Martes, 21 de octubre de 2025   |   Nacionales

Indecisión en masa: 40% de argentinos sigue sin definir su voto entre voto útil y desencanto

Consultores coinciden en que el humor social está marcado por la desconfianza y el cansancio político. En un escenario fragmentado, el voto estratégico aparece como eje decisivo para entender el comportamiento electoral.
Indecisión en masa: 40% de argentinos sigue sin definir su voto entre voto útil y desencanto

A pocos días de las cordoba/como-votar-con-boleta-unica-en-cordoba-paso-a-paso-y-simulador-oficial.phtml">elecciones legislativas, los encuestadores registran un fenómeno que excede las etiquetas partidarias: la desafección política y el pragmatismo del voto. Los votantes ya no se mueven tanto por adhesión ideológica como por cálculo: deciden para evitar un resultado peor o para enviar un mensaje de castigo.

El consultor Manuel Aurelio resume esa lógica con una frase que repite en sus estudios: “La gente vota esperanzada en que lo bueno va a venir, pero lo hace con el bolsillo en la cabeza”. Según su lectura, el voto útil se abre paso en un contexto de expectativas económicas en retroceso y un humor social negativo.

Hay votantes que se van a tapar la nariz y votarán por los candidatos de La Libertad Avanza para renovar la confianza”, advierte Aurelio, quien además percibe un clima de agotamiento con la gestión nacional: “Se agotó el crédito, los beneficios del esfuerzo nunca llegaron”.

En sintonía, Lucas Romero interpreta que la racionalidad táctica domina sobre la emocional. “Estamos ante una elección legislativa: no se cambia el gobierno, pero sí se envía una señal. El voto estratégico vuelve a tener protagonismo”, sostuvo. Y agregó: “El que gobierna genera antipatía. Hay una agenda cargada de enojo y de anti oficialismo que condiciona la toma de decisiones”.

Para Romero, ese clima explica por qué casi el 40% de los electores aún no definió su voto. En las encuestas persiste una mayoría que se muestra indecisa, apática o poco entusiasmada con la oferta política. “Muchos llegan a la urna sin entusiasmo, pero con un criterio táctico: evitar que gane el que no quieren”, describe.

El partido de Provincias Unidas

En ese terreno movedizo, surgen fuerzas intermedias y regionales que intentan canalizar el desencanto. Provincias Unidas, espacio con anclaje en el interior productivo, podría atraer votantes moderados que rechazan los extremos ideológicos. Por su parte, La Libertad Avanza, según el encuestador Gastón “Toto” Toro, podría captar una porción del 20% de ciudadanos “desencantados de la política”, y con apenas un 5% adicional de ese segmento, consolidar un resultado competitivo en el centro del país.

En ese mapa cobran peso los factores territoriales. Córdoba, Santa Fe y Corrientes aparecen como provincias clave donde el influjo de los oficialismos locales y las propuestas federales podría inclinar la balanza. En contraste, el peronismo más vinculado al kirchnerismo, con presencia en solo 14 distritos, afronta serias dificultades para replicar su base bonaerense a nivel nacional.

Romero sintetiza el desafío del sistema político: “La controversia de quién gana la genera el propio peronismo, que no está en todos los distritos. Pero lo central es entender que la gente vota menos por afinidad y más por estrategia. En ese contexto, cualquier espacio que interprete el desencanto puede crecer”.

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