Martes, 30 de septiembre de 2025   |   Internacionales

Informe filtrado: Rusia entrena a fuerzas chinas para operaciones en el extranjero

Un pacto sellado en 2023 incluye capacitación de tropas chinas en territorio ruso y chino, transferencia de tecnología y suministro de vehículos blindados, elevando la capacidad ofensiva del régimen de Beijing
Informe filtrado: Rusia entrena a fuerzas chinas para operaciones en el extranjero

La filtración de cerca de 800 páginas de contratos y otros materiales, verificada por el think tank británico Royal United Services Institute (RUSI), sacó a la luz un acuerdo militar entre los regímenes de Rusia y China destinado a reforzar las capacidades aerotransportadas del Ejército Popular de Liberación.

Firmado en 2023, el pacto contempla la venta de vehículos blindados, cañones antitanque y transportes de personal aerotransportados, junto con la transferencia de tecnología y la formación de un batallón chino de paracaidistas por parte de instructores rusos.

La documentación, filtrada por el grupo hacktivista Black Moon y analizada por RUSI, indica que los vehículos blindados suministrados a China irán equipados con sistemas de comunicaciones y control de mando chinos, y que la instrucción de las tropas se llevará a cabo tanto en territorio ruso como en campos de entrenamiento en China.

Según el análisis de los expertos de RUSI, Oleksandr V Danylyuk y Jack Watling, el mayor valor estratégico para Beijing reside en la capacitación de sus fuerzas aerotransportadas, ya que “Rusia está equipando y entrenando a grupos de fuerzas especiales chinas para penetrar en territorio de otros países sin ser detectados, ofreciendo opciones ofensivas contra Taiwán, Filipinas y otros Estados insulares de la región”, escribieron ambos especialistas en su informe sobre el acuerdo.

El refuerzo de las capacidades de maniobra aérea es un área en la que Moscú todavía mantiene ventaja sobre el Ejército Popular de Liberación, y su mejora podría facilitar, según los expertos de RUSI, el objetivo chino de tomar el control de Taiwán, isla autogobernada de 23 millones de habitantes que Beijing reclama como parte de su territorio. En caso de una ofensiva, una operación aerotransportada permitiría a China desplegar con rapidez tropas y equipos clave en la isla durante las fases iniciales, aunque la conquista y ocupación exigirían una compleja invasión anfibia.

RUSI también señala que el acuerdo prevé la transferencia de tecnologías que permitirán a China fabricar armamento similar al adquirido. De acuerdo con los documentos, el entrenamiento se repartiría entre Rusia y China, donde instructores rusos prepararían a los paracaidistas chinos en aterrizaje, control de fuego y maniobras.

La cooperación militar entre Rusia y China se ha fortalecido notablemente en la última década, en paralelo al acercamiento personal entre Vladimir Putin y Xi Jinping. Ambos líderes, junto a Kim Jong Un, participaron recientemente en un desfile militar en China, en una demostración de unidad frente a Estados Unidos y sus aliados.

Según declaraciones de Putin recogidas por CNN, la relación bilateral se encuentra en un “nivel sin precedentes de cercanía”, mientras ambos países avanzan en proyectos estratégicos como el gasoducto que conectará Rusia y China a través de Mongolia, una iniciativa que cobra relevancia tras el giro de Moscú hacia el mercado chino después de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.

El aumento de la cooperación se refleja también en el número de ejercicios militares conjuntos: en 2024, China y Rusia realizaron 14 maniobras compartidas, la cifra más alta desde el inicio de estas actividades en 2003, según el Center for Strategic and International Studies. Entre ellas se cuentan patrullas navales alrededor de Japón, operaciones aéreas y marítimas cerca de Alaska y, en agosto, la primera patrulla submarina conjunta en el Pacífico, según medios estatales.

La región del mar de China Meridional continúa siendo un foco de tensión, especialmente con Filipinas, país con el que China mantiene disputas territoriales y cuyos buques han protagonizado frecuentes incidentes con embarcaciones chinas, en un contexto de creciente asertividad de Beijing en sus reclamaciones.

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