Domingo, 2 de noviembre de 2025   |   Nacionales

Interna libertaria frena rediseño del Gabinete a una semana de la victoria

Las peleas que estaban contenidas dentro del Gobierno estallaron antes del relanzamiento del elenco de ministros que tenía previsto el Presidente. El portazo de Guillermo Francos y Lisandro Catalán dejaron al desnudo las tensiones que laten dentro de la administración libertaria. Del fastidio por el crecimiento de Santiago Caputo a las dudas sobre su capacidad de gestión en un momento de extrema desconfianza del sector que responde a Karina Milei. La sombra de “Lule” Menem y las nuevas tensiones que se proyectan con los cargos que todavía no fueron cubiertos. La licuación de la victoria.
Interna libertaria frena rediseño del Gabinete a una semana de la victoria

El presidente Javier Milei aún no consigue ordenar la interna que desde hace meses atraviesa su gabinete, entre el sector que encabeza Karina Milei y el que conduce el asesor Santiago Caputo. La tensión pone en jaque el funcionamiento del Gobierno a pocos días de haber ganado las elecciones intermedias con el 41% de los votos e imponiéndose en 15 distritos del país.

La salida de Guillermo Francos y el ascenso de Manuel Adorni ilustran ese proceso. El ahora exjefe de Gabinete presentó su renuncia, cansado de las operaciones que desde el ala caputista llovían sobre su figura. No se sintió respaldado por el Presidente y pegó el portazo justo cuando Milei estaba reunido con el expresidente Mauricio Macri. Otra evidencia de que el mandatario libertario no tiene pleno control sobre su equipo.

Así, Karina Milei consolidó su plan y avanzó colocando a Adorni, de su máxima confianza, en un casillero clave. La jugada confirmó que la candidatura a la Legislatura fue testimonial: como jefe de Gabinete, Adorni continuará oficiando de vocero. Nunca quiso ser candidato en la Ciudad y tenía asegurado un cargo mayor desde que aceptó encabezar la lista en abril de este año.

Las versiones sobre su asunción divergen. Algunos aseguran que Adorni pensaba asumir más adelante y que el internismo precipitó la decisión; otros sostienen que nunca estuvo previsto que asumiera. Lo concreto es que Adorni no tomó contacto con actores de la Legislatura porteña, lo que evidencia sus nulas intenciones de quedarse allí.

En ese marco, el karinismo procesó rápido la salida de Francos: “ciclo cumplido”, dijo Adorni en la primera entrevista.

Un contraste con otros miembros del gabinete que despidieron a Francos y a Lisandro Catalán con palabras sentidas en redes: desde Sandra Pettovello hasta Federico Sturzenegger, pasando por Martín Menem.

El jueves por la tarde Francos pidió una reunión con el Presidente para hablar sobre su futuro. ¿Habrán conversado? Francos se había adjudicado la convocatoria de la reunión con veinte gobernadores ese mismo jueves por la tarde y destacó que había sido junto al resto del gabinete.

El asesor Caputo se enteró por los medios. Fue, en parte, una devolución de gentilezas. Francos había exigido públicamente que el asesor le ponga la firma a sus decisiones días atrás y le atribuía a Caputo versiones en la prensa que indicaban su acercamiento a China. “Fuego amigo”. “Todos contra todos”. “Internismo al palo”.

La jornada del sábado estuvo marcada por las negociaciones entre Milei y Caputo para que este desembarque oficialmente en el gabinete. Todo indica que será algo así como un ministro del Interior con poderes ampliados, otorgándole áreas como obras públicas, inversiones y vínculos con el lobby norteamericano, además del manejo de las empresas públicas. Seguramente la cartera tendrá un nombre más pomposo. Con malicia, una voz experimentada en internas libertarias señaló que “era una derrota” del asesor. “Todo lo que ya tiene, y además, teniendo que poner la firma”.

No dejaron de llamar la atención las idas y vueltas alrededor de Mariano Cúneo Libarona en Justicia. Sebastián Amerio, el hombre de Caputo en materia judicial, continuará manejando el vínculo con la cartera.

Milei impulsa el arribo de Caputo y lo reconoció públicamente en una entrevista. Pero, además, esa decisión parece destinada a equilibrar fuerzas y a prolongar tensiones internas que no parece dispuesto a disipar.

En el círculo libertario que tiene acceso a Milei hay voces que ya no ocultan el fastidio y que advierten sobre la magnitud que adquirió la pelea entre Caputo y otros, incluso poniendo en duda que el Presidente haya tomado plena dimensión del problema. “Es como el sexo en la pareja. Si funciona, los otros problemas los vas llevando, pero si no unciona, es el único problema”, graficó una voz con acceso a la intimidad presidencial.

Así las cosas, una de las pocas certezas en el espinel libertario era que hasta ayer todo indicaba que José Rolandi seguiría colaborando en la Jefatura de Gabinete, un rol que puede ser clave desde lo técnico frente al Congreso.

Adorni conservará el área de comunicación y será el nexo de los Milei con los ministros.

El próximo miércoles jurará en el Salón Blanco de la Casa Rosada.

Con todo, entre gobernadores, bloques dialoguistas y dudas sobre el rol de Adorni —un hombre proveniente de los medios y sin experiencia política más allá de su exposición como vocero presidencial—, será el jefe de la administración nacional y, aunque Caputo pueda llevar el vínculo con gobernadores, hay múltiples detalles de gestión que deberá atender él.

Mientras tanto, restan definiciones en Seguridad y en Defensa. Patricia Bullrich habría cerrado ser la candidata libertaria en 2027 y le partió el bloque al PRO. Alejandra Monteoliva tiene todos los números para ser su sucesora.

En Defensa, para reemplazar a Luis Petri suenan algunos nombres: Luciana Carrasco, jefa de Gabinete del Ministerio, o Marcelo Rozas Garay, vice de Petri, aparecen como posibles reemplazos del mendocino.

Ganadores y perdedores de un enroque que la Rosada no esperaba

El recambio ministerial en el Gobierno de Javier Milei empieza a dejar un saldo de ganadores y perdedores en el reacomodamiento del poder interno, que seguirá desarrollándose en los próximos días.

La máxima ganadora hasta ahora es Karina Milei. La colocación de un hombre de su extrema confianza al frente de la administración nacional prueba su poder y consolida su rol en el equipo de Gobierno. Manuel Adorni conservará la comunicación oficial y la vocería, además de desempeñar un papel clave en el vínculo con los ministros.

La comunicación quedará a cargo ahora, en lo formal, de Javier Lanari, aunque resta saber quién será el número 2.

Por ahora no está claro cuál será el rol definitivo de Santiago Caputo, aunque todo indica que acaparará, además de Interior, Obras Públicas, Transporte e inversiones. Seguirá manejando la SIDE y la cartera de Justicia, y ya colocó gente suya en numerosos directorios de empresas públicas. Diego Chaher, encargado de las privatizaciones, también trabaja bajo su órbita. Asimismo tendría Salud con Mario Lugones.

Si Milei avanza en el rediseño del organigrama, Luis “Toto” Caputo deberá cederle competencia a su sobrino Santiago. ¿Estará conforme? Después de todo, Pablo Quirno fue a Cancillería.

Caputo podría ganar decisiones en el organigrama, pero estaría en una posición de funcionario susceptible de ser desplazado por decreto y además tendría que poner la firma en cada decisión. En ese marco, ¿gana o pierde?

Parte de los derrotados pertenecen al ala “dialoguista” y a los profesionales de la política. La renuncia de Guillermo Francos revela un fuerte desgaste del sector encargado del vínculo con la oposición. En esa línea se inscribe también la salida de Lisandro Catalán.

En tanto, el “clan” Menem continuará gozando del apoyo de Karina. Sin embargo, la interlocución y el respaldo que brindaba Francos era permanente. Sin Francos ni Catalán, los Menem ganan un aliado en la Casa Rosada. Tras el triunfo electoral disponen, además, de un amplio margen de acción con el trío integrado por Martín, Eduardo “Lule” y Sharif.

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