
Gobernadores y funcionarios del Gobierno Nacional se encontrarán esta mañana para poder dialogar sobre diferentes asuntos vinculados al contexto económico de las provincias, que reclaman una reactivación de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN, o conocidas coloquialmente como transferencias discrecionales), así como la normalización en la distribución de la recaudación por el Impuesto a los Combustibles, el cual tiene como asignación específica la inversión en infraestructura vial y mantenimiento de rutas.
El marco será una reunión convocada para las 11 horas por los gobernadores en la sede porteña del Consejo Federal de Inversiones (CFI), ubicado en la calle Azopardo 750. Esta iba a ser una segunda reunión después de la que habían tenido 18 de los 24 distritos subnacionales unas semanas atrás, donde habían acordado enfatizar su reclamo por mayores fondos a la Nación.
Eso se trasladó a una audiencia inmediata con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, que se había comprometido a brindar una respuesta junto al secretario de Hacienda, Carlos Guberman, el encargado que la cuenta del Estado Nacional sea superavitaria.
A pesar de que varios gobernadores eran pesimistas y creían que no iba a haber respuesta para este lunes (en rigor, días atrás el Gobierno les había pedido aplazar la reunión al miércoles para poder llegar con su informe), la Casa Rosada llamó ayer a diversas provincias para confirmarles que su postura sería elevada este primer día de la semana y que al CFI irían algunos funcionarios del Gobierno Nacional.
A la par de los gobernadores y delegados provinciales también irán el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda de la Nación, Carlos Guberman. Francos no iba a poder estar presente porque se había comprometido a ir a un evento de la Fundación Mediterránea, en Córdoba.
El contenido de las propuestas era desconocido incluso por los gobernadores. Los funcionarios nacionales preferían guardar cautela al respecto, dado que se trataban de asuntos de sensibilidad para ciertas provincias.
En línea con esos reclamos está la queja por la baja de los fondos que la Nación sí debe transferirle de manera automática a las provincias por vía de la Coparticipación. Semanas atrás se analizó una estimación del CFI de que esos fondos tendrían una variación de -4% para final del año. Mientras que los ATN no representan una parte importante de los presupuestos provinciales, el porcentaje de coparticipación sí lo es.
Sobre este punto es que las provincias culpan a la Nación. Consideran que la baja de esos ingresos es consecuencia de algunas medidas desregulatorias que adoptó la gestión libertaria, como los cambios en los impuestos internos para celulares y otros dispositivos, así como la modificación del cálculo de anticipos de ganancias para sociedades.
Además, agregan que la falta de ejecución de programas nacionales de otra índole (como el Plan Sumar, el Fondo Nacional de Incentivo Docente o la realización de obras de infraestructura) genera un imprevisto traslado presupuestario de las provincias.
¿Qué responden desde la Nación? A pesar de que no desmienten el desfinanciamiento, afirman que las provincias también deben ajustarse y eficientizar sus gastos en línea con lo que pregona la Casa Rosada. “Lo que pasaba antes es que ellos estaban muy superavitarios y además la Nación los asistía en todo. Ahora les toca poner esfuerzo”, afirmó una fuente palaciega, que afirma que el mayor reclamo de fondos se produce en línea con las elecciones nacionales.
En rigor, las provincias argentinas exhiben un panorama fiscal bajo control, tras un ajuste significativo en 2024 que permitió a 21 de los 24 distritos alcanzar superávit primario, según un informe de la consultora Empiria, que destaca que la mayoría de las provincias logró revertir la tendencia histórica de deterioro fiscal en años electorales, gracias a una contracción del 15% del gasto en términos reales durante 2024.
Este ajuste permitió que solo tres jurisdicciones —Chaco, Catamarca y Buenos Aires— cerraran el año con desequilibrio primario, aunque incluso en estos casos se observaron mejoras. En particular, la provincia de Buenos Aires, pese a mantener déficit, mostró una mejora de 0,3% del Producto Bruto Geográfico (PBG).
El caso más sobresaliente fue el de San Luis, que pasó de un déficit del 2% a un superávit del 2,8% del PBG, acompañado por otras seis provincias que también revirtieron su saldo negativo: Tucumán, Entre Ríos, Santa Cruz, Santa Fe, Corrientes y Tierra del Fuego.
En cuanto a los ingresos, el informe señala que la alarmante caída del 18% interanual de la recaudación nacional en mayo, que se profundizó al 23% en los impuestos coparticipables, no constituye un cambio de tendencia estructural. Empiria atribuye este fenómeno al “efecto base comparativa muy alta de la recaudación de Ganancias en 2024”.
Además, destaca que “las transferencias automáticas por coparticipación vienen creciendo 2,8% real en 2025, a partir de una recaudación de impuestos coparticipables que crece más que el promedio (teniendo en cuenta que el eliminado impuesto PAIS no era coparticipable)”. Aunque las transferencias no automáticas permanecen bajas respecto a los niveles de 2023, representan una porción menor de los ingresos provinciales, por lo que su reducción no compromete el balance general.