Domingo, 24 de febrero de 2008   |   Política

Informe de Agmer: una sola escuela está en condiciones en Paraná

De los 240 edificios escolares donde funcionan 392 escuelas en Paraná, sólo uno reúne las condiciones de seguridad e higiene que corresponden, señaló la secretaria general de la seccional local de Agmer. Se trata de la escuela Juan XXIII.
“Superados por el hartazgo y la impotencia de los reclamos individuales de las escuelas”, refirió Susana Acevedo, el año pasado, la entidad que conduce decidió solicitar a la Dirección Provincial del Trabajo realizar un relevamiento piloto conjunto sobre un grupo de escuelas.El Colegio Nacional Nº 1, las escuelas Jauretche y Scalabrini Ortiz que están en el Complejo Perón; la Escuela Provincial Nº 38, la Nº 31 -de Cerrito-, la Intermedia Nº 207 “Evita” fueron las involucradas y de las que existe un informe del organismo provincial que fue notificado a la Asociación y al Consejo General de Educación. “Es la Dirección de Trabajo la que le dice al Gobierno que, en esas condiciones, corren serios riesgos los alumnos y los docentes”, sintetizó la dirigente gremial.A partir de ese diagnóstico, emitió opinión respecto del Plan Verano. “De todas esas escuelas la única que tuvo una asignación, de $ 32.000, fue la ‘Evita’ y para lo único que le alcanza es para reemplazar la mampostería de los divisorios de las aulas pero sigue en las mismas condiciones en instalación eléctrica, con baños en estado deplorable”. Luego de una recorrida por los edificios, Acevedo señaló que “las obras no han empezado, recién se están abriendo los sobres, o se empezó esta semana a realizarse, como la Bavio -acotó- que se va a empezar a refaccionar el baño cuando empiecen las clases. Las autoridades avizoran un inicio del ciclo muy complicado”, acotó.En resumen, Acevedo comparte que “el problema tiene larga data como dice el Gobernador (Sergio Urribarri) pero, ninguna de las gestiones ha puesto las barbas en remojo para hacer una reparación de fondo. Les hacen alguna reparación menor pero no destinan fondos para mantenimiento lo que hace que a los pocos meses ese mismo edificio se sume nuevamente con las dificultades edilicias que han sido dejadas de lado”. Desde el punto de vista pedagógico, manifestó que “las condiciones edilicias de una escuela afectan la posibilidad que un alumno pueda llegar a tener gusto por ir, por permanecer y por cuidar el establecimiento de la escuela. Es difícil -acotó- que el chico pueda sentir amor por la institución educativa desde el momento que la institución lo agrede al ingresar a un edificio tan deteriorado”.Acevedo enfatizó que el gremio exige una fuerte inversión para recuperar a los establecimientos del deterioro que presentan. Pero, por otra parte, subrayó, “a veces se invierte en forma incorrecta”. Dio el ejemplo de la Escuela Bernardino Rivadavia, donde por el Programa de desarrollo informático (PIIE), se está construyendo un aula en el patio, o sea que “reduce un espacio que es necesario para los alumnos y por otra parte, tapa las ventanas de los baños”. La conclusión fue que “a veces la lógica de la empresa de construcción y la falta de criterio al personal de Arquitectura, llegan a que se hagan las cosas mal”. (Fuente: El Diario)

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