737 en una causa a cargo de la AyudantíaFiscal de Estupefacientes y la UFI N° 1. Desde ese momento no goza más del beneficiode la pulsera. Ahora se investiga si en el momento de su detención Manesrepartía droga en vehículos de recolección municipales junto a otros narcos.
La escena parece sacada del escándalo narco de Entre Ríos,donde un puntero del intendente de Paraná, Sergio Varisco (Cambiemos), usabacamiones de basura para distribuir marihuana al por mayor. En ese caso, elnarco Daniel “Tavi” Celis también fue preso por un ajuste de cuentas disfrazadode robo -al igual que Manes- y desde la cárcel montó otra red de venta decocaína. Por esa investigación terminó procesado el jefe comunal, acusado definanciar la compra de droga.
“Esto fue un terremoto y puede haber réplicas”, dicen en lospasillos de los Tribunales platenses. Fuentes del caso señalaron a este diarioque la causa de la banda de Melazo y Bursztyn consta de más de 30 cuerpos yhasta ahora solo fue analizada una pequeña parte de las escuchas telefónicas ychats recuperados de los teléfonos de los procesados. Allí aparecen apodos ytambién apellidos de otros comisarios, funcionarios judiciales y políticos.
Los investigadores saben que la sola mención -y más en bocade ladrones y narcos- no significa una participación en el delito. Esasituación puede cambiar si aparecen más elementos para poner en contexto esosnombres. Otro juez y un fiscal ya están al borde de la imputación. De mínima,habrían incurrido en faltas administrativas graves, según pudo saber Clarín.”Prestá atención que yo tengo una mano negra desde siempre ahí, porque siguehabiendo gente, Melazo no está pero la gente sigue estando, los demás”, diceManes en una de las escuchas.
Las conexiones entre los personajes que “orbitan” a la bandatambién serán clave en el avance de la causa. Como por ejemplo todas las queabre el barrabrava de Estudiantes Rubén Herrera. Al “Tucumano” le adjudican serel “dueño de la noche” platense. Dicen que tiene boliches bailables en sociedadcon el ex juez Melazo. También tendría una agencia de viajes de egresados,entre otros negocios. “¿Con la plata de quién?”, se preguntan en Tribunales.
La investigación que lleva adelante la fiscal Betina Lacki,a cargo de la UFI N° 2, ya disparó la reapertura de varios expedientes por roboque llevaban años sin esclarecer. Los datos de esta causa serán cruzados conotras de “autores ignorados”. Así podrían ser identificados más integrantes dela organización. Hasta ahora, estarían detenidos “los titulares”. Pero se sabeque algunos miembros “iban y venían”. La modalidad que empleaban Bursztyn y eloficial Gustavo Mena era la de reclutar ex presos o asaltantes a los que teníanidentificados para que trabajen para ellos a cambio de no detenerlos.
Bursztyn fue jefe de la comisaría 2°, de Drogas Ilícitas yllegó a dirigir el Comando de Patrullas de La Plata hasta julio de este año.Mena, su mano derecha, estaba al frente de la DDI La Plata. Así le dabancobertura a los delincuentes, pero también, se valían de los datos deinteligencia criminal para robarle a los narcos. Como el día que entraron enuna casa de Melchor Romero donde sabían que se guardaban 28 kilos de droga. Oel falso allanamiento en busca de un violador en una villa porteña para robarse100 kilos de cocaína. O el día en que entraron a robar en la casa RobertoZapata, ex ayudante de campo de Estudiantes, cuando celebraba su cumpleaños enun salón de fiestas.
Ese golpe derivó en el asesinato de Juan Farías, en ladetención de Manes, la caída de Mena, Bursztyn, Melazo y la imputación deOrdoqui. Nadie sabe hasta dónde llegará la onda expansiva.