
En consonancia con la política de apertura comercial promovida por el gobierno de Javier Milei, en julio pasado se registró la entrada al país de 300 toneladas adicionales de carne vacuna importada en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representa un notable aumento en el volumen de compras al exterior. El frigorífico Swift, perteneciente al grupo brasileño Minerva Foods, figura entre los importadores: entre enero y julio, se ingresaron al país 6200 toneladas de carne sin hueso, destinadas a la producción de hamburguesas, ya que cuenta con marcas propias, y a supermercados.
Las importaciones de carne vacuna en Argentina alcanzaron en 2025 su cifra más alta desde 2019, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, citados por Bloomberg Línea. Entre enero y junio de este año, las compras externas superaron las 10 mil toneladas, evidenciando un fuerte aumento respecto a años anteriores. Este volumen se asemeja a los registros de 2019, cuando las importaciones también rondaron las 12 mil toneladas.
Este incremento ocurre tras el pico de importaciones de 2019, momento en que estas comenzaron a disminuir de manera sostenida durante cinco años consecutivos, alcanzando un mínimo en 2024 con menos de 2 mil toneladas. No obstante, en 2025 se observa un repunte abrupto que revierte la tendencia anterior, situando nuevamente a las compras externas de carne en niveles cercanos a los máximos del período analizado.
En realidad, según aclararon fuentes de la industria semanas atrás, entre enero y abril de este año se habían importado 4717 toneladas de carne sin hueso, con un valor de US$18,7 millones, principalmente desde Brasil, Paraguay y Uruguay.
El aumento de las importaciones de carne vacuna desde BrasilGentileza Bloomberg Línea
Sin embargo, en la industria se considera que el volumen importado aún es “marginal” en comparación con el mercado interno, ya que el consumo total alcanzó las 761.800 toneladas de res con hueso en los primeros cuatro meses del año.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), el consumo interno habría sido un 11,8% superior al registrado entre enero y junio de 2024. Por otro lado, el consumo de carne vacuna por habitante se situó en 50,1 kilos/año en junio, considerando el promedio móvil de los últimos 12 meses. En términos interanuales, este consumo experimentó un aumento del 5,2%.
Según los datos de Ciccra, los argentinos consumen el 70% de lo que producen, siendo la producción superior a 3,2 millones de toneladas de res con hueso. Asimismo, la Secretaría de Agricultura informó que Argentina exportó 935.261 toneladas de carne vacuna equivalentes a res con hueso en 2024, marcando el volumen más alto registrado en un siglo.
Es importante recordar que Argentina se destaca como exportadora de carne vacuna; el año pasado, el país colocó en el mercado internacional carne vacuna por un valor de US$2972,2 millones, lo que representa un aumento del 8,6% en comparación con 2023, según datos oficiales.
Fernando Canosa, de la consultora Conocimiento GanaderoGentileza
Fuentes del sector comentaron a LA NACION que las importaciones desde Brasil son marginales en comparación con el volumen total del mercado. Recordaron que Argentina ha importado carne de forma histórica, aunque lo que sucede actualmente es “simplemente la habilitación de un nuevo origen”. Además, destacaron que el volumen está en aumento mes a mes.
Incluso señalaron que podría considerarse positivo el ingreso de un nuevo destino para los productos cárnicos. “Importar cortes de menor valor puede facilitar el impulso de la exportación de cortes de mayor calidad”, enfatizaron. De hecho, resaltaron que países como Estados Unidos aplican esta misma lógica: exportan carne premium e importan carne para productos industrializados como hamburguesas.
“Debemos desprendernos de la idea de que es negativo importar carne de menor valor mientras exportamos carne de mayor calidad. Estados Unidos mantiene un equilibrio entre las cantidades que importa y exporta gracias a su estrategia: importa carne para la elaboración de hamburguesas y exporta cortes de alta calidad”, expresó Fernando Canosa, de la consultora Conocimiento Ganadero.
Resaltó que en el caso de Argentina, si se importa una cantidad marginal, que oscila entre 40 y 43 gramos por habitante al año desde Brasil, esto resulta insignificante y podría incluso contribuir al aumento del superávit comercial del país. En definitiva, “si se exporta a mayor valor e importa a menor valor, el resultado es beneficioso porque todos los argentinos ganamos”, concluyó.